El dilema energético de Gran Bretaña

¿Te dije que las élites iban a estar muy estresadas en 2023?  Bueno ya el estrés comenzó antes de lo previsto.

Unos buques rusos han estado navegando cerca de Gran Bretaña.  Esto ha encendido las alarmas, y bajo la percepción británica eso parece una provocación a los halcones británicos amantes de la guerra.  Pero a diferencia de las provocaciones de la OTAN en el Mar Negro de hace unos meses, o de EEUU en las cercanías de Taiwan, las circunstancias son muy diferentes.

Para los estrategas eso se mira como un posibe acercamiento para tener en Irlanda un aliado. Después de todo, Irlanda sufrió una hambruna en el pasado y Europa nunca fue muy solidaria hacia los vecinos.  Esta divergencia podría ser aprovechada por Rusia para tener amigos en el "patio trasero" de Gran Bretaña, y la puerta trasera de la OTAN.  Después de todo, los irlandeses siempre han sido menospreciados históricamente como ciudadanos de segunda.

Para los estrategas, también es una seña preocupante de falta de armas para defender Gran Bretaña.

Y quizás eso sea exactamente lo que Rusia quiere que los británicos piensen.

El gran dilema viene de que hay 4 cosas que puedes hacer con la energía:

Calentar hogares te sirve para mantener viva la fuerza productiva y no tener disturbios sociales, que ya los precios empujan bastante hacia disturbios sociales.

Producir para consumo nacional sirve porque si no habrá estantes vacíos para la población y disturbios sociales resultantes, y hambre.  Si los grandes reseteadores quieren causar hambre en occidente, presionar desde afuera para reducir la producción les ayuda en el corto plazo, pero a largo le niega a los reseteadores el control, porque es de bandazo y en un momento distinto al planeado.  Ni hablar de la inflación si bajas la producción para uso nacional.

Producir para exportar. Bajo la nueva premisa económica, una moneda es tan fuerte como sus exportaciones.  Significa también que los extranjeros compiten con los nacionales por la producción, sumando inflación.  Si deciden optar por exportar y no la producción nacional, pasará como en China en tiempos de Mao en que China exportaba comida, y sus habitantes se morían de hambre.

Producir armas. El problema de producir armas es que las armas no amplían los medios de producción, son mero consumo. Es tomar dinero y energía para producir cenizas y escombros, desde una perspectiva económica.  Los militares tendrán su opinión distinta, pero en lo económico esto es innegable.  Además empuja inflación, porque reduce la cantidad de recursos disponbles para consumo nacional o exportación, pues compite por insumos con la producción.

Claramente si Gran Bretaña usa más energía para producir armas, reduce la energía disponible para todo lo demás.  Lo anterior es claramente extrapolable al resto de la OTAN. 

Mientras tanto, el gas que Europa no quiere comprar, para no pagar en rublos en bancos rusos, está siendo quemado.  Sólo se necesita abrir Nordstream 2 y todos felices y contentos... menos las élites occidentales.  Pero eso significaría fortalecer al rublo, pero la hegemonía del dólar es sagrada.  Es la fuente de poder de las élites occidentales.

Eso significa que los políticos europeos van a tener que escoger en qué van a gastar la energía, y a diferencia del dinero, no hay forma de ser deficitario en energía, no puedes endeudarte con el sol para que te preste energía a un tipo de interés.  Desde una perspectiva presupuestaria, es una experiencia muy educativa para los políticos.

Con la muerte de Darya Dugina, y el comentario de Biden que apunta a cambio de régimen en Rusia, la élite occidental ya cruzó todo umbral de negociación.  De todos modos el famoso George en el famoso foro, ya había dicho "si Rusia gana, será el fin de la civilización".  Y claro, eso es preocupante, porque nadie puede imaginar una civilización donde tengas cosas y no puedas comer cigarras. El estrés para las élites es que sólo una de las élites puede quedar en pie.  Ya se cruzó el punto de no retorno donde podrían ser amigos de nuevo mediante alguna salida política a la situación.  Las narrativas podrán volcar audiencias populares, pero no a los políticos de otros países.

Y por eso es que las élites y los políticos van a tener mucho estrés de fin del mundo.  Yo creía que el divorcio iba a ocurrir en 2023, pero ya sabes. La política tiene su extraña manera de dar malas noticias, pero ahora será para políticos y élites.

El gran reseteo es una demolición controlada, un juego gradual de sillas musicales en un plan de la mayor redistribución de riqueza de la historia humana.  Es controlada porque si se sale de control, las mismas élites pierden.  Y se está saliendo de control.  Aunque parece que la agenda 2030 reseteadora avanza, no avanza exactamente como debiera.  Y eso causa mucho estrés a las élites.  Llegado algún momento, si se descontrola la demolición, la aparente ganancia de las élites reseteadoras puede desestabilizar los planes reseteadores y arrastrarles con la marea.

¿Si todo está mal en la demolición, por qué entonces no tenemos caídas estrepitosas del S&P500?  Es que esta es una guerra a fuego lento.  Ya nos acostumbramos a ver crisis en formato de bandazos en 2008.  En esta, si tenías tu alacena lista para el apocalipsis, sería una crisis donde tendrás que vigilar fechas de vencimiento de productos para ir consumiéndolos y reponiéndolos.  Tu alacena anticipaba bandazos de gran reseteo, pero esta guerra energética irónicamente obliga a suavizar los bandazos aunque pone en aprietos la macroeconomía.  Por eso es que yo te decía en otro post, que era el fin del mundo, pero no para tí.  Que iba a ser peor para élites y políticos.

Europa aún no es energéticamente inviable a nivel de cada país. Pero si afrontan mal los dilemas, podrían serlo.  Y las élites sí podrían sufrir bandazos.  Si Europa sigue a los halcones, napoleoniza estas olimpiadas de invierno que se aproximan para Europa.

¿Te imaginas vivir sin déficits?  Esa parece la enseñanza energética financiera de los maestros espirituales de los hidrocarburos.  Va a ser todo un cambio de mentalidad.

Con la navegación de los buques rusos, los militares británicos ven necesidad de más armas.  Yo veo estrés para las élites.  Pero no te preocupes, habrá más estrés para las élites y los políticos en 2023 y 2024 a como se den de golpes entre ellos. Será el fin del mundo, pero para ellos, no para tí.

Las élites ven complejos planes dentro de planes. Yo sólo veo macroeconomía.  La macroeconomía tiene sus reglas, como cualquier juego de mesa, no es algo que una élite pueda corromper un sistema judicial, ni puedes tener el sueño de opio de la riqueza infinita.  En macroeconomía no hay almuerzo gratis.

Imagina dejar que la gente se muera de frío para proteger al dolar.  La razón para no quitar las sanciones es, aparte de un problema de ego político, la negativa a usar el rublo y revaluarlo.

Es una guerra que no es entre países, sino entre élites. Y a ninguna de las élites les importa tu bienestar o el mío.

Hay dos maneras en que las élites pueden aprender. Tomando consejo o tocar fondo y aprender a cavar.  

Si tomaran consejo, se sacrificarían para crear una amplia y próspera clase media en sus países y sus aliados, para tener una base de poder monetario, pero sospecho que querrán seguir sus ideales de autores ideólogos (que la ideología es mera creencia) que vivieron antes de que la macroeconomía estuviera madura, jugando minijuegos para manipular números antes de la corrección, querrán pasar sus problemas a otros como les es costumbre, y tendrán que tocar fondo de la manera desagradable, y por eso anticipo muchísimo estrés para las élites y sus esbirros políticos.

¿Cuántas veces debe el arrogante tropezar contra la pared para ver que por allí no hay paso?  El dilema británicio de hoy es sólo el inicio del estrés.  Las élites van a tener que aprender yoga y tomar mucho té de tilo.