Hace prácticamente tres años, el 16 de Julio de 2014, nació un Blog en Rankia que, aunque lo cogimos con ganas, murió pronto. “Te quiero, pero como amiga” pretendía publicar artículos sobre empresas que, aunque no tenían por qué ser malas, no eran todo lo buenas que parecían ser o podían tener algún problema.
En aquel blog, íbamos a publicar un grupo de gente muy conocida en Rankia, allí estaba Gaspar que publicaba como GFierro, Cesc (Novitzki71), Dani (Danidrums), Carlos (Lancastergate) y Erick (Kcire y Tywin Lannister), bueno y yo que entonces publicaba como Nel.lo.
Mi postura cuando se montó el blog era más agresiva y proponía nombres del tipo “Las malas compañías” o “Compañías peligrosas”, jugando con el doble significado de las frases. Al final supongo que se impuso el miedo o más bien la precaución a que esas mismas empresas sobre las que íbamos a publicar, se revolvieran contra nosotros o tal vez a que los lectores no aceptaran unos planteamientos más agresivos de lo habitual en los análisis. A eso se le puede llamar autocensura.
Hace unos días, al leer la noticia del encabezamiento, he vuelto a pasarme por aquel Blog, para volver a leer un artículo relacionado con el título del post que publiqué. Allí me he encontrado un artículo de Erick que no fue publicado. Erick fue el único que no publicó ningún artículo, sin embargo se le quedó uno, creo que escrito a medias, pero sin publicar. Cuando ocurre esto, el artículo solo puede verlo el propietario (en este caso, propietarios) del blog. Era sobre Abengoa y aunque no le he pedido permiso, voy a arriesgarme a copiar el inicio del post (espero que no se enfade), es precioso y algo así no puede quedar oculto, es de Diciembre de 2014 y dice así:
“Cuenta la mitología griega, que Dédalo constructor del laberinto de Creta, y que permanecía cautivo por el rey Minos...en su empeño por escapar de la isla, construyó unas alas para él y su hijo Ícaro, ambos escaparon volando de la isla, sin embargo su hijo emocionado por el momento, desobedeciendo a su padre, siguió subiendo, acercándose más al Sol, sus alas unidas por cera, empezaron a derretirse y finalmente cayo al mar. Su padre desconsolado llamo al mar, donde murió su hijo, Ícaria...
Eso es lo que nos cuenta la bella mitología griega, llena de sabiduría, y quizás sea una advertencia para la compañía Abengoa...”
Es bonito ¿eh? y además, ¡apuntando en la dirección correcta!.
Bueno, volviendo al motivo por el que he vuelto a entrar en aquel blog. Las declaraciones del Ministro de Energía, Álvaro Nadal, se produjeron el día 19/6/2017 y en ellas decía que ha pedido al Banco de España y a la CNMV que investigue la oferta comercial que realizan determinadas empresas de energías renovables para captar el dinero de pequeños ahorradores, utilizando posiblemente, publicidad engañosa. Aunque no citaba ningún nombre, la prensa ha interpretado que se refería a Parques Solares de Navarra.
El artículo que publiqué a finales de 2014, se titulaba “Una inversión ¿rentable? en energías renovables” y de la misma forma que ha hecho ahora el Ministro, yo tampoco dije de que empresa se trataba, solo dije que había estado hacía pocos días en una presentación que había hecho la empresa.
Por cierto, ahora que he vuelto a ver el artículo me he dado cuenta de que fue el menos leído, el menos comentado y el menos recomendado de todos los publicados en el Blog. Bueno, unos se leen y gustan más y otros menos, me consolaré pensando que al menos el Ministro o alguno de sus colaboradores, es posible que lo hayan leído.
Las noticias, publicadas hace unos días, el 21/6/2017 son estas:
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2017/06/20/companias/1497982305_930998.html
Mi artículo publicado en el Blog “Te quiero, pero como amiga” el 9/12/2014 es este:
https://www.rankia.com/blog/te-quiero-como-amiga/2574786-inversion-rentable-energias-renovables
Las cifras que utilizo en el post, proceden de la documentación que nos estregó la propia empresa, allí mismo, en la presentación.
La presentación del día 25/11/2014 que, ahora que el Ministro y la prensa ya lo han dicho, supongo que se puede decir sin miedo de que empresa se trata y como además la presentación la organizó Rankia, quedó publicada y por lo tanto podemos verla, es esta:
Yo soy el que está sentado en la tercera fila, al lado del pasillo, a la izquierda, detrás de un hombre con chaqueta marrón y al lado de otro que le brilla la cabeza. Debo decir en favor de Enrique Roca que en su ponencia dijo que era una forma de diversificar las inversiones y que hay que conocer bien aquello en lo que vamos a invertir, sin embargo, las otras dos ponencias fueron … “brillantes”.
No voy a hacer comentarios, el que quiera que los lea. Por mi parte, al volver a leer aquel artículo, en un momento como este en que Rankia ha sido demandada para hacer callar a los críticos, me ha llevado a hacer unas reflexiones sobre la autocensura.
Tan importante como ganar es no perder, los inversores tenemos derecho a poder disponer de informes y opiniones críticas que cuestionen los informes oficiales y los puntos de vista de la empresa o “adyacentes” que se publican. Informes que nos permitan evaluar mejor, las posibilidades de las inversiones que queremos acometer.
La demanda contra Rankia, supongo que habrá sido para “limpiar” el honor mancillado de no sé quien, pero la gravedad de esta demanda va más allá de la propia demanda. Estas actuaciones generan autocensura y provocan que no digamos siempre las cosas tal como las vemos por miedo a ser demandados porque, aunque estas demandas no prosperen, su objetivo lo consiguen. A nadie le gusta meterse o que le metan en líos judiciales por mucha razón que tenga y por muy convencido que esté de que sus argumentos u opiniones son correctos. Fijémonos en que el Ministro no ha dicho de que empresa se trata, ha sido la prensa. Hasta el Ministro se ha autocensurado y sin embargo, si ha dicho lo que ha dicho, es porque sabe lo que está pasando con pelos y señales.
Cuando montamos el Blog hubo cierto miedo en ser demasiado agresivos, tal vez hubo autocensura. Cuando escribí el artículo, no me atreví a decir qué empresa era, por autocensura. Muchos de los artículos que escribo y supongo que al resto de blogers les pasará lo mismo, los reescribo cambiando frases y utilizando otras menos agresivas y lo que puede ser peor, modificando (en parte) razonamientos o conclusiones para hacerlos más suaves. Todo ello, por autocensura.
Algo no está funcionando si nos autocensuramos y no expresamos nuestras opiniones libremente. Tal vez el exceso de precaución, o directamente el miedo, hace que tengamos la censura asumida e interiorizada y eso es malo, ... es muy malo.
Saludos