Tan solo pensad una cosa, lo que quieren realmente los bancos, las cajas de ahorros, las empresas y establecimientos a los que vais y, en definitiva, lo que quieren los demás no es vuestro bienestar, aunque así os lo presenten. No amiguitos; lo que quieren es vuestro dinero. ¿Vais ahora a hacerles caso cuando os aconsejen? Yo no vendo humo, no vendo fórmulas mágicas, de hecho no vendo nada y eso es lo que me diferencia de los Kiyosakis y Vicenses. Tan solo voy a mostraros el camino, y no con ideas vagas y confusas echándoos la culpa de vuestros errores y atribuyéndome el mérito de vuestros éxitos. Todo lo contrario; voy a dar hechos concretos, hechos que exigen siempre un sacrificio pero cuyo premio es una creciente libertad financiera con la que cada vez dispondréis de mayores posibilidades. Pero empecemos por el principio pasito a pasito. Os invito a que me acompañeis en esta aventura. Porque yo estoy inmerso en ella. Es el juego de vuestra vida, vais a jugaros vuestro futuro, vosotros elegís, trabajar para los bancos o que los bancos trabajen para vosotros. Suena revolucionario y lo sería si todo el mundo practicara esta doctrina.
Empezaré diciendo que no me gusta el sistema de generación de dinero, no me gusta la forma en que el sistema protege al capital y penaliza al trabajador. Quien más tiene más gana. Todo ello me parece profundamente injusto. Aceptado este punto me dije a mi mismo que debía usar sus mismas armas para acrecentar mi capital. Así mismo, no podía cambiar las inercias del sistema pero sí intentar evitar que otros cayeran en las mismas trampas que nos pone el sistema. Si consigo que una sola persona no caiga en la trampa consumista que nos ata a deudas innecesarias y a trabajar horas y horas para pagar necesidades creadas artificialmente ya me daré por satisfecho.
¿Que quien soy yo para dar lecciones a nadie? Como ya habréis ido viendo no soy ningún superentendido en economía, no soy ningún gurú de las finanzas ni pretendo serlo, solo soy una persona joven que lleva trabajando año y medio duramente y que ha sido capaz de acumular capital de forma sencilla. Solo deseo dar una perspectiva diferente de ver vuestra economía personal. Internet tiene sus peligros para el ingenuo e incauto. Hay mucho aprovechado suelto, cierto. Pero, me he dado cuenta, que también ofrece muchas oportunidades para acrecentar el ahorro y la rentabilidad de vuestro capital hasta niveles difíciles de alcanzar antes de la llegada de la malla máxima mundial o world wide web como gustan en llamarla, algo que, por cierto, inventaron en el CERN, un nido de físicos.
He trazado un camino hacia mi libertad financiera y lo he dividido en varias fases algunas de las cuales ya he cumplido y otras estoy por conseguirlas.
Si sois jóvenes, acabáis de empezar a cobrar un sueldo mileurista y aun no os habéis ni siquiera emancipado estáis de suerte porque tenéis ante vosotros la oportunidad de empezar desde donde yo empecé pero con más conocimiento aun.
En el próximo post os hablaré del camino, y de los objetivos que me he marcado. Son unas metas sucesivas hasta llegar a la libertad financiera. Os hablaré de ello en mi próximo post.