Jamás me fiaría de un gestor o un trader que no empezara reconociendo que al menos en dos ocasiones ha perdido mas del 30% de su cartera, y aun así, su capacidad mental para asumir escenarios nunca sería igual que la mía. El trade, creo, no es algo que pueda enseñarse en cursos, es tan individual, personal y solitario, que lo que sirve a uno, al otro lo destroza. Escenarios idénticos pueden arrojar maneras totalmente diferentes de encararlos, incluso aunque ambas acaben en beneficios... o en perdidas. Mi clave, a nivel personal, reside en saber que no recibiré un margin call -a no ser que caiga un meteorito o se produzca el advenimiento del mesías- . Para otros, el jugar al filo de la navaja será un aliciente... Todo eso no puede enseñarse, hay que vivirlo, hay que sentirlo... y en el proceso, en el 95% de los casos, se producen pérdidas -solo así se aprende-... Y no solemos aprender hasta que el mercado -en forma de llamada de margen- nos quita la razón. Esa sensación, única, ese levantarse sudoroso en medio de la noche deseando el anuncio del rescate de Lehman, o el inicio de la invasión de Taiwan, es el verdadero curso... Ese mirarse al espejo y desear que pasen cosas horribles para que tu posición sea la correcta, o decirte que el mundo es maravilloso porque hace un sol radiante y la bolsa debe subir -aunque sepas que va a caer otro 4%-... Esa sensación no puede enseñarse y, justo esa, es la que te enseña a respetar algo que a veces puedes predecir pero sobre lo que en absoluto tienes el control...Dicho esto, obviamente y como sabe, mi mas sincera admiración a Ever, su curso, sin lugar a dudas superaría con mucho lo que posiblemente haya en el mercado pero... sería un curso que solo sirve si tu mente es capaz de adaptarse sin fisuras a quien lo imparte.