Tanto en materia de economía como en la administración empresarial existe la adicción a los modelos y a los números. En las empresas generalmente son los gerentes financieros los que acaban en la posición más alta de la empresa, y si bien los números tienen que vigilarse, en realidad la verdadera acción ocurre fuera de ese mundillo imaginario.
En la empresa hay actividades humanas que producen resultados en el mundo real, lo que conocemos como la economía real. Para tratar de monitorear esas actividades se diseñan modelos que son aproximaciones de la realidad, basadas en la percepción de la realidad de quien lo imagina, y está sujeto a todos los sesgos y prejuicios que el diseñador pueda tener. Ese modelo se alimenta con datos y produce indicadores al procesarse la información.
A raíz de la crisis y la creciente desigualdad social y la imposibilidad de ascenso social, en EUA existe un sentimiento de que los que ocupan las posiciones económicas más acomodadas lo han hecho a partir de hacer trampa, y no a partir de una administración apropiada. Hay varias maneras de hacer trampa:
- Tener control sobre los indicadores propios
- Tener control sobre los indicadores de otros
- Tener control sobre la repartición (dejarse lo que provea mejores indicadores y tirar a otros los problemas).
- Tener control de la información (la asimetría de información distorsiona la percepción y las decisiones)
- Tener control sobre el diseño del modelo
Todas estas formas de hacer trampa fomentan una actitud competitiva, pero no estimula a ser competente, porque los mejores indicadores no son el resultado de ser competente en el mundo real, sino de empujarle problemas a otros y minarles su bienestar y disfrazar eso de buena ejecutoria.
Esto ha hecho perder la fe no sólo en los políticos que (se supone que) dirigen el país, en los banqueros, sino también en los altos directivos de empresas que han tomado acciones que hacen ver a los empleados que los directivos de las empresas son gente no digna de confianza, y un ejemplo muy claro tiene que ver con los despidos durante la crisis. Deja en los empleados el sabor de ser meros recursos (recursos humanos y no personas y seres humanos con sentimientos y necesidades) y activos (que se pueden desechar si la ocasión económica lo amerita), lo que le da un nuevo significado a la frase "nuestro recurso humano es el activo más importante de la empresa". Es un sentimiento que se guardan y no comparten con los directivos para evitar represalias, que al no enterarse de ello, asumen que no existe.
¿Por qué ocurre esto? Porque hay una adicción a los modelos, un vistazo virtual a los números virtuales que empujan a los directivos a tomar decisiones como si se tratara de un juego de Pacman donde se busca aumentar el puntaje en un videojuego.
Lo que pasa es que las decisiones con visión de corto plazo traen consecuencias a nivel humano, que es donde se producen los resultados reales, y eso ocasiona muchos problemas de largo plazo a las organizaciones, y con ello me refiero desde empresas pequeñas hasta multinacionales.
Los empleados de estas empresas interpretan estas acciones en contra de las personas como "avaricia" cuando en realidad podría tratarse de adicción a los modelos.
El tema de la adicción de los banqueros a los modelos lo traté en mi post anterior Cómo ayudar a los banqueros ludópatas.
Al modelo no le importa de donde venga la ganancia para satisfacer los resultados del trimestre. Las utilidades pueden venir de vender más y producir más valor para el cliente, que es de lo que se trata una empresa.
O puede tratar de obtener más horas de trabajo por menos paga (explotación laboral), despedir, o puede reducir beneficios a las personas, en cuyo caso lo que se tiene son ganancias subsidiadas por el personal y no como resultado de una apropiada gestión en tiempos de crisis. El resultado de este tipo de actividades es que a corto plazo genera una fuga de personal talentoso y la empresa se convierte en una fuente de personal capacitado para otras empresas.
Si se observa el modelo financiero, la decisión de aumentar utilidades en le videojuego a costa del rubro de personal es lógica y más simple que tratar de vender más y producir más valor para el cliente. Esta visión responde a la idea de que los resultados virtuales son la causa de los datos de entrada del próximo periodo, que cualquier rubro que se recorte da igual, y de pensar que los seres humanos realmente no existen. Es igual que vivir dentro de un videojuego. En mi post anterior El sistema económico ¿es sólo un videojuego? apuntaba las aberraciones que ocurren al trasladar las conductas de videojuego al mundo real.
La educación en materia de negocios ha sumergido a los alumnos en una visión ideológica de un mundo virtual de modelos, un mundo sin humanos, y están creando adictos a los modelos. En CNN entrevistaban al decano de IE Business School respecto del estado actual del "management". Hablaba de que esta ciencia está aún en pañales, y que si se viera lo que decían los libros de medicina de hace 100 años uno se asustaría de ver lo que era la medicina en pañales. De hecho está en pañales, porque le hace creer a los que estudian negocios que la administración es casi como un videojuego. Lo peor de todo es que los que enseñan se han creido el cuento del videojuego, porque enseñan negocios pero no son gente que realmente haga negocios, sino una colección de gurús sin conexión con la realidad. Es así que Yale y Harvard, que le enseñan negocios al mundo, tuvieron pérdidas en 2009 (Harvard and Yale Report Losses in Endowments). En mi post anterior La verdadera visión empresarial señalaba la diferncia en el caso de una empresa que en su tiempo fue un lugar donde la gente aprendía a negocios como se debe.
En mayo de 2011 Bill Clinton se dirigió a los graduados del New York University y les habló de "malas ideas" que han prevalecido en los últimos 30 años. Una de ellas es no considerar a todos los afectados, sino pensar solamente en los accionistas (Bill Clinton's Commencement Speech: Our World Is Unequal, Unstable, And Unsustainable). Más que pensar en los accionistas, los directivos han estado pensando en ellos mismos en obtener números sorprendentes en tiempos de crisis, lo que dicho de otra forma significa hacer trampa. Los afectados no existen en el mundo virtual de los modelos, que en primer lugar no se diseñaron teniendo el bienestar humano en mente.
Para los que estudian finanzas, economía o los que estudian informática, los números y los modelos ofrecen un mundo con menores incertidumbres que el mundo de las relaciones humanas en el mundo real, y por eso pueden asumir la postura cómoda de encerrarse en ese mundillo virtual de certeza, en el videjuego. Pero es en el mundo real donde ocurre la verdadera acción, allí es donde se generan los resultados.
En la sociedad actual parece existir una extraña jerarquía de 3 niveles:
- Los que ganan dinero sin trabajar
- Los que hacen trabajo intelectual
- Los que realizan trabajos físicos
Se considera que el que gana dinero sin trabajar ha llegado a la cúspide del éxito (lo que algunos llaman la libertad económica), mientras que los que realizan trabajo físico en el mundo real, y son los que mueven la economía real son los que ocupan el estrato más bajo, y son despreciados en cierta manera por la sociedad. En mi post ¿Modelo parasitario chino o modelo feudal parasitario americano-europeo? apuntaba la razón por la cual el trabajo se ve como cosa humillante y despreciable, a partir de un modelo feudal occidental, y lo irónico es que en los países occidentales que ven así el trabajo, están perdiendo empleos, o sea, trabajo, precisamente por legitimar el modelo donde se puede ganar mucho dinero sin trabajar en el mundo real, sino simplemente mover dinero de un lado a otro en el mundo virtual.
La ideología que lleva a los modelos no se apega a la realidad, y por andar gobernando los países o las empresas con ideología y adicción a los modelos, obtienen resultados indeseables que no estaban previstos. El gran desafío que enfrentan estos adictos es tratar de entender un mundo sin modelos. Es que todo tratan de reducirlo a un modelo.
Si piensan en personas, ¿cómo puedo modelarlas e incentivarlas bajo un enfoque conductista? Si piensan en empresa, ¿qué me dicen las normas ISO? Si piensan en liderazgo, ¿que dice el modelo de Peter Drucker y los demás autores? El adicto buscará todas las formas posibles para seguir siendo un general de escritorio, metido en la certidumbre escapista de los modelos, en lugar de meterse al mundo real, donde tratar con personas es difícil, pero necesario. Y mientras sigan metido en los modelos, no podrá comprender el mundo real.
Nuestro trabajo es empezar a a enseñar a la gente a poner los pies sobre la tierra, a entender la realidad por ellos mismos, en lugar de usar modelos de realidad predigerida, usar la capacidad de pensamiento crítico para discernir y tomar nuestro propio concepto de la realidad basado en la realidad, y no en lo que nos cuentan los autores, los gurús y los ideólogos.