rifiil
14/05/14 14:27
Ha respondido al tema Me voy a Lisboa
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A mi también me encantan tus posts.
Me hacen primero reflexionar cuando los leo, empatizar en esos momentos profundos como son las emociones vividas y por último disfrutar plasmando mis experiencias, que sin querer en el día a día se nos escapan como el agua de las manos si tenemos los dedos abiertos.
Hace ya casi siete años pasé una experiencia muy difícil. Después de tener tres años picores y picores, me decían que era una atopía severa la cosa empeoró.
Empecé a tener crisis de desmayos y asfixia. Pensé que me moría. En una de las visitas al hospital, un novato me detectó un cancer linfático. Fue una experiencia muy muy dura. Figúrate, mi mujer embarazada, y me dicen que me lo han cogido tarde y que tratarán de salvarme la vida. Solo de contarlo ya se que esta noche me costará de dormir.
En mi casa es un tema tabú.
Bien, me metieron quimio más allá de lo imaginable y me sacaron del agujero. En ese sentido debería estar agradecido, pero me quedan bastantes efectos secundarios. Me molesta muchísimo el sol directo y tengo una úlcera que me mata de cuando en cuando.
Dolores de cabeza bastante frecuentes y en fin otras cosas que solo se sufren por el agradecimiento de seguir vivo.
No obstante, cuando pasé la enfermedad y no sabía si vería la carita de mi hija alguna vez, no quiero mentir, deseaba con todas mis fuerzas que todo terminase. Me negé a firmar los papeles de la resucitación. Si he pasado el trago de morir, creo nadie tiene derecho a devolverme al infierno sin mi permiso.
Ahora, que las revisiones me salen bien, disfruto muchísimo de la vida.
No obstante no sirvo para ayudar a otros enfermos. Lo intenté y casi cojo una depresión de caballo después de revivir lo sufrido.
El sufrimiento ajeno puede incluso quitarme el sueño. Lo siento como propio. Esto se que suena raro, pero cuando has sufrido mucho te sucede. Cada uno afrontamos la vida de una forma diferente, pero a mi me sucede así.
La vida sin sufrimiento es un regalo inmensísimo lleno de millones de placeres y premios a cada minuto que duele que la gente no sepa apreciar. Hay quienes, teniéndolo todo lo dejan perder por nada. Pero hay que decir que la vida tiene un lado negro, muy negro y muy salvaje. Que en el mundo hay gente que te dice que te queda un mes de vida mientras come un plátano y hace chistes malos.
Yo por fortuna aun tengo a mis padres, son muy mayores, mi padre tiene 78 años y está algo pocho, pero aun está ahí.
Ha sido un suertudo y apenas ha pisado un hospital en su vida.
Y mi madre, que es algo más joven que él también ha tenido suerte.
A veces la vida nos pone a prueba.
Las enfermedades no tienen ninguna ventaja, al menos para mi. Te dicen que te enseñan a valorar más la vida, y es cierto, pero después de contemplar el avismo y el infierno no quieres ni oir hablar de él.
Hoy por hoy, tengo dos niños. Los adoro. Son lo mejor de mi vida junto a mi mujer y mi familia. Pero ni todo el amor que siento impedirá que si he de pasar otra vez el infierno desee largarme sin pasar por taquilla.
Quizás te haya dado un disgusto con mi historia, no era mi intención. Pero me he atrevido a contestar. No puedo ni imaginar el avismo de perder a tu padre. Pero me gusta que lo comentes, que lo saques fuera, que compartas ese dolor para que no sea tanto.
No entiendo como pueden existir ni foreros ni personas que se quejen de ello. Cuando uno está preparado debe sacarlo fuera. Si contándolo observas aunque sea un mínimo de alivio, bendito sea el momento en que lo haces. Las personas debemos ayudarnos, compartir y empatizar. Debería existir una educación por la empatía. Una escuela de comprensión de la tristeza y fomento de la alegria. Creo que no hay verdadera alegría que no esté basada en superar un pedacito de tristeza. Sino, no se trata de verdadera alegría, es solo un espejismo.
Por ello creo que hay que saber empatizar y valorar esos pequeños momentos de alegría que de cuando en cuando nos da la vida. Nunca olvidando la tristeza, sino apreciando cada segundo, cada minuto y cada hora de bondad que nos ofrece la vida por breve que parezca.
Un fuerte abrazo.
¡¡¡No perdáis un solo instante de la felicidad que os rodea¡¡¡¡¡¡