Con esta entrada inicio una serie de artículos donde trataré de explicar por qué creo que se avecina de inmediato una ola de inversión relacionada con la mitigación del cambio climático.
El dieselgate, como ya se denomina al escandalazo de Volkswagen, está haciendo correr ríos de tinta. Existen interpretaciones de lo que ha pasado y de lo que está pasando para todos los gustos. Yo, en cambio, prefiero arriesgarme y predecir lo que creo que pasará con la empresa a corto, medio y largo plazo.
La muy poderosa Agencia de Protección del Medio Ambiente estadounidense (EPA) denunció el viernes pasado que Volkswagen había manipulado un programa informático que se instaló en unos 500.000 modelos diésel de la marca Volkswagen y Audi, que fueron vendidos entre los años 2008 y 2015 en el país americano
Como ya dije en el post No es momento, aún, de ir contra el VIX (sobre comprar o no SVXY y XIV), el comprar VXX, un bichito de tendencia secular bajista, y conservarlo hasta que los futuros del VIX entren en contango, no tiene por qué ser una mala idea.
Tras la radical mutación que sufrí el viernes justo antes del Black Monday de 2015, ver post Seamos positivos: pensemos que esto se hunde. China como excusa para todo, no veo razones de peso para acompañar a índices o empresas relevantes en una supuesta subida. Y es que, salvando un rebote puntual, no creo que vaya a haber subida.
En estos días en que tanto SVXY como su hermano mellizo de mejorable calidad (XIV) han caído tantísimo en tan poco tiempo, surgen todo tipo de artículos por doquier aconsejando ponerse corto en el VIX, es decir, de comprar estos engendros financieros.
El gobierno chino, como toda persona jurídica, tiene también una personalidad que nos recuerda mucho a la de los humanos. Al tratarse de un agregado de individuos que actúan como una masa, y estando presionado por acontecimientos extraordinarios, está además tomando medidas que, vistas desde fuera, resultan muy difíciles de comprende
Vance Harwood, el crack que hay detrás del sitio Six Figure Investing, nos trae en su último post titulado The SEC’s Circuit Breakers for ETFs Short Out una historia muy curiosa que demuestra que, en un mundo completamente dominado por algoritmos, maquinitas de HFT y complejos autómatas
El 3 de julio pasado expliqué como nos podíamos poner cortos en la bolsa china con la seguridad de no perder nunca más del 100% del capital depositado en la operación. El índice de Shanghai venía de dejarse un 30% en menos de un mes y mi intuición me decía que caería más aún.
El optimismo reina hoy en las bolsas. Parece que el black Monday de 2015 fuera un mal sueño y nos preparamos para comprar más y más valores con el objetivo de mantenerlos a largo plazo. Pero China sigue dando problemas y los emergentes van a caer en cascada. No me creo esta recuperación tan rápida. No obstante, las oportunidades están a corto plazo están ahí.
Es el trending topic del momento, la serpiente de verano económica, no hay día que no abra el diario salmón con el temita de marras. China. Y la preocupación por la marcha de su economía. Por la explosión de sus múltiples burbujas. La burbuja de un yuan que no logra acceder a la cesta de divisas del FMI.
Los green bonds, que se traducirían al español como "bonos verdes", empiezan a gozar de cierta popularidad a raíz del éxito del lanzamiento por parte de Abengoa.
Este fin de semana ha sido muy duro para los inversores y especuladores que están dentro del valor. Para ellos va este artículo, quiero que cuenten con una interpretación personal de la información ampliada facilitada por Abengoa durante la conferencia telefónica de esta mañana.
Ya se sabe que tenemos un acuerdo entre Estados Unidos e Irán. Quiero decir, que la pardillada, nosotros, los pezqueñines avariciosos, hemos recibido la noticia hace escasas horas. Sin embargo, el precio del crudo recogió el hecho hace ya bastantes días.
Voy a juntar unas cuantas líneas para tratar de adivinar donde se encontrará Gamesa dentro de unos años, casi ná. Mi última relación seria con la empresa se rompió hace meses, cuando vendí todo mi paquete accionarial en el entorno de los 10€ debido a una jugarreta que no perdono cuando se trata de una empresa con la que pretendes establecer una relación a largo plazo.
El pasado 29 de junio anticipé un acuerdo "in extremis" entre Grecia y el resto de los socios europeos (acreedores) para negociar un tercer plan de rescate. Este acuerdo ha tardado más de lo previsto, pero finalmente ha llegado. Se supone que debería estar contento con ello, tanto por mi simpatía hacia el pueblo griego como por el ideal que albergo de Europa