El vídeo de esta semana es un vídeo especial en el que explicaremos la situación del Banco Espírito Santo y mi relación con los activos de este banco, por qué recomendé comprar en cierto momento y qué lecciones podemos extraer de estos acontecimientos incontrolables.
A principios de año, en unas reuniones en Madrid sobre fondos mixtos, algunas gestoras de fondos me explicaron que tenían Bonos del Espírito Santo, por lo que me pregunté por qué no tener este tipo de activo si firmas tan importantes los habían analizado y los estaban introduciendo en sus carteras.
Pero, ¿por qué ofrecían rentabilidades tan atractivas? Resultaba hasta cierto punto sospechoso, porque además tenían buen rating. Pensaba que esta mayor rentabilidad estaba asociada a un riesgo país, por la situación de Portugal. Por ello, recomendé que un porcentaje pequeño del patrimonio se podía tener en cartera bonos del Banco Espírito Santo.
A finales de febrero publicamos un artículo en el que advertíamos sobre los fondos mixtos que comenzaban a tener bonos de baja calidad crediticia y resultaban bastante peligrosos.
Pasaron unos meses y sacamos el ESAF Capital Plus de la cartera, puesto que ya no recompensaba el riesgo-rentabilidad. Y comenzaron los rumores sobre el Banco Espírito Santo, por lo que recomendé que vendieran inmediatamente los bonos del BES que habían comprado. Las reglas de juego han cambiado, por eso no compré cuando bajaron las acciones y los bonos, porque el mercado no puede tolerar que el contribuyente asuma el riesgo de default de las entidades.
Lecciones del BES para el futuro
- La banca sigue siendo una caja cerrada y los sistemas de inspección solo funcionan a posteriori, puesto que los políticos son bastante condescendientes con la banca.
- Hay que diversificar porque no sabemos si las entidades falsifican las cuentas. Siempre existe un riesgo no controlable.
- Debemos cuestionar las agencias de rating.
- Si tienes un impulso de que hay un pufo debes vender, porque más vale perder que más perder.
- Los gestores cada vez tienen más activos bajo gestión y no dedican el tiempo necesario en ocasiones, por lo que tenemos que saber con quién nos jugamos los cuartos.
- Estudiar cuánto puede aguantar nuestro patrimonio una pérdida ante casos incontrolables.