Los veranos son pródigos en noticias económicas divergentes y el del año 2010 no iba a ser menos, por un lado seguían llegando noticias de Grecia y su posible contagio a otras economías y por otro se publica un impresionante PIB de Alemania que crece un 2,2 % en tasa intertrimestral lo que sigue ratificando a este país en su papel de locomotora de la zona.
Han confluido varios factores que han favorecido el desarrollo de esta economía entre ellos la bajada del euro la ha beneficiado como país exportador lo que ha provocado una gran expansión de la demanda externa. La deuda soberana ha sido vista como refugio por lo que ha podido financiarse a tipos de interés excepcionales del orden de 2,60 % en ese periodo y en una tendencia a la baja en la que se ha llegado al 2,30 %. A otras economías de la zona euro tampoco les ha ido muy mal, en el caso de Francia su PIB ha crecido el 0,6 % el triple del trimestre anterior, Holanda crece el 0,9 % e Italia el 0,4 % aunque lejos de la primera potencia Europa. El contexto mundial también ha sido positivo con buen crecimiento en EEUU y Japón.
Cuando se creó la UE se pensó en una unión económica y a medida que empezaron a a surgir dificultades se hablaba de la Europa de las dos velocidades; con los últimos datos ya se habla de la Europa de las tres velocidades, una Alemania, otra los países mencionados y la otra los países periféricos, parece ser que a este paso habrá tantas velocidades como países.
Tan excepcionales resultados de la economía alemana han contribuido a que muchos analistas estén revisando sus objetivos al alza, también lo han hecho el gobierno alemán y el Bundesbank. Los resultados son muy buenos pero hay que ver las dos caras de la moneda y en economía no hay causa sin efecto y como los medicamentos siempre hay efectos secundarios. El motor de la recuperación han sido las exportaciones y lo seguirán siendo mientras los compradores de las grandes economías tengan capacidad de compra y esto ya no está tan claro. EEUU ha crecido este trimestre a una tasa interanual del 2,4 % mientras el trimestre anterior los hacia al ritmo de 4,4 % por lo que se ha producido una importante desaceleración que ha sido ratificada por los mensajes de Bernanke por mantener bajos los tipos de interés por bastante tiempo, una clara señal de que a pesar de que los tipos de interés están inusualmente bajos durante mucho tiempo aun no es el momento de aplicar una política monetaria restrictiva. También el Bundesbank se ha pronunciado por seguir inyectando liquidez a la banca y por sus previsiones de que la economía alemana crezca este año el 3 %. La todavía segunda economía del mundo, Japón (este año podría se reemplazada por China) creció el primer trimestre el 1,1 % en términos interanuales y el segundo trimestre creció solamente el 0,1 % muy por debajo de las previsiones. Por lo que parece que que las expectativas mundiales siguen siendo a la baja. Respecto a Alemania no se veía un crecimiento similar desde la reunificación motivo por el que se esperaba un fuerte crecimiento por la inversión a realizar, pero en cambio ahora el excedente se ha utilizado en inversiones en países periféricos como Grecia.
El crecimiento interanual de la economía alemana es del 3,7 %, un crecimiento solo comparable al del año 2006 en plena burbuja, pero esto no debe de llevar a engaño ya que el año 2006 se comparaba con un año normal, en cambio, el dato actual se compara con el peor dato de la economía alemana ya que en el año 2009 cayó el 4,7 % y los dos primeros trimestres del 2009 tuvieron un pico de caídas del 6,6 % y 5,5 % en el primer y segundo trimestre respectivamente, la comparativa con los trimestres posteriores no deberían de ser tan optimistas, el Bundesbank tiene previsto un crecimiento del 3 % para el año 2010. Los datos de China son importantes ya que este país aporta un tercio del crecimiento mundial y cualquier desviación tendrá sus consecuencias; en el primer trimestre han crecido entorno al 11,9 % y el segundo al 10,3 %, también en clara desaceleración; el FMI calcula un crecimiento del 10,50 %.
La deuda alemana sigue en tendencia bajista, los inversores siguen buscando refugio a sus inversiones y no les importa percibir menos intereses a cambio de seguridad. La deuda alemana a 10 años alcanza un nuevo mínimo al tipo del 2,30 % y la de 30 años por primera vez está por debajo del 3 % por lo que sigue la búsqueda de activos refugio ante la preocupación por la recuperación económica y la percepción de que se mantengan los tipos bajos durante un largo periodo de tiempo. Un asesor de Bill Clinton había dicho que en caso de reencarnarse quería hacer en el mercado de bonos ya que es el mercado más poderoso; actualmente el mercado de bonos no cree en la recuperación de la economía y mientras veamos la fortaleza actual de la deuda soberana alemana no podemos aspirar a ver una recuperación económica.
Las crisis económicas y especialmente las financieras provocan un ajuste muy rápido a la baja de los activos y los llevan por debajo de su nivel fundamental medio y debido al atractivo precio alcanzado se producen compras que podrían considerarse como focos de dinamismo transitorios pero que no tienen nada que ver con la reactivación económica. Por los datos macroeconómicos expuestos un analista Fundamental debería de revisar sus previsiones y sus consecuencias se deberían de reflejar en las cotizaciones bursátiles, con ello no pretendo aguar la fiesta ni hablar de debacle bursátil sino de moderación ante un incierto futuro. Según la evolución del PIB trimestral es muy probable que las grandes economías hayan alcanzado un máximo de crecimiento este año y que los próximos trimestres haya un desaceleración; aunque es menos probable que sea en forma de W si que podríamos ver una lenta salida y una metamorfosis en muchos aspectos que podría manifestarse en Bolsa en dientes de sierra muy adecuados para hacer plusvalías si se detectan a tiempo.