El pasto siempre se mira más verde al otro lado de la cerca. Esto causa que los españoles se sumerjan en el pesimismo, que se consideren inferiores a los millonarios, en la era de los millonarios de panteón. El mundo no es como lo pintan. No todo lo que brilla es oro. Analicemos las condiciones de vida de los millonarios.
¿Qué es la riqueza?
¿Qué es la riqueza? Si tienes poco dinero, piensas todo el tiempo en dinero porque lo necesitas y no lo tienes para satisfacer necesidades básicas. Si tienes demasiado, te desvives porque no quieres que pierda su valor, no quieres que te lo quiten y no quieres que nadie malgaste ese dinero al que prácticamente dedicaste tu vida. Entonces la riqueza es un punto intermedio, donde realmente no necesitas pensar en dinero, porque ni te falta ni te sobra.
George Soros en una entrevista había indicado que tuvo problemas de salud y tuvo que bajar la media de la marcha en su gestión de dinero. El dinero estaba ocupando demasiado tiempo en la mente de Soros, y si no sólo de pan vive el hombre, tampoco vivir en la ludopatía del dinero es la solución existencial, especialmente porque ese juego está lleno de estrés.
Te preguntas lleno de extrañeza, ¿por qué se ha de desvivir por dinero alguien cuya fortuna hizo quebrar al Banco de Inglaterra?
Padres generosos
Si imaginas al padre generoso (o madre generosa) que deseaste ser, que deja una vida menos difícil a sus hijos, algo que hoy día quisieras que fuera así, e imaginas que ese sueño se hace realidad, realmente sentirías algo hermoso en tu corazón. Es que miras atrás y miras todas las luchas que tuviste para que tus hijos vivieran mejor, te quitaste el bocado de la boca para que pudieran comer. Y ya grandes miras que sea el que sea el rumbo que tomen luego, no hubo mejor cosa que hacer para realizarte en tu labor de paternidad/maternidad. También piensas hacer que al morir tú, tu herencia le quede a tus hijos para que no vengan terceros a arrebatarles aquello por lo cual tú trabajaste y sudaste. No te imaginas a un buen padre o madre haciendo algo distinto. Y entonces miramos a los millonarios...
¿Qué tienen en común Sting, Bill Gates y Warren Buffett? Los tres tienen inmensas fortunas y ninguno de ellos piensa dejárselas a sus hijos. Sting acaba de revelar que la mayor parte de sus 300 millones de dólares no terminará en manos de sus seis hijos adultos. "Estoy seguro de no querer dejarles fideicomisos que sean una carga", declaró el músico a la prensa en junio. "Que trabajen. Todos mis hijos lo entienden y rara vez me piden algo; realmente aprecio y agradezco que sea así." - Padres ricos, hijos "pobres": los millonarios donan su fortuna
Millonarios que dejan a sus hijos sin ´un centavo´. Puede sonar inverosímil pero parece que esta postura ya empieza a convertirse en una tendencia. El altruista más famoso entre las personas más ricas del planeta es el fundador del gigante informático Microsoft, Bill Gates. El empresario, cuya fortuna asciende a 50.000 millones de dólares, declaró que dejará a sus tres hijos tan solo 10 millones. Warren Buffett, un exitoso inversor y jefe de la compañía Berkshire Hathaway, que en 2010 fue el tercer hombre más rico del mundo, coincide con Gates en cuanto a la herencia de sus hijos. En 2006 Buffett declaró que el 99% de su fortuna se destinará a fines benéficos, ya sea durante su vida o después de su muerte. Por su parte, el director de cine George Lucas, 'el padre' de La Guerra de las Galaxias, también planea dejar a sus tres hijos un porcentaje mínimo de sus posesiones. A su vez el propietario de la cadena CNN, Ted Turner, que trabajó "muy duro" para tener lo que tiene, quiere que sus hijos también trabajen para alcanzar lo que deseen en la vida. - Hijos de millonarios sin 'un céntimo', una nueva tendencia que gana adeptos
Resulta que si donas tu dinero a una ONG de beneficencia, sabemos que lo normal es que el 85% de lo gastado se vaya en gastos administrativos, con lo cual miramos que en realidad el millonario al morir en lugar de heredar su dinero a su familia, lo hereda a un gestor, que puede hacer "buen uso" del dinero o un mal uso. Un buen uso del dinero en filantropía consiste en ayudar a los pobres, que son los que necesitan dinero y no tienen. ¿Acaso esa es la mejor manera de ayudar?
La mejor manera de ayudar a los pobres
Si miras a un hambriento, ¿qué será mejor? ¿Darle un plato de comida o darle un empleo para que pueda comer todos los días? Lo primero es limosna y subsidio, lo segundo es capitalismo. Cuando empieza a repartir empleo, y suficiente empleo para que alcance a muchas personas, entonces hay una recuperación económica y la creación de una clase media amplia. Los precios pasarán de los niveles recesivos a los niveles normales y habrá una inflación temporal causada por la normalización de precios, lo cual ayuda a los empresarios.
El problema para hacer esto es que se perjudica al bonista, porque la inflación reduce la rentabilidad de los bonos, y la deflación que causa desempleo mejora la rentabilidad de los bonos. Los bonistas se enojarán si hay recuperación. Los millonarios poderosos podrían con su influencia y su dinero crear las condiciones para esa amplia clase media, pero imagino que es más importante no enojar a los colegas que su filantropía. ¿Cual es la gana de no enojar colegas?
Si alguien ganó dinero como especulador, ayudando a inflar burbujas o a desinflarlas, a causar bandazos económicos que causan inflación (pérdida de poder adquisitivo) o deflación (desempleo), entonces la filatropía básica sería devolver el bienestar a los que la perdieron con los bandazos, algo que no ocurre. Entonces vemos que el especulador realmente no llega a ser filántropo mientras no logre esa filantropía mínima que no compensará los momentos de pobreza vividos entre el bandazo y la herencia filantrópica.
Pero miramos que muchos de los interesados en no heredar dinero a sus hijos no son especuladores, por lo que probablemente trabajaron duro para llegar allí. No deberían sentirse amenazados si se pone fin a la especulación, por lo que una buena manera de ser filántropos consiste en destruir o disuadir la especulación que daña la economía real porque impide a los gerentes y CEOs de empresas planificar el futuro de largo plazo. La especulación se come el poder adquisitivo del ciudadano o la estabilidad laboral. Sería más filantrópico que los millonarios heredaran estabilidad laboral, que es lo más capitalista que podrían hacer. Con estabilidad laboral la gente puede planear su vida normal, estudiar, casarse, tener familia, vivir una vida tranquila.
A como haya más economía real, tendría que haber un incentivo para trabajar, lo cual implica que el mundo financiero debe tener una rentabilidad por debajo de la rentabilidad de la economía real. De lo contrario, a los que trabajan les irá peor que los que no trabajan, en cuyo caso pedir a los hijos de millonarios que trabajen, sin crear las condiciones para que trabajen duro, es como lanzarlos a la miseria, es maltrato paterno, agresión. Conforme hay más incentivo para trabajar, a los especuladores les va peor, porque deben trabajar en lugar de dedicar sus vidas a la ludopatía del algo-trading donde trabajar significa contratar a un informático para que evite que la red informática se caiga.
La mejor manera de ayudar a los pobres es reducir la pobreza al crear una amplia clase media. Lograr eso es posible si los millonarios filantrópicos de verdad usan sus influencias y dinero para que todos los países funcionen así, porque si mejoran un país y no mejoran al país vecino, entonces habrá inmigración. La solución contra la inmigración es crear una amplia clase media en el país vecino. Aunque la gente tenga idea de que los inmigrantes son aventureros, en realidad son gentes que abandonan a sus familias por desesperación económica y se lanzan hacia lo desconocido porque es mejor una esperanza incerta en el extranjero que una miseria segura en su propio país. Es doloroso para muchos separarse de sus hijos y sus familia, arriesgar la vida para luego andar escondiéndose como criminal, por el crimen de ser pobre y estar en tierra extraña.
Si no te gusta la inmigración, deberías ser un activista que trata de que tu gobierno presione y empuje a los políticos del país vecino para que dejen de ser corruptos y empiecen a crear una amplia clase media. Para hacer eso no necesitas ser rico. Imagínate lo que los ricos magnates millonarios sí podrían hacer.
Entonces miramos la filantropía de los especuladores y nos preguntamos si lo donado es inferior o superior a la miseria que la especulación causó cuando vinieron los bandazos que les hizo ganar dinero. Si ese 15% del dinero de las ONG llega a los pobres, pero es inferior a la miseria causada por la especulación, te preguntas si la susodicha filantropía no es más un intento de comprar salvación a los mercaderes del más allá, o más bien un intento de acallar a la conciencia con una limosna.
Miramos a los millonarios no especuladores que no le deben miseria a los pobres, y nos preguntamos si ellos en lugar de donar su dinero a empleados administrativos podrían usar su dinero para crear empleos, en lugar de arriesgarlo con gestores que podrían robarse el dinero. Lo bueno es que al crear empleos con organziaciones rentables, esa rentabilidad podría ayudar a generar más empleos aún. No lo están haciendo, pues más bien están recortando empleos. ¿Acaso lo donado compensa los empleos recortados que además empujan a la gente a la informalidad o a aceptar menores salarios? Al final la filantropía será mayoritariamente regalar dinero a un extraño, un gestor de cuyo criterio dependerá al uso del dinero. ¿Trabajar toda la vida y quemarse las pestañas para al final de la vida donar dinero a un extraño? ¿Cuánta realización personal hay en eso? Tal vez lo que trae ganancia es el marketing de "filántropo", ponerle una etiqueta a un nombre propio de alguien que ya se murió. ¿Cómo saben los millonarios que el gestor del dinero no es un tiburón oportunista? ¿Es mejor dar tu dinero a un potencial tiburón oportunista (que te dice que reparte generosidad) o a tus hijos o a los pobres?
Millonarios y los problemas cotidianos
No por tener dinero los ricos se libran de los mismos problemas del resto de las personas. Sin embargo, tener dinero puede hacer que las disputas familiares se vuelvan un espectáculo público. Veamos este divorcio que ha dejado sin abastecimiento de gas a Costa Rica.
Los empleados de Gas Nacional Zeta piden a las autoridades judiciales y gubernamentales del país que esclarezcan quién es la persona legalmente autorizada para tomar la gerencia de la empresa. Actualmente, esa representación la disputan dos personas, cada una acuerpada por las partes que pelean el control de la empresa, luego del divorcio del matrimonio conformado por Miguel Zaragoza y Evangelina López. En la acera de enfrente, Noel Bustillos, anterior gerente y respaldado por López, considera que debe seguir al frente de la empresa, pues así estaría estipulado por la decisión de un juzgado en Texas y la Sala Primera de Costa Rica. El diferendo se hizo público cuando la disputa interna por la empresa se tradujo en un desabastecimiento del producto, tras el cierre de las plantas de La Lima y El Coyol. - Empleados de plantas cerradas de Gas Zeta no verían afectado su salario
Una disputa que normalmente es pequeña, en el fuero privado familiar, empuja un pronunciamiento presidencial que indica que no habrá desabastecimiento y que el gobierno tomará decisiones para que eso no ocurra. ¿Te imaginas? Un pleito familiar ahora tiene ocupado y preocupado a un presidente y un consejo de gobierno de todo un país. Si ya un divorcio es algo duro, no ayuda a suavizar el hecho de que todo un país se entere de la telenovela. A nadie le gusta ser protagonista de telenovela cuando todo viene de una tragedia personal a edades tardías. ¿Habría sido menor el asunto si se tratara de un ciudadano ordinario? Los ricos también se divorcian. Los ricos también lloran.
El uso de dinero por parte de los ricos
La gran diferencia entre gentes conmentalidad de pobres y los que tienen mentalidad de ricos es la manera de usar el dinero. Los que piensan como pobres quieren gastarlo, y no les interesa la rentabilidad. Los que piensan como ricos sólo quieren tener más dinero y no gastan mucho, al menos no tanto como podrían, y aunque sean ricos, buscarán que les des todo a precio de pobre. Y por supuesto no faltan los tiburones oportunistas que quieren vender cosas a los ricos con sobreprecio.
De esta manera los pobres gastaron lo que no tenían y acabaron más pobres, porque cuando les ofrecieron endeudarse no comprendieron que era un pacto con el diablo. Y al final el pobre muere con algunas cosas (porque otras fueron expropiadas o vendidas en casa de empeño a precios ridículos) que no se llevará al más allá, y el rico se muere con enorme fortuna que no se llevará al más allá.
En los videojuegos cuando juegas al caballero en brillante armadura, y te esfuerzas por ganar dinero y comprar el mejor equipo, y luego pierdes el juego salvado por un error de software, tienes algo similar a lo que ocurre con una fortuna de alguien que se muere. El jugador deja de jugar y nunca más podrá acceder al juego o al equipo que con tanto esfuerzo consiguió. Es morir el avatar del juego y renunciar a toda su fortuna. En el mundo físico, es lo mismo que convertirse en faraón egipcio, enterrado con una fortuna que no puede disfrutar en el más allá. A los millonarios también les llega el día en que su juego salvado se borra en el videojuego de la vida, que es mucho más que el angosto videojuego online de las finanzas.
Podemos imaginar a un pobre astuto que se las arregló para morir "millonario con cosas" (compra mucho y se muere sin pagar), endeudado sin pagar, y habrá heredado deuda a otros, y eso es algo que no es nada filantrópico. Llegó al cementerio con millones en forma de commodities.
Amor hacia los hijos
El millonario que dedicó toda su vida a ganar dinero, no le deja el dinero a sus hijos, sino a un gestor, un extraño. Y todo ese dinero nunca lo gastó, nunca lo disfrutó. Odia el concepto de derrochar el dinero, y eso implica gastar y disfrutar el fruto de su trabajo y le niega ese dinero a sus hijos también. Llegó al cementerio con millones enterrados en el cofre del mundo financiero. Llegó millonario al panteón. Y por eso he llamado a este post "los millonarios de panteón", quienes nunca hicieron nada más que ganar dinero, simplemente con el fin último de llegar millonario al panteón. Si hubo otros objetivos en la vida del millonario, y que no se materializaron en realidades, entonces son irrelevantes, y el objetivo por defecto se vuelve ser millonario de panteón.
Con millones habrá peleas familiares por la herencia, hijos ofendidos porque vieron que sus padres no les dejaron nada. Dirán "papá/mamá no me querían porque le dejaron su dinero a un extraño y no a mí. No sólo no me querían sino que no confiaban en mí y en mi capacidad de gestión". Y no dejarían de tener razón. Un hijo al que no se educa para gestionar su dinero responsablemente no lo va a hacer ni con poco dinero, ni con mucho. Si los padres estuvieron muy ocupados gestionando y no hicieron partícipes a sus hijos para que cometan errores y aprendan, no crearon el plan de sucesión de negocios con los hijos, la culpa es de los padres, y así el heredero es el gestor de la ONG. Es decir, tras de que no educan a sus hijos, le dan el poderoso mensaje de "heredo esto a terceros porque no confío en tí". Ese es un mensaje muy feo. Mejor sería que dijeran sinceramente "te desheredo por el pecado de ser mi hijo(a)".
Cuando estás muy ocupado gestionando tu empresa, realmente no vas a tener mucho tiempo para la familia. Es entendible que haya ausencia paterna, desconexión emocional entre padre e hijo. Si en el proceso de crecimiento de la empresa los hijos estuvieron ausentes, eso es como si al construir la granja los hijos estuvieran ausentes, los hijos no van a saber cómo criar a los animales. Y en el caso de un granjero eso sería malo, y en el caso de magnates es peor.
Podemos inferir una vida familiar afectada por la ludopatía, una distancia emocional que termina como el acto de desheredar a los hijos por medio de la corriente de la moda de los millonarios. La desintegración familiar alcanza a los millonarios también.
Corolario
Como ciudadano común aspirabas a una vida normal. Una vida normal no cuesta tanto dinero, al menos no requiere ser millonario. Tener o ganar más dinero del que puedas usar para tus necesidades, y encima tener que sufrir por ello, es un desperdicio.
Como padre aspirabas a dar un futuro mejor a tus hijos. Con o sin herencia, si tus hijos saben salir adelante, sabrían hacerlo con o sin millones. Si se educaron para gastar, serán siempre deficitarios, aunque tengan mucho dinero o poco, porque con poco dinero siempre está el crédito. No heredarles dinero no les hará menos deficitarios.
Y es una chorrada ser millonario y heredar tu dinero a extraños, bajo la excusa de filantropía, especialmente sabiendo que una gran tajada del dinero nunca alcanzará a los pobres. Si las ONG no entienden lo que es un pobre, o si no generan empleo, es dinero malgastado en limosna. Se podrá criticar los subsidios del gobierno de Argentina impuestos por Cristina Fernández, y entonces será igualmente criticable que un millonario derroche dinero en limosnas y subsidios que se agotan, en lugar de inmortalizarse creando emlpeo que es más duradero y sostenible para combatir la pobreza. Y eso si acaso el dinero alcanza a los pobres, porque puede quedarse de camino en las manos de un oportunista. Es una filantropía inefectiva, derrochadora.
Al final, ¿el sentido de la vida es convertirse en millonario de panteón? ¿O acaso la realización en la vida y el sentido de la vida es algo más?
Buenaventurados los ludópatas, porque ellos vivirán enajenados y engañados, y vivirán la suprema vida de millonario de panteón, creyendo que su vida fue algo más que gastar la vida en ludopatía, para llegar millonario al panteón, y heredar el dinero a oportunistas. Esos son los únicos millonarios que no verán su vida como un gran desperdicio.
Los millonarios que no creen que Dios es relevante, o los que dicen creer pero en la vida cotidiana no son practicantes, tratarán de vivir para siempre, pero sabemos que nadie controla a la muerte, como Michael Jackson no lo hizo. Tendrán dinero para pagar doctores, pero no pueden comprar a la muerte. Y no se libran de los errores médicos y negligencias, intencionales o no, ni de los mercaderes de la salud que tratarán se succionarles el dinero al final de sus vidas porque saben que pueden pagar. En materia de salud el dolor es el mismo en un pobre que en un rico. Y estando cerca de la muerte muchos acuden a Dios, y otros no lo hacen y no entienden a los que sí, porque no se le puede explicar o describir el sabor de una manzana a alguien que no ha comido manzanas.
La única diferencia entre una escuela de niños pobres y de hijos de millonarios es que los ricos nunca llegarán a la escuela sin desayunar. En todo lo demás son igualmente vulnerables a todos los problemas familiares de abandono, violencia física o psicológica, embarazos adolescentes, desgano de padres que no querían hijos, desintegración familiar, divorcios, etc.
Los millonarios no pueden hablar públicamente en contra del sistema. No tienen libertad de expresión. Algo tan simple como poner créditos al final de la película y no al inicio, o tener actores pricipales negros en la película Red Tails, es un acto antisistema insignificante que le valió a George Lucas unos momentos muy duros. ¿Te imaginas lo que le harían si el millonario criticara al Griesa, o a los fondos buitre, o a las reformas del FMI que empobrecieron a Somalia?
Incluso George Soros que es billonario influyente y es de los más vocales, se limitan a hacer tímidas y raquíticas críticas genéricas al hablar de que se debe revisar los peligros de los derivados. Jim Rogers también apunta de forma genérica que el sistema actual es un sistema que "le quita a los competentes para dar a los incompetentes, ara que compitan contra los competentes". Esa timidez en la crítica nos recuerda la era soviética cuando los periodistas rusos indicaban que "no hay atmósfera para hablar de ciertas cosas", una tímida crítica también.
Aunque los ves en aparente felicidad con sus grandes casas y coches, están atrapados en un sistema que no pueden criticar, aunque estén en desacuerdo. Por lo tanto, lo único que podemos ver de ellos es la propaganda acerca de lo maravilloso que es ser millonario.
Imagina a algunos millonarios o hijos de ellos, que podrían envidiar la simplicidad con que vives tu vida, que renunciarían a toda esa jaula de oro para vivir una vida con más significado.
El pasto siempre se mira más verde al otro lado de la cerca, y por eso es que podrías querer ser como el millonario, pero lo que miras es tan sólo un ideal, una utopía, no la persona real. Cuando conoces a gente realmente adinerada, miras que son gente como tú o como yo. La gente petulante no es realmente la gente realmente rica, sino sólo los "wannabe" (lo que quisieran ser y no son) que estando en los estratos bajos de la riqueza, se creen los cuentos de princesita arrogante.
Mientras que para tí un viaje podría ser algo maravilloso, para un niño adinerado puede ser una molestia, porque significa empacar, hacer filas, aburrirse, a veces significa ir a lugares donde no quiere ir. Un joven que creció en jaula de oro, lejos de la gente en una gran hacienda privada, cuando salga al mundo no va a saber qué hacer. Y entonces toda esa "protección" se convierte en discapacidad social. Tus hijos conocen el mundo, aprendieron a escoger a sus amigos en la escuela, atravesaron adversidades, y ahora con la crisis aprenden lo que no debe ser, y se han de ir preparando para cuando les llegue la hora de gobernar.
En muchos sentidos tus hijos podrían ser más dichosos que los hijos de millonarios. Ellos comprenden su entorno, comprenden a la gente. Y si les preparaste para tener nobleza de carácter, y les diste una mano y los levantaste con palabras y abrazos cuando estaban desmoralizados, entonces cuando lleguen alto a punta de esfuerzo, serán realmente grandiosos.
Imagina que eres millonario. ¿Te imaginas a tus hijos de 30 años todavía estudiando sin definirse por una carrera porque realmente no creen necesitarla, con el mejor coche y un apartamento pagado por tí, una mucama y un cocinero que hacen los deberes de la casa? ¿Qué le queda a tu hijo entonces? Te mueres y el negoco familiar en el que los hijos no se metieron se viene abajo o fue heredado a los gestores, y sin saber conectarse con otras personas, sin saber lo que es vender en una tienda o saber lo que es tener un empleo de 9x5, ¿cómo va a sobrevivir? Es igual de fácil pasar una tarjeta para pagar 100 Euros o 100 mil millones. ¿Será mejor la vida de tu hijo o la del millonario? Un hijo ingenuo y millonario siempre tendrá tíos o amigos dispuestos a despellejarle y quitarle el dinero. Así también son las familias de millonarios.
Con la crisis seguro que a tus hijos les costará más lograr lo que tú lograste. Pero eso será mejor que lo que el hijo de millonario podría lograr si de pronto le pones en la circunstancia de tu hijo.
El pasto siempre se mira más verde al otro lado de la cerca. ¿Estás desmoralizado por la crisis? No deberías. Si tu vida y la de tus hijos no funciona con el único objetivo de volverse millonarios de panteón, sino lograr sueños y planes de vida que llevan bienestar a todos, convertir la insatisfacción para con la forma en que funciona el mundo en impulso reformador para cambiar y hacer de este un mundo mejor, vivir una vida feliz en largo plazo, tienes una dicha que muchos adinerados no tienen. Vivimos en la era que engrandece mediáticamente a los millonarios de panteón. Pero eso es tan sólo un personaje estereotípico para atontar masas, como lo fue el emperador para los soldados japoneses. Para los japoneses era casi un dios, pero en realidad era sólo un títere de los militares, que debía callar en su jaula de cristal y no oponerse nunca al sistema.
La pobreza antes se asociaba con vagancia, y por eso la pobreza era estigma. Pero hoy en que la pobreza viene cuando los banqueros mueven palancas, adquiere una nueva connotación. Quizás los que hoy son adultos no lo comprendan, pero los hijos si entenderán que no hay diferencias entre ricos y pobres, y llegará el día en que los ricos y pobres vayan a los mismos supermercados. Será el día en que se entienda que el dinero es sólo un marcador de videojuego, y la pobreza no depende del trabajo, sino de la falta de empleo que se mueve por designios de gentes inalcanzables en un rascacielos que toma decisiones sin conocer a los afectados. La pobreza dejará de ser estigma. Que no te preocupe ser loco, ser poeta, ser artista, o ser pobre.
Igual puedes ser personaje conocido de la vida de tu país o hacer cosas que otros sólo desean hacer a pesar de tener un origen pobre o a pesar de que tu familia no te ayude y más bien te trate de hundir. Yo ya lo he visto y seguro que tú podrás también. Sólo los petulantes, los "wannabe" princesiles te discriminarán por ser pobre. En realidad que te aparten es una cosa buena, porque no querrás vivir cerca de esa gente que no entiende que cualquiera puede convertirse en pobre. No hay garantías en la existencia humana.
El pasto siempre se mira más verde al otro lado de la cerca. Que no te desmoralice la crisis, que no te aplasten con mitos acerca de las bondades de la vida de los millonarios de panteón. Nunca lo olvides.