Hace tiempo redacté un post en relación a la contabilidad mediante subcontratación en gestorías o asesorías fiscales , y también otro en relación a la credibilidad de los balances , bien ... por razones que no vienen al caso últimamente, he tenido ocasión de revisar algunos balances de pequeñas empresas, así por encima y será casualidad pero en mi modesta opinión no siempre se tiene en cuenta la extrema importancia de este papelote cuando uno depende en parte del mantenimiento de su financiación bancaria. No, no me refiero a “montar películas”, o “inventos del TBO” (perdón, es posible que algunos de mis lectores no hayan tenido la oportunidad de leer el TBO, que es un comic que se publicaba hace bastantes años), ya que parto de la base que un contable, un financiero de empresa, por primera espada que fuera, y esta profesión, la mía, somos en general gente “bastante gris”, no podrá, cambiar el rumbo de la empresa, al menos en lo sustancial, si es bueno es posible que pueda demorar un problema durante un tiempo, pero si el problema no se soluciona, por mas listo que sea, acabará explotando, solo que un poco mas tarde, y en ocasiones mas gordo … en general un contable, lo único que hace es reflejar en unos papeles la situación de la empresa. Obviamente podrá incidir en algunas mejoras (o empeorar la situación), pero esto que se oye a menudo, la empresa va mal por culpa del contable, suele ser incierto, como mucho es participe en primera fila de un cúmulo de problemas, entre ellos lógicamente el problema de control. Al final si la empresa no genera recursos suficientes, lo que haga el contable no va a solucionar nada, repito lo único que puede hacer es “vestir el santo”, las típicas “huídas hacia adelante”, sin embargo si el asunto base no se resuelve, la cosa acabará igual de mal o peor. Que los "inventos" suelen acabar mal, es algo bastante normal.
Vamos a ver, me refiero a pymes y “tirando” hacía la “p” en minúscula, empresas con cifras de facturación, de 600.000, un millón, dos, tres, o hasta puede que cinco o seis millones al año, todas ellas con negocio viable, con resultados positivos o incluso escasos pero con cierta generación de recursos (cash flow positivo), observo un inadecuado cuidado a las macro partidas de balance, luego pondré algunos ejemplos. Yo soy un firme convencido en que si no precisamos de financiación bancaria (a ver quien es el guapo que no la precisa, supongo que alguno habrá) da lo mismo como tengamos el balance, siempre u cuando este nos sirva para el control empresarial deseado y desde luego los asuntos de impuestos, pero si debemos acudir a la financiación bancaria, las entidades se basan en unos ciertos estándares, scoring’s, en función de los cuales obtendremos financiación o directamente nos será denegada, con lo cual nos interesa que dicho balance se acerque todo lo posible a lo que ellos consideran “una empresa merecedora de crédito”, pero es que además de un tiempo a esta parte se acabó aquello de que tiene mejores precios quien es capaz de negociar mejor, que si puede que algo se consiga, pero en general o la parte gorda del precio vendrá siempre condicionada por unos sistemas de análisis de riesgo/precio, a mejor balance, menor precio y al revés, hasta un punto que ni mayor precio ni nada, directamente dicho balance no soporta concesión.
Siempre es bueno intentar “ajustar” dichas cuentas a lo que se espera de una empresa con unos datos aceptables, a menudo es solo cuestión de pequeños detalles, insisto no se trata de “inventos”, porque estos solo van a conseguir demorar la explosión del problema, sino de un “acercamiento” a lo que se espera de nuestro negocio, para que sea merecedor de financiación. Obviamente nadie nos dará las claves, no conseguiremos que un directivo bancario nos diga que considera como funciona su scoring de concesión, en primer lugar el problema va a ser encontrar a alguien que lo sepa, las entidades guardan celosamente el secreto, sin embargo algunas cosas son por simple sentido común, con lo que sepamos como funciona o no, una atención a algunos datos de nuestras cuentas, supondrán cierta mejora de nuestra calificación crediticia, y repito a menudo son detalles que se pueden resolver con un pequeño esfuerzo, eso sí, insisto de nuevo, que esto solo servirá si nuestro negocio sigue generando recursos, si es mínimamente viable.
Algunos ejemplos:
No es bueno presentar un fondo de maniobra negativo, relación entre el activo corriente y el pasivo corriente, cuya diferencia debería ser siempre favorable al activo. La forma de resolver esto, es aprovechar las concesiones de préstamos ICO liquidez, obviamente a un plazo superior a 1 año, no es fácil que nos los den a 5 años, entre otras cosas porque en estos momentos el máximo, salvo error, son 3 años, para llegar a los 5, deben ser proyectos de inversión.
“Traspasando” una parte de nuestra financiación a corto plazo (hasta 1 año) hasta los tres, una parte de nuestro pasivo corriente “se traslada” a la parte del largo plazo, al pasivo no corriente, con lo cual nuestro fondo de maniobra mejora.
Mucha atención a la disposición de las pólizas de crédito, si es muy elevada, la posibilidad de no renovación es un hecho bastante probable, con lo cual el tema de los ICO liquidez, puede ser también una solución.
Utilicemos el descuento comercial (*), un banco entenderá que tengamos las líneas muy utilizadas, pero no entenderá del mismo modo que esta elevada utilización sea en póliza de crédito, sigue siendo igualmente financiación de circulante, pero ellos lo ven de otro modo, nada cosas de los analistas de riesgos, nos puede gustar mas o menos, el hecho es que en general es así.
(*) Supongo que a nadie se le ocurre movilizar (descuento de recibos o pagarés) el papel comercial de mala calidad, y normalmente nos enteramos de dicha deficiente calidad al vencimiento, pero una vez conocidas las irregularidades en los pagos de un cliente, este papel deberá quedarse en el cajón y negociarlo al vencimiento, las estadísticas bancarias de impagados, van a condicionar la renovación de las líneas, nuestra estadística debe tender a registrar muy pocos impagados, lo contrario nos va a perjudicar, y no solo por lo que suponen los retrasos en el pago, sino además que el banco nos limitará las líneas para el resto.
Si hay un impagado en un pagaré y por tanto nuestro cliente va a aparecer en el RAI una vez hayamos cobrado, comuniquemos el extremo al banco mediante carta, nosotros lo comunicamos a los dos implicados, el banco que descontó el papel, y el banco del cliente, en primer lugar hacemos un favor al cliente, ya que se anula el registro o como poco aparece como pago posterior, y luego a beneficio propio, el banco se entera de que el problema lo hemos resuelto y no afectará a nuestro balance, y no lo entreguemos a cualquier empleado, nos interesa que llegue a la mesa de nuestro gestor en el banco, luego lo recordará o no, pero si no nos beneficia, al menos va a ser neutro.
No sé cuál es la cifra porcentual en la que un banco se sentirá cómodo con nosotros, ni idea es el 25% de nuestro movimiento y deuda, el 30 ó el 40%, lo que sí creo saber es que no estarán cómodos si son prácticamente el único banco, con excepción de que nuestra empresa sea muy pequeña, y aún así un solo banco puede ser un problema, un cambio de políticas del mismo nos puede perjudicar mucho, porque si luego tenemos buscar otros bancos, la reacción es similar a la nuestra cuando aparece de nada un cliente nuevo ¿de dónde sale este? ¿no vendrá rebotado de otros lugares?.
No cerremos la puerta a visitas bancarias, vamos a ver que ofrecen, o que interés tienen en nuestra empresa, incluso si los precios que nos ofrecen son ligeramente mas caros que los que estamos pagando en este momento, ahora no es el momento de ir de “sobrao” por la vida, esto era antes, y probablemente en unos meses o mas bien unos años, volverá, hoy si un banco nos ofrece financiación, hasta cierto punto es bueno aceptarla, tampoco se trata de operar con 15 bancos, sin embargo hay que considerar las fusiones, hoy operamos con 4 bancos y resulta que mañana se han convertido en dos, entonces va a ser insuficiente. Yo entiendo que si nos ofrecen financiación y ésta es algo mas cara, pues se utiliza en menor medida, pero el cero, para mi no es una opción en estos momentos.
Luego y también hasta cierto punto, es habitual que en nuestro balance existan partidas, tipo aportaciones de los socios, o préstamos de estos a la empresa, que lo normal es contabilizarlo en el corto plazo, en el pasivo corriente, sin embargo la realidad no es otra que en dicho corto plazo no se podrán devolver estos importes, al menos mientras la crisis esté andando por aquí, con lo cual entiendo que es bueno adecuar esta realidad a la contable, contabilizando estas partidas en el pasivo no corriente (largo plazo), lógicamente formalizando unos contratos adecuados a ello, registrando los mismos en la oficina liquidadora, y en caso de que sea necesario (empresas con baja capitalización) y posible, convertir estas partidas, o parte de ellas en capital, mediante ampliación de capital. A menudo la cuestión es por diferencias entre las aportaciones realizadas por los distintos socios, y capitalizar esto podría provocar una redistribución de porcentajes en la participación, y por tanto no va a ser posible convertir a capital, pero al mismo tiempo puede ser perfectamente posible hacerlo en una parte de dichas aportaciones. En otros momentos el problema puede ser la futura recuperación de dichos préstamos, porque si los “traspasamos” a capital no será posible, con lo cual los socios consideran no conveniente esta opción, sin embargo a veces es solo mera cuestión de imaginación, perfectamente legal, se trata de capitalizar considerando la ampliación con prima de emisión o de asunción, esto va a depender de la composición de los fondos propios o patrimonio neto antes de acometerla (la cifra de reservas existente), si es posible tiene la ventaja que la parte asignada a “prima” es una reserva que se puede distribuir en el futuro, no siendo necesaria la reducción de capital para devolver esta parte a los socios, cuando las cosas mejoren.
Y luego ya un comentario que he que oído mas de una vez, le indicas a alguien que el balance tendría que reflejar o reclasificar mejor sus partidas, y te dicen que el balance para el banco se modifica ..., vamos a ver esto va a ser un asunto que tiene “las patas muy cortas”, porque es posible que se pueda “colar” un balance provisional que servirá solo en parte para la obtención de una financiación, obviamente acompañado con mas documentos acreditativos, pero cuando presentemos el impuesto de sociedades, si hay algún “invento” previo en provisional, no les va a cuadrar, y vale que habría servido a su objetivo, que es una financiación puntual, pero en mi opinión vamos a perder algo mas importante que una operación de crédito, lo que va a ocurrir es que perderemos nuestra credibilidad, y esto a futuro es un problema gordo.
Imagino que esto es muy excepcional, sin embargo ocurre, por tanto tengamos mucha atención a lo que presentemos, porque se alguna forma somos “prisioneros de nuestras palabras” o en este caso de nuestros documentos.
En fin, supongo que ideas de estas de los ejemplos las hay a montones, y si se tercian agradecería comentarios y debate sobre ello, a ver si entre todos vamos “redondeando”, ”, y si participa algún “bancario” o “ex bancario”, ya sería la repera.