A pesar del avance en la capacidad computacional y los modelos de análisis de datos, el mundo de la inversión continúa basándose en gran medida en creencias que, en algunos casos, ni siquiera pueden verificarse. Una de ellas es la que dice que el mercado es una máquina perfecta de descontar expectativas.
Es sólo una creencia más de las muchas que existen. Cuántas veces se escucha a analistas que defienden esta idea, al tiempo que hacen lo mismo con la teoría de la opinión contraria -esa que dice que hay que tomar la posición contraria al sentimiento de la mayoría-. Lo paradójico es que ambas teorías defienden principios contrapuestos. En otro orden de cosas, es tanto como defender al mismo tiempo el modelo cosmológico ptolemaico y el modelo actual. Simplemente, no pueden convivir porque se basan en presupuestos excluyentes.
Lo que suele estar detrás de este tipo de incoherencias radica en la adopción de ideas de manera inconsciente, es decir, sobre las que no se les ha aplicado previamente un filtro crítico. Este es el motivo por el que utilizo el término “adopción inconsciente”.
En mi humilde opinión, una de las características necesarias para poder tener éxito en el mundo de la inversión -por cierto, como en otros muchos-, radica en el espíritu crítico. El problema es que el sesgo cognitivo del optimista no hace creer que nuestro espíritu crítico es mayor que el que realmente es. Esto mismo ocurre con la inteligencia, como demuestran los estudios que concluyen que “una mayoría significativamente superior a la media de la población considera que su inteligencia está por encima de la media”… algo matemáticamente imposible, pero que probablemente nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos, aunque nos aleje de la realidad.
El espíritu crítico es fundamental para evitar uno de los sesgos más importantes: el de la confirmación. Nuestros cerebros tienden a prestar más atención a aquellos argumentos que apoyan la idea que defendemos. Es el que está detrás de la creación de los procesos de exuberancia irracional como solía llamarlos Alan Greenspan. Las burbujas financieras tienen una base irracional que se basa en la retroalimentación de un conjunto de individuos que, por efecto rebaño, pasa de una idea racional inicial a un comportamiento cada vez más emocional y menos soportado por la realidad.
El problema no está en el comportamiento de rebaño, en sí mismo. Es más, en mayor o menor medida, todos lo hacemos en muchos ámbitos de la vida. La clave está en desarrollar un espíritu crítico suficiente para ser capaces de, conscientemente, adoptar o rechazar una idea o, simplemente cambiar de opinión porque, la realidad parece dar la razón a los que pensaban de forma diferente a nosotros.
Una de las formas más sencillas, pero también más efectivas para evitar el sesgo de confirmación y desarrollar el espíritu crítico consiste en buscar de manera deliberada argumentos en contra de las ideas que defendemos. El resultado del análisis de estos argumentos tendrá como consecuencia una confirmación consciente de nuestras ideas, o quizá darnos cuenta de que la fortaleza de nuestros argumentos no era tan fuerte como pensábamos, por lo que en ese caso deberíamos continuar en la profundización del problema para alcanzar una conclusión más definitiva. Sea cual sea el resultado, estaremos mejor preparados para tomar nuestras decisiones, asumiendo además que, en algún momento, nuestro análisis de la realidad estará equivocado.
Seguimiento de la Fuerza Relativa Tendencial
Este indicador es útil a la hora de determinar el peso relativo que debe asignarse a cada clase de activo en una cartera diversificada. Se diferencian cuatro tipos de tendencias (alcista, lateral-alcista, lateral-bajista y bajista). Identificamos a continuación en qué punto se encuentra la FRT con datos de cierre del viernes y cómo ha evolucionado en el tiempo.
FRT por Clase de Activo
Este indicador es útil a la hora de determinar el peso relativo que debe asignarse a cada clase de activo en una cartera diversificada. Se diferencian cuatro tipos de tendencias (alcista, lateral-alcista, lateral-bajista y bajista). Identificamos a continuación en qué punto se encuentra la FRT con datos de cierre del viernes y cómo ha evolucionado en el tiempo.
Las materias primas siguen siendo la mejor clase de activos en términos relativos, destacando claramente las de energía frente al resto de subclases. La divergencia que identificábamos la semana pasada en la composición interna de las bolsas de renta variable, procedentes de los índices europeos se ha traducido en un performance de esta región muy superior al del resto de geografías. La FRT de las criptodivisas continúa hundiéndose.
Actualización de los niveles de control de los inversores institucionales
Los niveles de control de los inversores institucionales guardan relación con su nivel de breakeven. Conocer su evolución en el tiempo permite identificar qué activos cuentan con el interés de estos inversores, así como el precio al que sería conveniente tomar posiciones. Son un método efectivo para tomar posiciones en la misma dirección que una de las fuerzas principales con más influencia en el movimiento del mercado.
Por regla general, debemos esperar una evolución positiva del precio de los activos cuando éste se encuentre por encima del nivel de control de los inversores institucionales, mientras que cuando se encuentra por debajo, denota mayor debilidad y/o falta de interés por este tipo de operadores. Asimismo, identificamos los niveles de precios en los que existe un posicionamiento corto que presione el precio a la baja, ya que puede ser indicativo de un potencial incremento de la volatilidad al alcanzarse esas referencias.
Los rebotes del viernes no fueron suficientes para compensar las caídas sufridas los días anteriores, lo que supuso una caída media del 2,5% en los índices americanos. Esperaríamos que la debilidad en la bolsa americana continuase mientras no superase los niveles de control situados en 4.320 para el S&P 500, 33.597 en el Dow Jones de Industriales, y 14.475 en el Nasdaq.
El oro, tras perder el nivel de control en 1.857, cayó un 3,8%, la peor semana desde noviembre de 2021. Mientras no sea capaz de recuperar este nivel, debemos esperar mayor debilidad. El caso es similar al de la plata, si bien la pérdida del nivel de control en 24 dólares se produjo hace varias semanas. El Brent es la única de las materias primas sobre las que hacemos seguimiento semanal en este medio que se mantiene con predisposición alcista.
En el caso de las criptodivisas, las fuertes caídas son perfectamente consistentes con el escenario de debilidad que venimos defendiendo en el Ether y Bitcoin desde hace varias semanas. Mientras no se superen 2.825 y 53.496, respectivamente, debemos esperar que éste sea el escenario principal. Destacamos que el posicionamiento de los inversores minoristas en las dos principales criptodivisas es el más bajo en lo últimos dos años.
¡Buena semana y buenas inversiones!