Los tipos negativos afectan a todos los bancos, pero a unos les afectan menos que a otros. En general, todos pueden anular o amortiguar sus efectos en gran medida. Es un problema que puede solucionarse con una buena gestión de las fuentes de financiación y de sus inversiones.
Para entender el efecto de los tipos negativos en cada banco, lo primero que debemos hacer es tener claro cómo funciona el negocio bancario y eso es lo que vamos a ver ahora. Para ello, iremos escalando en el supuesto problema, utilizando un ejemplo para explicar cómo funciona el negocio bancario, visto en clave de tipos de interés y sin recurrir a complicaciones que no conducen a nada positivo.
Este post se hizo tan largo que lo he partido en dos, este es una primera parte, en la segunda veremos los efectos concretos en cada uno de los bancos y entraremos en lo que hace y puede hacer cada uno de ellos, para anular o amortiguar estos efectos negativos, en función de sus particulares circunstancias.
¿COMO FUNCIONA EL NEGOCIO BANCARIO?
Los bancos basan su negocio en obtener recursos de unos clientes (clientes de pasivo) y prestarlos a otros (clientes de activo). Si el banco paga por ejemplo un 3% por los depósitos y cobra un 5% por los créditos, el margen o diferencial de tipos que obtiene el banco es del 2%.
Ahora, imaginemos que el banco tiene un solo depósito y un solo crédito. Si el crédito tiene un plazo de vencimiento de 5 años y es al 5%, el banco, para financiar ese crédito necesitará un depósito al 3% con el mismo plazo de vencimiento. De esa forma, cuando venza el crédito, el banco recibirá el dinero prestado y podrá ponerlo a disposición del depositante en la correspondiente fecha de vencimiento.
Aquí introduciremos una consideración. El dinero de los depósitos tiene una remuneración distinta en función del tiempo en que permanece inmovilizado, de forma que, si un ahorrador inmoviliza una cantidad de dinero durante cinco años, querrá obtener mayor remuneración que si lo inmoviliza durante un año o durante tres meses. Es lógico, el rendimiento de un depósito disminuye, conforme disminuye el plazo en que el dinero permanece inmovilizado.
Seguimos con el ejemplo. Dado que el dinero procedente de los depósitos a corto plazo tiene una remuneración menor, en vez de financiar el crédito a 5 años al 5% con un depósito a cinco años al 3%, el banco puede financiarlo con cinco depósitos escalonados a un año remunerados al 2% cada uno y así su margen será del 3% en vez del 2%. Para hacer esto, el banco necesita un depósito a un año por el mismo importe que el crédito a cinco años y confiar en que dentro de un año y durante el resto de años hasta completar los cinco, tendrá la capacidad para sustituir el depósito inicial por otro de las mismas características, bien sea rolando con el mismo cliente o buscando otro cliente nuevo. De esta forma, el banco puede aumentar su beneficio en ese 1%, o bien, puede reducir el tipo del préstamo y ser más competitivo.
Al financiar créditos a largo con depósitos a corto, al banco se le presenta un problema: ¿Quién le garantiza al banco que las condiciones van a permanecer estables cada año que renueve el depósito y que los tipos de los mismos van a mantenerse?. Podría ser que cambiaran estas condiciones a peor (para el banco) y los tipos de los depósitos subieran, entonces tendría que renovar el depósito que ahora le cuesta un 2%, por otro depósito al 4% (por ejemplo), con lo cual el chollo se les podría volver en su contra y el diferencial del 3% que pretendía obtener, se le podría convertir en un 1%.
Entonces, ¿Qué hacen los bancos? Ofrecer dos opciones al cliente que solicita un crédito: una, concederle el crédito a un tipo fijo del 6% (un punto más) y financiarlo con un depósito a cinco años al 3% obteniendo un diferencial del 3% y la otra opción es, cobrar por el préstamo un tipo de interés variable que se adapte a los tipos de los depósitos, añadiéndole un diferencial, dicho de otra forma, adaptar los tipos de los préstamos, a los tipos a los que le cuesta su financiación, durante la toda la vida del préstamo.
Llegados a este punto, los tipos fijos los dejamos de lado, pues ya no son problema para el banco aunque los tipos sean negativos, porque ya tiene el préstamo financiado a tipo fijo y cobra un porcentaje fijo al que no le afectan los cambios en los tipos de interés.
Ahora seguimos con el mismo ejemplo centrándonos en los tipos variables. Para estos préstamos, los bancos utilizan como referencia el Euribor.
¿Qué es el Euribor?: Es el tipo medio al que se prestan dinero entre sí los bancos europeos. Es un tipo de referencia al que el banco siempre podrá obtener recursos.
Si el tipo de interés que el banco cobra por los créditos, los referencia al Euribor y le aplica un diferencial, que siguiendo el ejemplo sería del 3%, el banco puede dar créditos al Euribor+3 y garantizarse que pase lo que pase con los tipos, como siempre puede obtener dinero al tipo del Euribor, su margen siempre será del 3% del crédito. Es decir que, lo que hace es garantizarse la financiación y su coste, de forma que puede financiar los créditos a largo que concede, con dinero obtenido a corto y mantener sus diferenciales que es lo que le interesa al banco ya que, si hay alguna variación en el coste del dinero lo repercutirá al cliente y mantendrá su margen.
Pero, ahora subamos un escalón más. Hasta aquí, el banco ya tiene asegurada la financiación y el margen, pero los préstamos que puede pedir a los otros bancos y que van a ser la referencia para cobrar por los créditos que concede, siempre le van a costar dinero (todavía no he introducido en el ejemplo los tipos negativos), entonces ¿qué hacen?: utilizan este recurso como colchón, es decir, como una posibilidad que está ahí y que utilizarán si la situación lo requiere, pero mientras, utilizan otras fuentes más baratas para financiarse, como son los depósitos de los clientes. Los depósitos se remuneran desde más o menos el Euribor, hasta cero en cuentas a la vista, siempre que no consideremos las comisiones que cobran a los clientes en estas cuentas pues, si las contamos, el coste para el banco sería negativo. Las cantidades que tienen los bancos (algunos más que otros) en depósitos a la vista son realmente astronómicas como veremos en la segunda parte del post y apenas suponen coste para los bancos.
El montaje es perfecto, financian préstamos, con recursos de menor coste y obtienen un diferencial, luego, aumentan el diferencial utilizando recursos a corto y más baratos, para financiar préstamos a largo con mayores tipos de interés, y además se garantizan que estos recursos siempre estarán disponibles y a unos tipos que, en caso de tener variaciones, repercutirán al cliente, y por último, utilizan estos recursos como una especie de seguro para cubrirse las espaldas y recurren a otras fuentes sin remunerar, o remuneradas a tipos mínimos, aunque sean a la vista, para financiar sus inversiones a distintos plazos.
Pero este montaje entra en barrena cuando el Euribor falla y se vuelve negativo. Los bancos, conocedores de los riesgos de que esta “remota posibilidad” se produzca, introdujeron las clausulas suelo para protegerse, pues simplemente consisten en poner un límite a la reducción de tipos, de forma que, aunque el Euribor quedara a cero o fuera negativo, los bancos cobrarían un tipo mínimo que garantizaría su margen.
Dada la situación actual con tipos negativos y sin poder utilizar las clausulas suelo, los bancos no tienen más remedio que utilizar otras armas de gestión para compensar o amortiguar la disminución de ingresos que provocan estos tipos negativos.
Hablar del efecto de los tipos negativos en el sistema bancario no tiene sentido, cada Banco está en unas circunstancias distintas y en consecuencia, la capacidad de cada banco para gestionar el problema es distinta. Gestionando sus fuentes de financiación y sus inversiones, todos los bancos pueden anular o amortiguar los efectos de los tipos negativos pero, para entender las posibilidades de cada uno, antes debemos entender cuáles son y como manejan los bancos, sus fuentes y sus inversiones.
¿CÓMO MANEJAN LOS BANCOS SUS FUENTES DE FINANCIACIÓN Y SUS INVERSIONES?
Ahora veremos, cuales son las diversas fuentes de financiación que utilizan los bancos y en el siguiente post veremos como las utiliza cada uno, combinando distintas cantidades, distintos tipos de interés y distintos plazos, tanto en los pasivos, como en los activos.
Una vez visto esto, podremos entrar en ver hasta qué punto afectan, o no afectan, a cada banco, los tipos de interés negativos.
Los Pasivos:
Los bancos obtienen el dinero de diversas fuentes, son sus pasivos y con ellos, financian sus inversiones en activos. Los más importantes son los depósitos de los clientes, que suponen entre el 50% y el 70% dependiendo del banco, también utilizan otras fuentes como depósitos de Bancos Centrales u otros bancos (15-20%), deuda que emiten al mercado (10-20%) y otros menos significativos. Cada fuente tiene un coste, unos plazos y unos importes distintos, tanto en términos relativos como absolutos, por lo que cada banco trabaja con una combinación distinta de fuentes de financiación y sobre todo, tiene unas posibilidades distintas para obtener y combinar estas fuentes. En los porcentajes que acabo de señalar, ya se pueden intuir las importantes diferencias existentes entre unos bancos y otros respecto a las fuentes de financiación, pero, como vamos a ver, también hay importantes diferencias, en cuanto al destino de esa financiación obtenida.
Los Activos:
Los recursos de pasivo que obtienen, los invierten en distintas proporciones, dependiendo de las posibilidades de cada banco en, créditos a clientes (65-80%), deuda del estado y corporativa (10-20%), depósitos en Bancos Centrales u otros bancos (5-10%) y en otros menos significativos. Estas inversiones, de la misma forma que pasaba con los pasivos, tienen distintos plazos, distintos importes y por ellos obtienen distinta remuneración, en función de las posibilidades, la capacidad y las preferencias de gestión de cada banco.
Todos los tipos, importes y plazos, tanto en pasivos como en activos, se recogen en la información económica de los bancos, con sus costes e ingresos correspondientes y a partir de ella, con los tipos de interés ponderados de activo menos los del pasivo, se obtiene el diferencial de tipos de interés de cada banco, normalmente SAN y BBV tienen diferenciales mayores del 2,3-2,6% y el resto de bancos están entre 1,5-1,8%.
Los diferenciales dependen, en mayor medida, de las posibilidades de cada banco para obtener recursos e invertirlos, pero los plazos y la combinación de fuentes, dependen en mayor medida de la gestión que haga cada banco. Hay bancos que recurren más a la financiación de inversiones a largo con recursos a muy corto plazo, en cambio, otros bancos son más conservadores, o más prudentes o excesivamente prudentes y adaptan los plazos de la financiación de forma más acorde con los plazos de vencimiento de las inversiones.
Imaginemos una empresa “normal” que ha comprado todo su inmovilizado financiándolo con un crédito a medio año de vencimiento. Todos pensaríamos que esa empresa no tiene una buena estructura de financiación y está asumiendo riesgos que la van a conducir a la quiebra, bueno, pues esto en los bancos es una situación normal y no pasa nada, ni tiene el por qué pasar.
Ahora, a partir de aquí, hay que ver qué está haciendo cada banco y qué posibilidades tiene cada uno de ellos para gestionar sus recursos y sus inversiones, teniendo en cuenta las infinitas combinaciones entre tipos, plazos e importes de cada una de las distintas partidas de pasivo y de activo, incluidas las fuentes de financiación a coste cero y a tipos negativos que financian inversiones remuneradas pues, tengamos en cuenta que el Euribor es negativo porque los propios bancos se financian entre ellos a tipos negativos. Pero eso lo veremos en la segunda parte del post, banco por banco.
Entonces, podremos entender gran parte de las diferencias que suelen producirse en la rentabilidad de cada banco, conoceremos los distintos niveles de riesgo que asume cada banco y veremos cómo les afectan, o no afectan, a cada uno de ellos, los tipos negativos.
De esta forma, podremos tomar mejores decisiones de inversión si queremos hacerlo en bancos porque, no se invierte en el sistema bancario en su conjunto, se invierte en bancos concretos y específicos, y no todos son igual de rentables ni igual de seguros, los bancos son muy distintos unos de otros, por mucho que se hable del sistema bancario, como si todos los bancos fueran iguales.
Por último, deciros que estoy en Twitter @josemdurba
Saludos