Miguel de Juan
23/05/21 16:05
Ha comentado en el artículo Lo que no soy capaz de entender
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Hola de nuevo @neoliberal23
, gracias a tí por tu mensaje, el tono y la valentía- hoy en día no todo el mundo diría según qué cosas en público. Por cierto, te dejo (os dejo) mi mail y telegram para quien quiera contactar conmigo de forma privada (será un placer, de verdad... no os cortéis): [email protected] y 682808821Ciertamente y como me ha pasado con algún amigo- libertario y, creo, ateo- es un tema complicado para tratarlo en mensajes cortos (¡¡¡acabo de escribir a este amigo 18 páginas para poder explicarme mejor!!!), así que si quieres escribirme por privado en esos medios, sin problema. Sin embargo, te diré... la "pata con las dictaduras" (me he sonreído al leerlo; sonrisa cariñosa, no creas) yo no lo diría así. El problema fundamental es si los políticos- de quien tienes muchísia razón en quejarte- o los sistemas políticos o las propias sociedades están viviendo en una sociedad basada en la ideología "liberal" o no. Para mí, desgraciadamente, creo que la inmensa mayoría de ellos viven así. Y la inmensa mayoría, sin saberlo... porque desconocen lo que es en realidad. Hay liberalismo de izquierda y de derechas... ése es el problema. El liberalismo se basa en la autonomía total de la voluntad del Hombre y en su poder absoluto. No era así en sus inicios, cuando aún se mantenía ligado a la verdad del Hombre y a la ley natural, pero la semilla seguía estando ahí. Los liberales conservadores, con toda su buena fe, creen que esa semilla puede mantenerse sin brotar. Pero es imposible. Cuando estás en el camino liberal, no tienes posibilidad- mediante la propia argumentación liberal- de impedir que otros caminen más que tú. Otra cosa es, desde luego, si a unos les importa ver hacia donde les conduce o si les da igual. Como explico en el libro, Rothbard caminó más allá que los otros dos (Hayek y Mises), pero ni siquiera él llegó al final del camino liberal: la ley de la selva, que cada uno haga lo que le venga en gana si puede físicamente y sin restricciones que se imponen de forma arbitraria como "la no violencia". El problema no es la buena fe de los liberales- que no discuto, aunque me sorprende que no fueran capaces de ver lo que defendían tras haber visto el nazismo y el comunismo-, el problema no es que deseemos tener buenos gobertantes, vivir en un país donde se nos deje relativamente tranquilo y donde los gobernantes den "buen ejemplo"... claro que deseamos eso. El problema es que ni el concepto de Hombre es igual en el liberalismo y el cristianismo (por ceñirlo a lo que conforma la cultura occidental), ni es lo mismo el concepto de libertad, ni lo es el de acción (donde la de Mises se queda sólo en una simple praxis y no alcanza la verdadera acción humana porque falla en su concepción del Hombre). Sobre los postulados económicos se podrá discutir más o menos, sobre la conveniencia de estado o no también- personalmente prefiero un estado fuerte pero pequeño, poco endeudado, con poquísima deuda y que simplemente procure ejercer las labores de subsidiariedad como indica el magisterio de la Iglesia, es decir: si lo puede hacer el individuo, la sociedad civil, que no tenga que hacerlo el estado, y donde aquellos no lleguen o no con la misma facilidad o capacidad, que lo haga el estado. (Por ejemplo, la creación del INI en España tras nuestra guerra civil cuando nadie quería invertir... y menos en industrias básicas). Y, por supuesto, que las leyes que promulgue dicho estado sean conformes con la ley natural y no que, como ahora, sean ellos quienes decidan lo que está Bien o Mal.Tu comentario sobre la calidad de vida, que no es precisamente el PIB per cápita... uffff, ¡no te haces idea de cuán cerca estás de lo que planteaba en el libro! Como indicaba allí, ¿qué ha cambiado y qué ha pasado para que en los años 50-60 en EEUU, Europa occidental y España, un padre de familia podía mantener a su familia, comprarse una vivienda y luego una en la playa, un utilitario, enviar a sus hijos a estudiar, ahorrar y tener cada vez un mejor nivel de vida? Os avanzo que, al menos, hubo dos cambios principales: Concilio Vaticano II y el "espíritu" de 1968 y el adiós a la ligazón o anclaje al oro.En fin, chicos, un fuerte abrazo a todos y gracias por respetaros unos a otros. Buscar la Verdad no está en contra de hacerlo con respeto por quien discrepa, al revés... va unido.