Uno de los derechos de los accionistas, reconocido por ley, es el de participar en el reparto de las ganancias de una sociedad disponiendo esta de diversas fórmulas de remuneración.
El debate entre los partidarios de la Gestión Activa y la Gestión Pasiva siempre está abierto, discutiendo si merece la pena que el inversor se desgaste en encontrar los mejores valores para su cartera, o si es preferible invertir en carteras que simplemente repliquen un índice.
Después de los desenfrenados años 20, donde el consumismo fluía a raudales, llegó una de las peores crisis económicas que se conocen.
Un producto fetiche como el pintalabios rojo, Winston Churchill lo convirtió en un producto de primera necesidad en plena Segunda Guerra Mundial.
Comprar una vivienda es la decisión económica más importante de cualquier persona. El impacto de la situación económica en la financiación es uno de los factores clave para la toma de decisiones en lo que a inversión inmobiliaria se refiere.
Haciendo uso de la hemeroteca se descubre que el mes de octubre y los Mercados Financieros nunca han sido buenos amigos. Este mes ha sido testigo de las grandes capitulaciones financieras que se han registrado a lo largo de la historia.
Los coeficientes Alfa, Beta y Volatilidad forman parte de los denominados indicadores cuantitativos cuya misión es cuantificar el riesgo de una inversión.
El dividendo es esa parte de los beneficios o reservas de una sociedad que se reparte entre los accionistas como remuneración al capital invertido, siendo proporcional al número de acciones en posesión y al tipo de éstas.
¿Quién no ha oído hablar de los Fondos de Inversión? ¿Quién no ha invertido en uno de ellos? ¿A quién, su intermediario financiero, no le ha ofrecido uno para invertir sus ahorros? La respuesta es nadie porque es uno de los productos financieros más versátil y conocido
El TER es el porcentaje anualizado de gastos que soporta y lleva implícitos un Fondo de Inversión sobre su patrimonio. Este dato deberá aparecer en el folleto del fondo y en los informes trimestrales que se envían a los partícipes.
No es raro oír hablar en cualquier tertulia sobre “el juego de la Bolsa”, es más, está ya tan estandarizado de que la Bolsa es un juego que a pocos se les oye decir que la Bolsa forma parte de una inversión.
El método de entrada en los Mercados Financieros no es lo más importante, ni tampoco lo es el momento si el objetivo es una inversión a largo plazo. Sin embargo, la gestión de la cartera sí es de vital importancia debido a que se van retirando aquellos valores que peor se están comportando.
Al pequeño ahorrador-inversor se considera, para los colocadores de mercado, como el consumidor final de los productos más simples hasta los más complicados que ofrecen los comercializadores. A partir de ese momento, las desgracias y cuitas parece que se convierten en sus aliadas más pegadizas.
¿Qué es la disciplina? La RAE no lo deja muy claro, pero se podría decir que es cumplir las leyes y las órdenes o, dicho de otra forma, hacer lo que hay que hacer, a la hora que lo haya que hacer teniendo ganas o no.
La diferencia fundamental entre un inversor y un jugador de Bolsa está en la forma de pensar.
¿Ambos recursos sirven como moneda de cambio? ¿Vale lo mismo un minuto en cualquier momento? ¿Vale lo mismo el dinero en cualquier situación? ¿Son el dinero y el tiempo finitos? ¿Cuánto más dinero se posee, se tiene más tiempo para el disfrute?