Pedro vendió hace dos años su empresa, referente nacional en el sector de de consumo básico, con la intención de jubilarse y vivir tranquilamente del producto de sus ahorros. Recientemente reapareció en mi vida comentándome que en su cartera tenía depósitos que le rendían el 10% anual y al intuir mi asombro concertamos una cita para que viera su cartera gestionada por un banco de inversión internacional.
Después de pelear con la entidad financiera conseguimos que nos enviara la cartera con la descripción completa de los activos que la componían y los precios de compra.
Resulta que lo que él me quiere hacer creer que es cuenta corriente , son depósitos estructurados que, ó bien están referenciados a varios índices nacionales ó a una cesta de acciones incluidos bancos ,con el rimbombante nombre de “3 year autocallable warrant linked”. Ofrecen una rentabilidad del 2 % al trimestre (8% anual) siempre que en cualquier momento del trimestre uno de los subyacentes no supere una revalorización del 10%.Si lo superase se cancela automáticamente .Si por el contrario cualquier activo baja más del 40%, deja de cobrar el cupón y el depósito continua hasta el vencimiento. Llegado éste y de persistir tal situación sólo recupera la parte del capital correspondiente al activo de peor revalorización.
Afirma que no tiene bolsa pues hasta ahora con los informes muy bien presentados que recibe trimestralmente se lo valoran a la par o al precio de adquisición. Hemos intentado vender y nos hemos encontrado que el banco de inversión se compromete a dar contrapartida previa su valoración con una horquilla del 2,5%.Hoy en día aún estamos esperando el código identificativo de los valores para ver lo más importante: liquidez y sistema de valoración.
La rentabilidad de otro depósito está condicionada a la evolución respecto a su valor inicial de cada una de las acciones del sector consumo (con elevada correlación entre ellas) y cuya rentabilidad por dividendo es del 3.5%. El rendimiento se obtiene de la siguiente forma: si en la primera observación la cotización (que como sabemos descuenta siempre el dividendo pagado) de todas las acciones es mayor o igual al 100% de su valor inicial se paga un cupón del 6%.Además si todas superan o igualan el 150% se pagará un cupón adicional del 20% de la revalorización media mensual de la acción con menor variación con relación a su observación inicial; en cualquier otro caso no se paga ningún cupón. Este producto se vende como depósito tranquilidad ya que permite optar a las superiores rentabilidades de la renta variable sin arriesgar el capital invertido, además de estar garantizado por el Fondo de Garantía de Depósitos.
Para completar su cartera tiene acciones con alta rentabilidad por dividendo (todas del sector telecos), fondos exclusivamente de renta fija del que desconoce la composición de la cartera así como la duración y la Tir de valoración a la que ha entrado estos días y deuda subordinada del susodicho banco.
¿Cuánto te cobra el banco?. Respuesta: Nada.
Me ha costado hacerle ver que parte de la comisión del banco está en las valoraciones que hacen de los productos estructurados y los diferenciales o spreads con el que le cotizan, en los peores precios (siempre inferiores a la media del día ) al que compran y venden ya que el mismo banco o clientes suyos suelen ser la contrapartida y en la parte de comisión que ceden los fondos a su banco.
Les traigo a colación este tema a raíz de la publicación del estudio que sobre “Conocimiento y valoración de los asesores financieros en España” de obligada lectura y reflexión cuyas conclusiones les expongo resumidamente:
El 40% de los encuestados afirme que conoce siempre cuánto les cuesta el asesoramiento (supongo que será lo que les cobran directamente o de forma expresa),que estarían dispuestos a pagar si el asesoramiento fuera más barato y por resultados (¿qué es barato…dormir tranquilo, controlar el riesgo, que la inflación no te coma tus ahorros?), que lo que más valoran en los asesores es la formación, la experiencia profesional y la independencia y que el asesoramiento a través de las entidades bancarias sigue siendo el más utilizado.
A mi amigo Pedro le he recomendado un asesor de confianza, veterano, que gestiona su patrimonio, de no tanto nivel como el banco internacional cuyas presentaciones con papel satinado y comidas son difíciles de igualar, pero que tiene unas pocas ideas claras y fáciles de entender .Han pasado tres meses y dice no tener tiempo de sentarse con él para definir objetivos, niveles de riesgo, establecer una metodología de trabajo y seguimiento etc.
A la vista de este comportamiento no sé si creerme si los españoles cuando nos encuestan somos sinceros y coherentes, que a lo mejor mi amigo es una excepción o que el asesoramiento financiero salvo casos particulares se limita a despachar productos y cobrar retrocesiones de comisiones. En este mundo de crisis dónde hay que maximizar esfuerzos para rentabilizar nuestros ahorros, la profesión de asesor financiero tiene importantes retos ante sí y no dudo que los que lo hagan bien pensando principalmente en el cliente ganarán la batalla .
Mientras, mi recomendación es que si logra recomprar su empresa con un descuento superior al treinta por cien sobre el precio de venta lo haga, pues conoce el negocio como el que más. Dormirá más tranquilo que leyendo los titulares del los periódicos y que haciendo caso a doscientos informes de su banco de inversión. No sé si por este consejo tan evidente me regalará un jamón por Navidad -