Es hora de analizar el crecimiento en los últimos años del SP500, estancada a excepción de la brutal subida de media docena de mastodontes digitales, los FAAANM:
Cierto inversor español relacionaba a Facebook con el capital riesgo y aseguraba que Amazon estaba sobrevalorada (cuando su acción cotizaba a la mitad de su precio actual). El célebre gurú ibérico debería haber advertido el tirón de Facebook y haber sabido leer las cuentas de Amazon, que reinvierte en crecimiento, ensancha su mercado y posterga la generación de beneficios.
Ese mismo inversor patrio comparaba a las FAAANM con las Nifty fifty, que eran un grupo de medio centenar de empresas estadounidenses eternamente recomendadas por su constante crecimiento y su sostenible reparto de beneficios.
Y recordaba que las acciones de este grupo de empresas emblemáticas, Coca-Cola, IBM o General Electric, cayeron entre un 50 y un 80% cuando colapsó el sistema Bretton Woods por el hartazgo europeo al egoísmo de Estados Unidos.
Es evidente que las grandes tecnológicas se están comiendo el mundo y que algunos clásicos de la inversión no supieron advertir su consolidación. Pero este hecho no imposibilita el riesgo de burbuja en algunas de estas empresas, empujadas de forma indiscriminada por los vehículos pasivos que compran 'en piloto automático'.