Vivimos tiempos aciagos en los que la energía de nuestro sistema económico, el dinero, se utiliza para financiar un gasto público in crescendo que no se traduce en mejoras para la sociedad.
Tiempos en los que se sigue insistiendo en perpetuar un modelo económico endogámico donde los bancos toman prestado, financian al Estado y dejan bastante de lado a las empresas.
Tiempos en los que se recorta en investigación en mi país con la excusa de la crisis, mientras la mejor generación de investigadores jamás formados se marcha con el rabo entre las piernas a países que no tienen miedo a la frontera del conocimiento.
Tiempos en los que la palabra tecnología tiene más que ver con actualizaciones de gadgets electrónicos y menos con las incursiones de nuestras sondas espaciales en el Sistema Solar.
Tiempos donde es evidente que el capitalismo se ha convertido en un instrumento de concentración de poder y dinero, en una loca carrera que acrecienta la desigualdad social en prácticamente todas las economías occidentales.
Unos tiempos, en fin, en que se niega lo evidente. Negamos los hechos observados por la Ciencia que nos muestran claramente cuan capaces somos, estos siete mil millones de bichitos industrializados, de alterar el medio demasiado. Tanto como para que empiece a peligrar nuestro sustento y el aire que respiramos. Pero negamos la mayor para no tener que mudar nuestra acomodaticia forma de pensar y actuar.
El ser humano, nos guste o no, suele ser conservador por naturaleza.
Sin embargo, de vez en cuando despunta el talento humano que sigue latiendo en nuestro ADN en forma de personas excepcionales que buscan la forma de ir más allá de la frontera, de encontrar hecho lo imposible aplicando la mejor herramienta que la Naturaleza nos ha dado. Son personas que no conocen el significado de la palabra "miedo" y que no suelen tener amor al dinero pero sí pasión por abrir puertas a estancias desconocidas.
Lo que ocurre en estos tiempos aciagos es que la energía del sistema financiero, su dinero, se está dirigiendo en general a tareas que no explotan el talento humano. Nada más. Pero eso no puede durar eternamente.
Por una conjunción de felices circunstancias tenemos a primeros de siglo la suerte de contar con el genio de Elon Musk. Les quiero hablar de nuevo de él porque ha tomado una decisión que aparentemente no tiene demasiado impacto, pero que creo va a suponer un cambio tecnológico irreversible y revertir muy poderosamente la composición esperada futura de la atmósfera.
Elon Musk quiere que el suministro energético de su famosa gigafactory, la fábrica de baterías de automóvil de la empresa Tesla Motors que finalmente se construirá cerca de Reno (Nevada), sea de suministro energético cien por cien renovable. Es posible que a muchos les haya sorprendido esta decisión, pero desde luego, a mí, no. Desde el mismo momento en que comprendí cual es la misión de Musk en la vida tuve claro que iría a tirar de las renovables siempre que pudiera.
Procurar que su instalación industrial más emblemática, la factoría que construirá el corazón de los vehículos que ya son el futuro, sea alimentada por completo con la energía contenida en el ambiente no es una decisión arrojada ni arriesgada. Es, en mi opinión, la mejor decisión posible para hacer la factoría más rentable.
Elon Musk cree en el largo plazo, en los altos retornos de capital sobre la inversión realizada, en los negocios estables sin sobresaltos y en unos mundos mejores, más sencillos, más limpios y más tecnológicos. Por supuesto, mundos. ¿Para qué limitarse a un planeta solo?
Por tanto, es lógico que confíe en un suministro energético local, muy local, de precios estables, un suministro confiable que no dependerá de veleidades rusas, árabes o venezolanas.
Si Musk viviera en España no podría llevar a cabo este proyecto porque en este país existe un oligopolio que bloquea sistemáticamente a través de su brazo legal, el gobierno elegido democráticamente por todos nosotros, cualquier atisbo de innovación en materia energética.
Afortunadamente, el sudafricano de nacimiento eligió la economía más dinámica del mundo para emigrar y prosperar, un sitio que tiene sus serios inconvenientes y pegas, pero que se trata de un país donde un emprendedor con ideas, capacidad de trabajo y un poco de suerte, es bien recibido y hasta admirado.
Ahí es donde grandes cosas son posibles
Elon Musk refiriéndose a los Estados Unidos antes de emigrar allí.
Musk es famoso por su sentido común, extraordinaria inteligencia y olfato para los negocios, pero no por tomar decisiones que consideramos arriesgadas. ¿Acaso fue arriesgada su decisión de, ojo al dato, montar una fábrica en nada menos que un país con uno de los costes laborales más altos del mundo cuando prácticamente todas las empresas la instalan en China? ¿Cómo se atreve a producir el corazón de su vehículo cien por cien eléctrico en una economía que adolece de tan serio inconveniente, siempre criticado por los liberales como un factor decisivo a la hora de ser competitivo?
Aprovecho para preguntar a los liberales que apoyan las reformas de este gobierno español en materia económica y la depresión de salarios como forma de recuperar la competitividad industrial de España: ¿Cómo puede ser que la lata de Coca-Cola que me suministra el Döner Kebab de la esquina provenga de Dinamarca?
Latas de Coca-Cola de manufactura danesa en la Comunidad Autónoma más pobre de España. Mientras, las embotelladoras españolas de la marca se hinchan a hacer EREs. Que alguien me lo explique.
¿Acaso no llama la atención que el país con los salarios más altos de Europa, Dinamarca, se permita el lujo de poder competir en exportación de manufacturas baratas con un país con salarios bajos como es ahora España? De paso miren la sección de yogures del supermercado de bajo coste LIDL, verán en la etiqueta de los envases las letras "DK". Dinamarca vende yogures baratos a LIDL mientras que sus salarios son los más altos de Europa. ¿Ven a la economía danesa en peligro de entrar en recesión?
Curioso que, además, Dinamarca es el primer país europeo decidido en emprender la senda de las Renovables 100% para 2050.
Cuando se habla de hacer negocios, de montar una empresa rentable y, por extensión, de crear una economía nacional sana, en general hay dos caminos: O se compite en calidad e innovación o se compite en salarios. En un país innovador como Alemania (otro campeón de las renovables, que curioso) se puede competir en innovación y exportar lo indecible gracias a ello. En un país talentoso como España se ha elegido el camino del bajo coste para tratar de competir con las economías del sudeste asiático.
Eso es un clamoroso error que pagarán nuestros hijos, junto con el error de bloquear el desarrollo de las renovables en este país rico en recursos energéticos autóctonos limpios y pobre en el resto de los recursos.
Quizás un público que no respira energía a diario, como yo sí lo hago, piense que la energía contenida en el medio ambiente no será suficiente para suplir las necesidades de una instalación industrial tan exigente, una fábrica en la que están puestas muchas esperanzas. Pero yo tengo el punto de vista opuesto demostrado por el potencial brutal que supone la energía que llega cada segundo a la atmósfera terrestre: Más bien me pregunto a que esperan el resto de las empresa para andar el mismo camino.
Si Musk apuesta por cubrir el techo de la gigafactory de paneles solares, contratar energía eólica en las cercanías y montar una pequeña central geotérmica cerca de la fábrica no lo hace para llamar la atención ni para proporcionar publicidad a su empresa solar, Solar City, sino que lo hace porque es un buen negocio y entra en su visión de como debe avanzar el mundo. De hecho, contar exclusivamente con fuentes de energía renovable para impulsar la economía del mundo es una de sus ambiciones.
Musk es un visionario, alguien que tiene el talento y la habilidad de construir empresas rentables, cada vez más innovadoras y valiosas, mientras reduce el impacto ambiental. Reúne las cualidades de líder medioambiental de Ray Anderson con el genio inventor de Thomas Alva Edison.. aunque mezclar el nombre de Edison con Musk nos lleva a cordarnos de Nikola Tesla, el inventor más admirado por Musk y que, parece ser, estaba sojuzgado por Edison.
Nikola Tesla fue tan revolucionario que se le tomó por loco. El mundo sería muy distinto sin su genio. Inventó tantas cosas que no caben en este artículo, por lo que no es necesario recurrir a la pseudociencia para justificar lo grande que fue.
Precisamente se atribuye a Edison la primera frase en la que se apuesta claramente por la energía solar como clave futura para mover el mundo:
We are like tenant farmers chopping down the fence around our house for fuel when we should be using Nature's inexhaustible sources of energy — sun, wind and tide. ... I'd put my money on the sun and solar energy. What a source of power! I hope we don't have to wait until oil and coal run out before we tackle that.
Vaya tres... De izquierda a derecha: Ford, Edison y Firestone en petit comite. Eran los industriales más importantes de los Estados Unidos de antes de la II GM. Modelaron la industria y la economía estadounidense hasta un punto tal que nuestra vida sería hoy muy distinta sin ellos. Fuente
Admiro la capacidad de ver más allá de estos personajes, de pensar out of the box, de llevar a la humanidad adelante gracias a la Ciencia y la Técnica peldaño a peldaño, superando estados tecnológicos, resistencias mentales de mentes conservadoras (el 99% de las humanas, seguramente) y apegadas a lo poco conocido que no añora lo mucho por conocer, mientras el resto dicen:
Es imposible.
No se trata de hacer caso a cualquier loco que diga "en el futuro todos trabajaremos seis horas a la semana mientras nuestros robots nos limpian la casa e iremos volando a todas partes en nuestros coches voladores", sino de detectar a aquellos que tienen la inteligencia, visión, arrestos y talento necesario para llevar a la humanidad por el camino que ven mejor. Nos llevan al futuro y no me cabe duda de que quieren que sea un futuro mejor para todos. Encima ganan dinero con ello, dinero que normalmente reinvierten en otras aventuras y empresas. Decididamente me dejo llevar por estas personas inteligentes a través de ese camino que vislumbran. Uno de ellos fue también sin duda, aunque no lo tengo precisamente por un rompedor de fronteras pero sí por un visionario, Steve Jobs:
Esto es por los locos. Los rebeldes. Los alborotadores. Los que ven las cosas de manera diferente. Mientras que algunos pueden verlos como los locos, nosotros vemos genios. Porque las personas que están lo bastante locas como para creer que pueden cambiar el mundo, son las que lo hacen.
Un camino, el de los visionarios que desean transformar el mundo a mejor, que normalmente está lleno de dificultades y obstáculos. Pero estas personas, a diferencia de las personas ordinarias, no ve problemas, sino trámites que resolver, incluso excitantes retos que solucionar. Son este tipo de mentes brillantes las que llevan a la humanidad a seguir avanzando, a mirar con optimismo la solución de los problemas actuales y futuros gracias nuestra habilidad, ingenio, energía y, ¿por qué no? ambición.
Musk tiene un objetivo doble en mente desde hace tiempo:
Poner a un humano en Marte en una década y que el planeta Tierra se mantenga con renovables.
Aunque parezca que ambos objetivos no tienen nada que ver entre sí, no pueden estar más relacionados. Musk, como toda persona inteligente, está francamente preocupado por las posibilidades de supervivencia de una especie humana empeñada en destrozar el ambiente terrestre del que obtiene aire, agua y alimento. Realizar la transición de un sistema energético mayoritariamente sostenido por combustibles fósiles a otro basado en renovables limitará muchísimo los impactos ambientales. Mientras tanto, es urgente empezar a sentar una cabeza de puente fuera de este planeta para conservar la civilización: el gran candidato es el planeta Marte.
Esto lo dijo hace ya varias décadas la primera persona que dedujo las verdaderas condiciones de las atmósferas de Venus y de Marte, el primer comunicador de gran impacto en advertir del peligro del cambio climático. Otro rompedor de fronteras y gran conocedor de la naturaleza humana y del propio Cosmos del que todos formamos parte.
Carl Sagan junto a un modelo de la nave Viking. Las Viking fueron la primera representación de la civilización humana en su futuro planeta de adopción, Marte.
El ser humano tiene escrito en su código genético la necesidad de innovar, de ir un paso más allá, de explorar todo tipo de fronteras, sobre todo mentales, incluso si no es necesario llegar a ellas. Y quiere traspasarlas... por el mero placer de hacerlo. La diferencia entre estos genios y los demás, es que disfrutan de las vistas que hay desde la frontera, porque son capaces de acceder a más conocimiento y nuevas puertas por abrir que suponen nuevos desafíos.
La cima del Mulhacén, el pico más alto de la Península Ibérica, visto en invierno desde su vertiente norte. No trates de decirle a un montañero que no debe ir. Hay que ir... porque está ahí. Y desde arriba, donde corres un gran riesgo, tienes una visión que no tiene nadie. Ves más allá, más lejos. Fuente.
Demos cancha a estos genios y procuremos que se sientan realizados. Seamos optimistas si son ellos los que tiran del carro.
Disclaimer. A día de hoy las empresas Tesla Motors y Solar City constituyen unas de las mayores posiciones de mi cartera y pertenecen al grupo "buy & hold"
P.D. A todo esto... por supuesto que sí. Las fábricas con suministro energético cien por cien renovable serán la norma pronto. Estoy seguro de que muchas empresas han empezado a echar números tras el anuncio de una green gigafactory. Y algún día recordaremos a Elon Musk como el primero que vio lo sencillo que es juntar movilidad eléctrica, baterías, energía solar, misiones especiales y transportes masivos subsónicos.