Actualmente la crisis en España hace que lo peor de los españoles surja, tanto en el mundo laboral como en el mundo de los desempleados. Como circunstancia coyuntural y no eterna, ha de dejar efectos en quienes cometieron el error de desunirse o desunir. En lugar de desunirse, los españoles necesitan unirse contra la adversidad.
Voy a darles buenas razones para tratar bien a otros españoles, a pesar de la adversidad y de que las circunstancias pinten muy duras y estimulen a tratar mal y aplastar a otros a corto plazo.
Tirar piedras hacia un techo de vidrio
En el pasado distante conocí gente que me maltrató bastante. Cometieron un grave error. Hace ya bastantes años trabajé en un proyecto del gobierno, y entró una nueva administración, con la abierta intención de cometer uno de los mayores fraudes en la historia del país. Como yo no me prestaba para ello, me acosaron y agredieron psicológicamente. No soy una persona muy dada a llorar, pero ellos lograron que llorara.
Imagina que vas a trabajar y haces tu trabajo bien, el que has hecho con excelencia por unos años, y de pronto te llaman a la oficina del nuevo jefe para hacerte ver lo mal hecho que está. Imagina que ese mismo jefe te llama a una reunión smplemente para humillarte y mostrar a todos lo mal que haces el trabajo. Si obedecía o me prestaba para lo que me pedían podía ir a la cárcel, y seguramente ellos no pondrían la mano al fuego por mí. Era ese trajín durante más de 1 año. No colaboré con irregularidades por razones obvias. Cometieron un error. Primero me maltrataron y luego me echaron.
Gracias a ese maltrato, terminé hablando en una charla sobre lavado de dinero, impartida por una embajada (para mi fue una catarsis), y terminé conociendo a gente muy importante, justo en el peor momento para ellos, cuando la pandilla que me acosó enfrentaba una causa penal ante los tribunales de justicia. La lluvia de piedras política le cayó a los pandilleros corruptos.
Moraleja: Cuando maltrates a alguien recuerda que esa persona podría estar luego en una posición de poder por encima de ti.
Subestimar a las personas
Conseguí otro empleo en el gobierno, pero mi nueva jefa era amiga de los acusados, y yo estaba en una plaza interina. Para deshacerse de mi sacaron mi plaza a concurso y con la colaboración de Recursos Humanos me pusieron todas las trabas. La trabajadora social que me entrevistó me preguntó por qué yo quería el puesto, y le dije "para cambiar el mundo" y ella anotó "visión del mundo poco realista".
Gracias a que me echaron dejé de ser un ciudadano ordinario y me convertí en la persona que soy hoy, que sin necesidad de complicarme mucho, puedo enviarle un correo a ministros o embajadores o a periodistas y a algunos presidentes (hasta la fecha le enviado correo a dos). Definitivamente mi vida se volvió "poco realista".
Si hubiera querido podría haberle hecho la vida muy difícil a los que me hicieron eso, pero la verdad es que si los veo tendré que darles las gracias, porque me echaron y así pude cambiar el mundo como dije que lo haría, en lugar de ser un don nadie encerrado en una oficina de gobierno y con la autoestima baja de un funcionario.
Moraleja: Si maltratas a alguien, podrías estarle dando el poder que tanto deseabas negarle a esa persona.
El efecto boomerang
En un pasado aún más distante, al puro inicio de mi vida laboral iba a trabajar a una fábrica a cargo de la producción. El jefe (que no era el dueño) que tenían era un gritón. El gerente de ventas al meter la pata buscaba cualquier cosa para levantar falso testimonio para culpar a producción o distraer la atención. El jefe gritón se lo tragaba, y aunque uno terminaba investigando y refutando lo dicho, se quedaba con la idea de que era culpa mía. Ese jefe me gritaba y no me dejaba hablar. Entonces yo dejaba que gritara y desahogara su combustible emocional, y al final le refutaba apaciblemente y eso le hacía quedar como un idiota.
Un día me llama a la salida para despedirme y me dice "es que no hemos podido trabajar en equipo" y yo le respondí "si yo soy la causa, se irán los problemas, pero si no soy la causa, usted tiene dos problemas: El problema que existe hoy, más el hecho de que no voy a estar para ayudarle". 3 meses después lo despidieron a él. Un año despiés el dueño (que había escuchado los maltratos) me llamó para ver si quería volver, pero ya era tarde, ganaba bien como para no ocupar ese empleo.
Moraleja: Si maltratas a los que te ayudan, puedes terminar perdiendo el empleo.
Humillar a un cliente
Antes de ello tuve un empleo en una cámara empresarial, otro jefe que solía usar la autoestima de sus subalternos para limpiarse las suelas de los zapatos. El día de su cumpleaños me gritó de una manera humillante, y estando yo muy joven y recien graduado de la universidad, me dolió bastante.
Unos años después cuando trabajaba para un banco me invitan a una conferencia donde yo estaba del lado del cliente representando a la empresa, y él tratando de hacer negocios con empresas. En cierta ocasión no pude evitar la tentación de refutarle en público y no dejarle bien parado, y estoy seguro de que se sintió como él hacia sentir a sus subordinados. Hoy ya no lo haría, pero en aquel entonces era joven e inmaduro.
Moraleja: Nunca humilles al que podría convertirse en cliente tuyo en el futuro.
Consejo para los españoles
En este mundo todo da vueltas y te sigues encontrando a las mismas personas de una forma u otra. Si aprendes de lo que a mi me pasó, sabrás que maltratar a otros españoles en esta crisis coyuntural de empleo, puede traer consecuencias a largo plazo. Los que en su momento se creyeron oportunistas y pasados de listos, se demostraron idiotas en el largo plazo.
En lugar de desunir, hay que unir a los españoles. En lugar de pelar ferozmente por un empleo y recurrir a las movidas más sucias, hay que buscar la unión y las buenas relaciones. Es que nunca sabes cuando es que uno de esos desempleados que compiten, pueda ser tu jefe o pueda estar por encima de tí.