Islandia fue el único país valiente que venció los miedos mediáticos y se negó a rescatar a bancos quebrados, se negó a premiar el fracaso, enfrentó con valentía los ajustes, y persigue a los banqueros por sus crímenes, pues ya hay rostros en Interpol que se buscan.
Presiones bancarias
Como he mencionado en posts anteriores, desde agosto de 2010, los bancos han estado creando pánico apocalíptico en el mundo, pintando fantasmas en la pared, haciendo creer que la quiebra de bancos es el fin del mundo, para hacerse rescatar y ganar millones sin esfuerzo, subsidiados y premiados por los contribuyentes. Para presionar, incluso las agencias de rating le bajaron la calificación a Islandia, cuando todos sabemos que dichas agencias trabajan para los banqueros.
¿Qué implica la quiebra?
Cuando el banco quiebra y se liquida, se pone en evidencia que los bancos tienen menos dinero del que dicen tener (gracias al sistema de reserva fraccional que hace que los bancos inventen dinero contable, que es en realidad dinero falso en el imaginario contable), lo que convierte automáticamente la actividad bancaria en un fraude de Ponzi legal. El panorama apocalíptico viene pintado por este escenario. Lo que debió ser apocalíptico era que se viera que la banca es un fraude de Ponzi, pero en lugar de lavar la ropa sucia con el rigor del proceso de limpieza, decidieron esconderla con rescates.
Cuando el banco quiebra y se restructura, no es el fin del mundo, sino que se renegocia con acreedores y se interviene el banco y los ejecutivos pasan por el molino de la investigación criminal. Es desagradable para los ejecutivos bancarios.
La crisis de la crisis: Mentalidad de auditor ciudadano
Islandia no hizo eso (Dos islas hundidas por la banca).
Y tal y como lo dije en mi post, España tiene deuda, pero no crisis de deuda (La banca española no es la irlandesa). ¿Recuerdan lo que les dije en mis posts anteriores? Bueno, ahora vienen los medios a darme la razón.
Y tal y como lo dijo el rankiano economista Tomás Iglesias, España lo que tiene es una crisis de clientes. Dicen que España crecerá pero el paro no bajará, lo cual es síntoma de que los que se recuperan son los ricos, y aumenta la polarización social en España (Los expertos creen que la economía crecerá más, aunque el paro no bajará del 20%). Esto es un trabajo para los auditores ciudadanos españoles.
Dicen que en río revuelto, ganancia de pescadores. Los banqueros han querido revolver las aguas con mentiras para que los ya maltratados españoles pagaran deudas que no son de ellos, para pasarle la deuda de los bancos a los ciudadanos mediante un rescate económico. Pero se han olvidado de que este rankiano está vigilando, como auditor ciudadano, y que mis palabras van más allá de un simple post en Rankia, porque he hecho llegar mis palabras a otras instancias que no viene al caso mencionar, para que finalmente se entienda que para hablar de crisis de deuda de España, EUA debe ser nombrada antes. Ese es el poder de un auditor ciudadano al otro lado del charco, y cualquiera de ustedes puede volverse auditor ciudadano.
Más allá del miedo, el imposible es posible
Islandia ha demostrado el valor de los vikingos, que desafiaron el imposible y hoy salen adelante. Ustedes como auditores ciudadanos españoles pueden mover montañas cuando salgan de su cascarón.
Es tiempo de vencer el miedo, y saber que podemos hacer más cosas de las que creíamos posible. Una puerta no se abre si no la abrimos. Sobre el miedo, cito a Frank Herbert y su novela "Dune":
The Bene Gesserit Littainy against Fear.
I must not fear.
Fear is the mind-killer.
Fear is the little-death that brings total obliteration.
I will face my fear.
I will permit it to pass over me and through me.
And when it has gone past I will turn the inner eye to see its path.
Where the fear has gone there will be nothing.
Only I will remain.
El miedo paraliza, debilita. El valor no consiste en no tener miedo, sino saber manejar el miedo para lograr lo imposible. Por eso Islandia debe ser un ejemplo a seguir. España tiene aún mucho que corregir, mucho que levantar, y necesita urgentemente de la vigilancia de los auditores ciudadanos. Yo estoy al otro lado del mar, pero ustedes están allí. Adelante rankianos, demuestren a su país lo que es una buena auditoría.