La cámara baja de diputados de España aprobó una reforma a la constitución sin tomar en cuenta a los españoles. Aunque esto parece una simple decisión política en circunstancias de aparente urgencia, en realidad los políticos españoles están tratando a los ciudadanos como a unos perros, y no lo digo de manera insultante, sino en sentido literal. Primero explicaré el asunto respecto de la democracia y luego hablaré algo sobre aspectos de la psicología de los perros para explicar mejor la relación de perros que hay entre los políticos y los ciudadanos.
Abolición de la democracia
Así se describe la situación en las noticias, como un hecho aislado más.
Los cambios acordados entre el gobernante Partido Socialista y el opositor Partido Popular causaron la ira de las formaciones políticas minoritarias, los sindicatos y parte de la opinión pública, que consideran que cualquier modificación de la Carta Magna debería ser aprobada por consenso y en referéndum.
Fuente: Reforma constitucional causa polémica en España
Se justifica este trato a los españoles en virtud de que "lo necesitamos". ¿Realmente necesitan los españoles que les traten como perros?
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha asegurado que la reforma de la Constitución que han acordado el PSOE y el PP y que ya se está tramitando en el Congreso "va a dar resultados positivos para la confianza, la estabilidad y el futuro de la credibilidad de España".
Fuente: Zapatero justifica la urgencia de la reforma constitucional 'porque lo necesitamos'
Aquí lo importante no es solamente el asunto sobre el que trata la reforma constitucional, sino el hecho de que se han saltado el procedimiento que una democracia impone para reformar una constitución, abriendo portillos para reformas cada vez más agresivas sin que haya participación popular.
En todo país, hay una jerarquía legal, donde unas disposiciones tienen más jerarquía que otras:
- Convenios, tratados y acuerdos internacionales
- Constitución política
- Leyes
- Reglamentos
- Usos y costumbres
El poder legislativo cumple una función de dictar leyes, a las instituciones les toca dictar los reglamentos que hacen explícita y detallada en materia de procedimientos la aplicación de la ley. La competencia funcional para reformar la constitución le corresponde a una asamblea constituyente. En este caso, los que hacen las leyes se han otorgado el privilegio de reformar la constitución, y peor aún, sin consentimiento de la población.
Con este tipo de acciones empujan a España hacia una forma de gobierno cada vez menos participativa y que violenta los principios de la democracia, y anuncia un camino de abolición de la democracia. Por el lado de la madurez política de España termina siendo un hecho lamentable, aunque se le ponga la excusa que quieran.
Quitarle la comida al perro
Para comprender mejor lo que le han hecho a los españoles, lo mejor es remontarse a la psicología canina. Los perros son lobos que fueron domesticados y cruzados de modo tal que se volvieron mansos. Tener un lobo y tener un perro no es lo mismo. El lobo no es tu amigo, tiene una mentalidad cazadora y es más probable que te vea como comida y no como amigo.
Los lobos son más "primitivos" que los perros, en tanto los perros son más civilizados. Sin embargo los lobos se desempeñan mejor en la adversidad, en comparación con los perros acostumbrados a la vida urbana. Esa es la gran desgracia de los perros callejeros, que teniendo instinto social viven en soledad y desamparo, como muchos ciudadanos españoles. Que no te confunda la similitud física entre perros y lobos. Los lobos no son amigos de nadie fuera de su jauría, y no se adaptan a reglas ajenas. Quien quiera tratar con ellos tendrá que tratar en sus términos. Por eso los lobos son tan letales para con los humanos.
Si un perro está comiendo y tiras del plato, el perro se enojará y podría morderte. Pero si vas gradualmente interponiendo tu cuerpo entre el perro y la comida, arrinconando al perro hasta que no alcanza el plato, le puedes quitar la comida. Este tipo de actos de prepotencia, son propios de los machos alfa de las jaurías de perros y lobos. Perros y lobos tienen una mentalidad muy jerárquica donde no existen los iguales, sino simplemente macho alfa y los demás, dominantes y dominados. Esa dominación se impone no a base de fuerza, sino a base de actitud. Pero no es una dominación parásita, pues el macho alfa cumple una función más democrática que la dominación humana, algo que veremos más adelante.
Los políticos españoles parecen haber arrebatado a los españoles no sólo sus empleos (con los que llevan comida) sino también la posibilidad de autodeterminación a partir de un referendum.
El pacto de los perros
Esta idea de dominantes y dominados, que tanto lamentaba Erich Fromm (discípulo de Sigmund Freud) en sus libros, lleva a relaciones de desigualdad que en los países tercermundistas suelen ser muy visibles.
Las posibilidades de autodeterminación de los países dominados no están hipotecadas, evidentemente, sólo en el terreno económico. La intervención del país dominante es de hecho permanente. (...) La conquista de la democracia y de la autonomía interna pasa, en cada país, por la conquista de la soberanía real, pero esta no puede ser conquistada sobre una base nacional frente a los monopolios cuya estrategia es internacional. Además, la voluntad de soberanía nacional puede tener un contenido político y económico tan reaccionario como el servilismo respecto del país dominante.
Fuente: La sociedad industrial contemporánea. Libro en Google escrito por Erich Fromm
Una de las pautas del tercermundismo es la psicología del perro y el amo, donde el perro agacha la cabeza y cuando es el amo, patea al perro. Lo de llamarse perros realmente no tiene realmente connotación de desprecio, porque como todos sabemos los perros son más fieles que los humanos, al punto de que hay gente que dice "mientras más conozco a las personas, más quiero a mi perro". La relación entre el perro y el amo, o entre el macho alfa y la jauría no es una relación de explotación, sino de colaboración. La domesticación de los lobos para volverles perros ha incrementado el elemento de colaboración de parte del perro-lobo, pero lamentablemente no de parte de los humanos.
Así, si un perro es traicionado y maltratado por el humano, no es realmente un problema del perro, sino del humano, aunque el perro sufra los efectos (el humano irresponsable actúa mal, y los riesgos son pagados por los perros, igual que pagan los españoles lo que hacen sus políticos). Si el perro acepta la jerarquía en realidad está suscribiendo un pacto de confianza, donde el macho alfa sabrá liderar a la jauría, y no simplemente ser un vividor con privilegios.
El pacto de los perros, a pesar de los elementos jerárquicos, tiene mucho de democracia.
Hombres o ratones
Los perros tienen esa lealtad que los roedores no tienen. Los seres humanos descendemos de roedores, y los roedores suelen matarse entre sí. Trata de comprarte un grupo de hamsters sirios para tus niños, y en lugar de caras alegres verás toda clase de malos ejemplos y crueldades de parte de las mascotas. Verás hamsters atacándose ntre sí por razones territoriales, madres hamster matando a sus crías recién nacidas ante el más mínimo estrés.
Aunque esos hamsters se ven estéticamente muy bonitos, no son nada recomendables si tienes niños, pues encima de su mala conducta social, además tienen una orina venenosa y maloliente, que sirve para matar ratas. Para eliminar la plaga sólo debes dejar que una hamster hembra orine la comida que luego se comerá la rata. En cosa de una semana cualquier plaga de ratas se acaba.
Si vemos la conducta de los políticos hacia los ciudadanos se evidencia una conducta más inherente a un roedor. Un roedor se preocupa por sí mismo y no le importa lastimar a otros de su misma raza. Yo tuve un hamster como el de la foto que atacó a una hembra y le dejó una herida que le costó varias puntadas.
Al tener ambos, hamsters y perro, pude ver el contraste evidente.
Perros reaccionan, amos comandan reacción
Cuando ves amos que tienen perros que hacen todo lo que no deben hacer, que tienen conductas no aptas de un buen ciudadano canino, normalmente tienes amos son emocionalmente inestables y transmiten su inestabilidad a sus perros. Los amos andan tensos, afligidos y pierden el control con gran facilidad, y los perros se desestabilizan junto con sus amos, humanos los sustitutos de los machos alfa.
Las masas de ciudadanos suelen ser como perros, que responden al manejo emocional de sus amos políticos, asesorados por los psicólogos de perros que solemos llamar jefes de propaganda política. Ese manejo de masas se usa tanto en la política, como en el futbol, así como en la publicidad que crea necesidades y empuja a la gente a consumir.
De esta manera, si eres de los que reaccionan emocionalmente frente a los estímulos del marketing mediático, probablemente te portas como un perro. Cuando te enfrentas a los perros, lo peor que puedes hacer es reaccionar (de manera receptiva) ante ellos en lugar de comandar la reacción (de una manera activa), porque si te portas como perro ordinario, los perros te tratarán como si ellos fueran macho alfa, y tu un miembro más de la jauría. El problema de portarte como un perro es que pueden terminar tratándote como un perro. Tanto tu perro como los políticos pueden tratarte como si ellos fueran macho alfa, y tu un súbdito de la plebe.
Cuando los políticos se creen los amos, tratan a la gente como perros, y como sabemos los amos no suelen hacer partícipantes a sus mascotas en las decisiones de la casa. ¿Será la movida de no dejar participar a los españoles mediante referendum una forma de hacerle ver a la jauría de mascotas/ciudadanos españoles quién es el macho alfa? ¿Tendrá la jauría que hacer valer el pacto de confianza perruno democrático, la democracia de la jauría que busca el bien colectivo? ¿O será menester que los políticos entiendan que son empleados y que el macho alfa es la población, que es la definición de "democracia", dado que no comprenden el concepto de igualdad, sino sólo el de dominantes y dominados? ¿O serán los políticos un caso perdido por su mentalidad de hamster y van a seguir gobernando con el autismo social del roedor?
Como decía el cantante brasileño Roberto Carlos, "yo quisiera ser civilizado como los animales". Por más privilegios que tenga, el macho alfa es visto como el que debe dirigir a la jauría hacia su bienestar, el capitán de la nave, es una relación de honor. Difícilmente verás a un macho alfa echando por la borda a uno de los suyos, o traicionando con el puñal por la espalda a los suyos. Jerarquía con lealtad, es la democracia de los perros.
Desafortunadamente los políticos humanos son distintos, y ha de encontrarse el modelo correcto para hacer que corrijan el rumbo y recuerden que son simples empleados pagados con el dinero de tus impuestos, y los puestos de gobierno no son diseñados para el deleite y la autocomplacencia de quien ocupa el cargo. El que paga la fiesta, manda el baile.
¿Están los españoles domesticados? ¿Son simples mascotas de sus políticos? ¿Responde realmente la domesticación humana a un modelo socialmente viable para el futuro? ¿Necesitarán los perros recordar que son humanos, entre lobos que se comen a los ciudadanos domesticados? ¿Deben los ciudadanos ser los que a punta de actitud (y sin necsidad de violencia como los perros y los lobos) demuestren a sus políticos quien manda?
La frase popularizada por Thomas Hobbes, filósofo inglés del siglo XVII, en su obra Leviatán, "Homo homini lupus" (el hombre es un lobo para el hombre) tiene su origen en la obra Asinaria de Tito Macio Plauto (254 a. C. - 184 a. C.) y el texto original rezaba "lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit" (Lobo es el hombre para el hombre, y no hombre, cuando desconoce quién es el otro). Lo irónico qes que los lobos entre ellos no tratan a otros lobos como los políticos tratan a los españoles.
De este modo, con este hecho tan lamentable para la política española, se pone de manifiesto que aunque España tenga perros ciudadanos de primer mundo, los políticos se portan como ratones tercermundistas.