No quisiera desviar el foro hacia algo tan tedioso como es la política, pero endosar a las empresas energéticas toda la culpa del proceso inflacionario, haciéndolas causa única de la totalidad -10,8%- de la inflación, parece, cuando menos, exagerado y parcial. El truco del cabeza de turco ya se ha ensayado demasiadas veces en la Historia -y con los resultados que todos sabemos: ridículos en los menores casos; trágicos en los peores- como para que convenza a nadie que no venga ya convencido de casa.No coja el rábano por las hojas. Claro que no endoso a las energéticas "toda la culpa" del proceso inflacionario, pero si en la base del proceso inflacionario ya tenemos una sobrerrepercusión de costes, lo que luego se hayan podido seguir inflando en la cadena es edema sobre tumor. Habrá quien haya repercutido racionalmente sus sobrecostes, pero seguro que también hay quien ha hecho el agosto, como las energéticas, e incluso quien haya utilizado la excusa de la inflación para subir sus precios a pesar de un escaso o nulo incremento de costes propio. Está en la naturaleza de los seres humanos en general, y de los españoles en particular.Por otra parte, el que la inflación europea ha venido provocada en su mayor parte por el encarecimiento de la energía y los combustibles no lo dice este gobierno. No sé dónde ve Vd. la cabeza de turco.Pues este gobierno de aquí parece convencido de solucionarlo. Eso o pretende tomarle el pelo al personal, cosa que lleva haciendo bastante tiempo. Aunque, bien mirado, es reconfortante saber que sólo lo logra con aquellos que se dejan tomárselo, en una especie de justicia poética en virtud de la cual sólo se burla de aquellos que quieren ser burlados. Como decía, yo no quería hablar de política sino de economía. El gobierno hará lo que pueda, dentro de lo que crea que resulta comercial para seguir gobernando, en la medida en que se lo permitan sus acreedores: la Unión Europea y los poderes fácticos de este país. Las elecciones andaluzas ya han demostrado que lo tiene crudo y que ahora toca moverse al otro extremo del corral, pero no les quite Vd. la ilusión, hombre, no sea que digan: Para lo que me queda de estar en el convento...