Invertir en estanflación.
Invertir en función del ciclo económico conlleva acertar ,mejor dicho, anticiparse de alguna manera a la próxima fase del ciclo que no es nada fácil por muchas métricas que sigamos, y tener conciencia de que los ciclos no se repiten exactamente aunque tengan elementos en común.
Mi idea, equivocada o no, es que vamos a tener una inflación, cuya segunda derivada no ha empezado, más alta de lo que pensamos y que durará mas tiempo. Los gobernadores de los bancos centrales y los políticos les interesa tipos de interés reales negativos para bajar la deuda sobre el Pib. No hagan demasiado caso a sus palabras.
Los elementos que definen la estanflación son: Incremento fuerte y rápido de la inflación, aumento del desempleo, débil creación puesto trabajo, estancamiento ventas por menor, y disminución de la confianza del consumidor.
Mi opinión es que ,por muchas ganas que tengamos en consumir debido a la abstinencia de dos años, y que puede ser una vía de escape para el ahorro que hayamos acumulado en la pandemia y que está en cuentas corrientes, la subida de precios cercenará el crecimiento.
Si a esto añadimos los problemas de oferta ,no parece descabellado pensar que los PMi han alcanzado máximos y que el crecimiento falto de estímulos monetarios y fiscales empezará a marchitarse.
Por mucho que oigamos otra sinfonía, la estanflación es la fase del ciclo peor para el inversor.
La pregunta que nos hacemos es ¿cambiamos radicalmente la cartera?. Para responder deberíamos ser conscientes de que eso implica acertar con la fase del ciclo y ya sabemos que estos duran cada vez menos.
No obstante creo que siguiendo el plan de inversión que tenemos trazado vale la pena introducir en nuestra cartera satélite algunas variantes.,por si se confirma este escenario.
Los datos próximos serán vitales para la confirmación de esta posibilidad ,una vez publicados los resultados empresariales que siguen sorprendiendo positivamente y acabados los subsidios para los trabajadores.
El período más inflacionario que recuerdo fue en los años setenta. El IPC se duplicó y el Sp apenas creció un 18%. Commodities, oro, petróleo y metales industriales se salvaron de la quema.,mientras el dólar caía. Además de estos activos los REITS, y bonos ligados a la inflación pueden comportarse menos mal que el mercado en general.
El famoso reloj de la inversión nos ofrece algunas pistas.Personalmente añadiría concesiones-infraestructuras y servicios púbicos no regulados y empresas que generan su propia demanda y se benefician de los cambios que ellas producen (suelen encontrarse en el sector tecnológico).
El mercado americano parece que no cree que la inflación sea permanente ,ni que los tipos suban a tenor del mejor comportamiento del Nasdaq. Si durará mas´tiempo del previsto vale la pena echar un vistazo al siguiente gráfico que relaciona alta inflación con Pers.
Hasta ahora una combinación de bonos y acciones ha servido para disminuir riesgo y volatilidad.,pero no hay que descartar que los precios de los bonos bajen y las acciones también.
En el mundo anglosajón alguna gestora está lanzando fondos para tal escenario con lel objetivo de mantener el poder adquisitivo. ¿Conocéis alguna en España?.
A veces vale la pena recordar el dicho que más vale perder que más perder y una cierta dosis de liquidez no está mal por si vienen mal dadas. Lo más importante es tener un plan de inversión que contemple también los riesgos no controlables y aquí es donde la planfiicación financiera nos puede ayudar.
Invertir en función del ciclo económico conlleva acertar ,mejor dicho, anticiparse de alguna manera a la próxima fase del ciclo que no es nada fácil por muchas métricas que sigamos, y tener conciencia de que los ciclos no se repiten exactamente aunque tengan elementos en común.
Mi idea, equivocada o no, es que vamos a tener una inflación, cuya segunda derivada no ha empezado, más alta de lo que pensamos y que durará mas tiempo. Los gobernadores de los bancos centrales y los políticos les interesa tipos de interés reales negativos para bajar la deuda sobre el Pib. No hagan demasiado caso a sus palabras.
Los elementos que definen la estanflación son: Incremento fuerte y rápido de la inflación, aumento del desempleo, débil creación puesto trabajo, estancamiento ventas por menor, y disminución de la confianza del consumidor.
Mi opinión es que ,por muchas ganas que tengamos en consumir debido a la abstinencia de dos años, y que puede ser una vía de escape para el ahorro que hayamos acumulado en la pandemia y que está en cuentas corrientes, la subida de precios cercenará el crecimiento.
Si a esto añadimos los problemas de oferta ,no parece descabellado pensar que los PMi han alcanzado máximos y que el crecimiento falto de estímulos monetarios y fiscales empezará a marchitarse.
Por mucho que oigamos otra sinfonía, la estanflación es la fase del ciclo peor para el inversor.
La pregunta que nos hacemos es ¿cambiamos radicalmente la cartera?. Para responder deberíamos ser conscientes de que eso implica acertar con la fase del ciclo y ya sabemos que estos duran cada vez menos.
No obstante creo que siguiendo el plan de inversión que tenemos trazado vale la pena introducir en nuestra cartera satélite algunas variantes.,por si se confirma este escenario.
Los datos próximos serán vitales para la confirmación de esta posibilidad ,una vez publicados los resultados empresariales que siguen sorprendiendo positivamente y acabados los subsidios para los trabajadores.
El período más inflacionario que recuerdo fue en los años setenta. El IPC se duplicó y el Sp apenas creció un 18%. Commodities, oro, petróleo y metales industriales se salvaron de la quema.,mientras el dólar caía. Además de estos activos los REITS, y bonos ligados a la inflación pueden comportarse menos mal que el mercado en general.
El famoso reloj de la inversión nos ofrece algunas pistas.Personalmente añadiría concesiones-infraestructuras y servicios púbicos no regulados y empresas que generan su propia demanda y se benefician de los cambios que ellas producen (suelen encontrarse en el sector tecnológico).
Hasta ahora una combinación de bonos y acciones ha servido para disminuir riesgo y volatilidad.,pero no hay que descartar que los precios de los bonos bajen y las acciones también.
En el mundo anglosajón alguna gestora está lanzando fondos para tal escenario con lel objetivo de mantener el poder adquisitivo. ¿Conocéis alguna en España?.
A veces vale la pena recordar el dicho que más vale perder que más perder y una cierta dosis de liquidez no está mal por si vienen mal dadas. Lo más importante es tener un plan de inversión que contemple también los riesgos no controlables y aquí es donde la planfiicación financiera nos puede ayudar.