En la controversia sobre Repsol las cosas no parecen realmente claras. No parece haber un ganador con clara ventaja.
En CNN en Español un analista señalaba que realmente España no tenía mucho que hacer, porque en Argentina operan otras empresas "españolas" que podrían ser objeto de represalia si España se lanza, o lanza a países aliados, en contra de Argentina. Señalaba que en el pasado Argentina se negó a pagar su deuda y se salió con la suya, y cree que en esta ocasión no será una excepción. Señalaba que el impacto negativo sobre las inversiones podría ser temporal.
España está al borde de la crisis y financieramente tiene poco o nulo margen de maniobra y aún así anuncia represalias (El ministro español de Industria advierte que habrá más represalias). Argentina en cambio tiene poder de represalias, y podría renacionalizar bancos, telecomunicaciones y otras firmas energéticas "españolas".
Como PEMEX (Petróleos Mexicanos) es accionista, no es de extrañar que la reacción mexicana haya sido de apoyo a Repsol. Las reacciones de presidentes han sido muy variadas:
España quiere la guerra. La Unión Europea apoya a Mariano Rajoy pero sugiere diálogo. El mexicano Felipe Calderón parece un Rajoy enojadísimo. A los Estados Unidos no les gusta la expropiación de acciones de YPF, obvio. Pero tampoco quieren guerra con la Argentina. Y Brasil dice que la decisión de Cristina Fernández de Kirchner sobre el futuro de YPF es soberana, mientras que la presidenta Dilma Rousseff da un paso enorme: recibe a Julio De Vido, como lo hizo el viernes, que no sólo es ministro sino interventor de la empresa.
Fuente: Un mundo sin sanciones a corto plazo
El presidente venezolano, Hugo Chávez, dijo a su colega argentina, Cristina Fernández, que el pensamiento de su fallecido esposo, Néstor Kirchner, estuvo presente en su anuncio de nacionalizar la petrolera YPF de la española Repsol. (...) El comunicado detalló que ambos conversaron ayer y que Chávez aprovechó “para ratificarle personalmente su apoyo a la decisión de nacionalizar la principal empresa petrolera argentina, de conformidad con la doctrina de manejo soberano de los recursos naturales”.
Fuente: Chávez: Expropiación de YPF muestra vigencia de N. Kirchner
Dentro de Argentina la expropiación goza de gran apoyo popular, y los ricos rechazan la medida.
La expropiación del 51 por ciento de las acciones de la empresa española Repsol en la petrolera YPF es vista con buenos ojos por la mayoría de los argentinos, revelaron dos encuestas cuyos resultados fueron difundidos hoy. (...) Las dos razones fundamentales de ese apoyo son, en primer lugar, porque se considera que Repsol no hizo las inversiones necesarias para abastecer al país, y en segundo, porque el Estado debe controlar los recursos estratégicos, que no es bueno que estén en manos extranjeras, explicó Roberto Bacman. Según el director del CEOP, la postura proexpropiación es particularmente aceptada entre los jóvenes y los hombres, el 80 por ciento de los cuales apoya esta medida. Por otra parte, agregó, "nada menos que el 70 por ciento piensa que la tiene que manejar (a YPF) el Estado" y más del 60 por ciento de los encuestados considera que éste desarrollará una buena administración. Con relación a la estructura del voto según las franjas socioeconómicas, Bacman explicó que el sector de mayor poder económico, muestra también mayor rechazo: un 32 por ciento.
Fuente: Amplio apoyo a expropiación de YPF en Argentina, según encuestas
Se apunta a un posible juicio para reclamar.
Todo indica que la vía de los tribunales es la única que le queda a Repsol. El Senado argentino ha empezado ya a debatir el proyecto de ley que da cobertura legal a la expropiación, que cuenta con un apoyo popular en Argentina. Para Brufau, según dijo el martes, Fernández tomó la decisión de volver a nacionalizar YPF, que Repsol compró al Estado argentino en 1999 por 13.000 millones de dólares, para tapar la crisis social y económica que sufre el país latinoamericano. La petrolera española tiene la intención de llevar sus reclamaciones ante el tribunal de arbitraje del Banco Mundial, el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI). De forma paralela, el Gobierno español ha anunciado que denunciará a Buenos Aires en los foros económicos mundiales.
Fuente: Repsol augura una batalla larga en los tribunales por la expropiación de YPF
Si se tratara de un juego de futbol, termina el juego y tras la pelea de hinchas, realmente no habría nada que lamentar. Lo que pasa es que las cosas no son así. Realmente las cosas se podrían complicar para España.
Si España va a juicio por el caso YPF, ¿tendrá el dinero para pagar el juicio? ¿O estarán en el gobierno español tan seguros de ganar el juicio? ¿Quién pagará el juicio? ¿Los argentinos, Repsol, o los españoles con sus impuestos? Con una España financieramente debilitada, ¿tendría la guerra de Rajoy algún efecto en el paro de los españoles en virtud de represalias argentinas? ¿Están los españoles tan dispuestos a defender a Repsol como para estar dispuestos a sacrificar sus empleos por Repsol en caso de eventuales represalias argentinas?
En realidad si Repsol se sale del juego en Argentina, y si realmente el interés argentino es que le den el suministro de petróleo que necesita, imagino que Chevron, ExxonMobil y ConocoPhilips podrían tener posibilidades de competir, de sacar una tajada al desplazar a Repsol, de modo que es algo improbable que España tenga aliados reales, más allá de una declaratoria retórica de los gobiernos anglosajones. Imagino que Andes Energía y President Petroleum también con participación anglosajona, podrían querer sacar una tajada de la caída de Repsol en Argentina. De esta manera, imagino que en el mundo anglosajón realmente no debería haber demasiada preocupación por el problema de Repsol. El lío de Resol arroja más preguntas que respuestas sobre el futuro.
La controversia está que arde. El futuro es ciencia ficción. Y espero que cada parte considere bien las consecuencias de meterse en una pelea, porque una vez adentro es difícil salirse. Dicen que para una pelea se necesita tener pies para meterse, y cabeza para salirse.