Estando el gran Luisito2 en vida y con su consentimiento, he difundido algunas de sus geniales formas de ver las cosas en artículos que están enlazados al final. Hoy le toca al patrón oro.
PATRÓN ORO
Aunque todas las reservas de oro de una economía con un patrón oro se volviesen radiactivas, esto no afectaría al sistema. En un sistema basado en un patrón oro no se usan lingotes o monedas de oro sino "dinero de papel".
Este "dinero de papel" tiene dos formas en un sistema basado en el patrón oro: hay, por un lado, billetes de banco y por otro letras de cambio.
Las letras de cambio son mucho más importantes como "dinero papel" en un sistema de patrón oro que los billetes de banco. Estas dos formas de "dinero papel" están asociadas a dos formas diferentes de crédito: el capital y el crédito comercial.
El dinero basado en billetes de banco, corresponde al crédito-capital, que es un crédito utilizado para la inversión en capital (llamado también "capital fijo"), es gestionado por los "bancos de inversión" que arbitran la conversión de billetes de banco - oro basándose en el "tipo de interés". Este dinero está basado en la deuda utilizada para financiar la producción.
El dinero en letras de cambio, corresponde al crédito comercial, que es un crédito utilizado para la financiación del "capital circulante", que es gestionado por los bancos comerciales que arbitran la conversión de letras de cambio - oro basándose en un "tipo de descuento". Este dinero está basado en la deuda utilizada para financiar el consumo.
(Todo el dinero, incluso el que está hecho de oro, está compuesto por deuda)
En las economías que utilizan dinero de verdad (patrón oro) hay un arbitraje crucial entre el tipo de interés y el tipo de descuento, que es esencial para el equilibrio de la economía. Los bancos centrales actuales siguen teniendo una ventanilla de créditos a cierto tipo de interés decretado por el banquero central y otra ventanilla de descuento a cierto tipo de descuento.
Cuando la Fed y otros bancos centrales fueron creados, se dio por sentado que solo intervendrían utilizando su ventanilla de descuento (de letras de cambio) y distorsionando el "tipo de descuento", no emitiendo papel moneda ni alterando el tipo de interés.
El patrón oro no es deflacionario. Las economías basadas en el patrón oro, al contrario que las basadas en dinero del Gobierno, crecen. Como estas economías tienden a crecer más de lo que crece la cantidad de oro disponible, los precios tienden a reducirse sistemáticamente a largo plazo pero esta reducción de precios no es deflación. Deflación es una contracción del crédito disponible y, en las economías con patrón oro, el crédito disponible crece porque crece la economía aunque la masa monetaria sea cada día más pequeña con respecto al tamaño de la economía y aunque los precios caigan. Esto es así porque lo que mide el "tamaño" del crédito disponible es su valor económico no la cantidad equivalente de gramos de oro. (Si los precios caen, la misma cantidad de oro puede representar más crédito (crédito por más valor)).
Es importante ver que el "tamaño" de la masa monetaria es irrelevante. Por ejemplo la masa monetaria en una ciudad típica japonesa es unas 100 veces mayor que en una ciudad típica española, lo que hace que los precios sean unas 100 veces mayores. Esto, por supuesto, no supone un cambio económico fundamental sino solo un cambio convencional contable.
(El "dinero" del que hablan los keynesianos no es dinero, ni siquiera es un objeto económico sino que es un objeto contable. (El keynesianismo no es una teoría económica sino una teoría contable, no trata de la realidad ni de los fenómenos reales)).
La principal ventaja de un patrón oro está precisamente en que garantiza una disminución de precios sistemática. Esto es algo que obliga a que la deuda tenga que ser empleada de forma productiva para crear riqueza real que pueda sostener el servicio de ese endeudamiento. Se evitan de esta forma las burbujas de activos que no son más que apuestas especulativas bajistas sobre el valor futuro del dinero. Como la cantidad de oro en el sistema no puede crecer arbitrariamente, las apuestas bajistas sobre el valor futuro del dinero, que son la esencia de las burbujas de activos, son apuestas sin sentido.
En los sistemas basados en un patrón oro, la masa monetaria crece más lentamente que la economía lo que hace que la capacidad de compra del dinero aumente con el tiempo.
Por ejemplo, podríamos tener una economía que dispone de 100 monedas (de 1 gramo cada una) y fabrica 1.000 camisas cada año. Al cabo de un tiempo, esa economía podría fabricar 1.200 camisas por año y disponer de 105 monedas (de 1 gramo). Como el número de camisas ha crecido más que el número de monedas, los precios tienden a bajar.
Esto de que una economía basada en el oro crece más que su masa monetaria no es, ni mucho menos una obviedad, y requiere una justificación que es muy larga.
La "capacidad de compra" del dinero puede variar según cambien los precios pero el que el dinero pueda emplearse para realizar compras no es debido a lo que "valga" ese dinero. El valor económico del dinero, aunque esté hecho de oro, es siempre cero (salvo que uno sea numismático)
La "velocidad del dinero" es una variable ficticia keynesiana que no existe en el mundo real (Es una variable que no es independiente ni refleja ningún fenómeno real).
En cualquier caso, la cantidad de crédito y de flujo de pagos que puede manejar un sistema basado en el patrón oro es mucho mayor que un sistema basado en "dinero del Gobierno". Un sistema monetario basado en el patrón oro necesita muy poco oro para funcionar porque la inmensa mayoría de pagos o créditos no se hacen en oro (o en papel moneda).
La inmensa mayoría de los flujos comerciales se financian con "letras de cambio", no con dinero. Las letras de cambio cumplen un papel crucial en un sistema basado en el patrón oro, algo que no ocurre en nuestras economías. En ese sistema, el oro y los pagos en oro, solo sirven como ajuste en las transacciones. Si 1.000 letras de cambio van desde Italia al resto del mundo y 998 letras de cambio desde el resto del mundo a Italia, los pagos en oro solo sirven para cubrir esas 2 unidades de diferencia. (El oro de estos pagos en oro no se mueve de sitio sino que permanece todo el tiempo en una cámara acorazada en Londres).
Los "assignats", un dinero basado en tierras de cultivo, son un ejemplo de fracaso estrepitoso.
Las acciones, los bonos o las participaciones en fondos de activos, son certificados sobre una parte de un objeto valioso, como una tierra de cultivo o una empresa y, por eso, no pueden funcionar como dinero.
El dinero no tiene valor económico y por eso debe ser producido con el menor coste posible. El oro fue elegido como material para fabricar el dinero en la antigüedad en este intento de reducir los costos de la fabricación del dinero. Se usaba oro porque era, a la vez, un metal extremadamente abundante y sin ningún valor económico (Hoy en día, el oro sigue siendo el metal más abundante y sigue sin tener casi valor).
El material que se utilice para construir un patrón monetario es sacrificado en ese uso. Como el dinero producido tiene un valor económico cero, el valor que tuviese ese material patrón es destruido (porque como recurso no puede emplearse para otros usos).
Si el patrón que se usa es al planeta tierra o una "cesta de materias primas" se produce una destrucción de valor porque las materias primas o el planeta tierra tienen valor económico mientras que el oro o el dinero no.
No es suficiente con que haya una reserva de oro para que un sistema funcione eficazmente como un sistema basado en patrón oro. Deben estar contenidos los mecanismos de creación de inflación, como las reservas fraccionarias y debe existir un mercado de liquidación de letras de cambio (crédito comercial).
Crear un sistema monetario requiere elegir un patrón porque un sistema monetario no es más que un mecanismo contable que "recuerda" transacciones. La alternativa a un patrón como el oro es un patrón basado en la arbitrariedad del Gobierno. No hay sistemas monetarios sin patrón lo mismo que no hay sistemas de medidas sin unidades de medida.
El sistema monetario basado en oro es una máquina infinitamente más refinada, flexible y elaborada que nada que un grupo de keynesianos al servicio del Gobierno lograrían inventar en un millón de años.
Creo que mi forma de entender todo esto está tan radicalmente alejada del punto de vista "convencional" que es difícil mantener una discusión por falta de acuerdo en el significado de los términos más elementales.
El "sistema basado en un patrón oro" no define cómo debe estar hecho o cómo debe funcionar el dinero que use una sociedad. Es cómo definir "el sistema de transporte en bicicleta" que solo propone las ventajas, inconvenientes o el mejor método para usar una bici para ir a los sitios pero no define si debe haber trenes o aeropuertos.
Un sistema monetario de mercado basado en el patrón oro es un sistema en el que la totalidad del dinero está fabricado físicamente en oro. En una economía en la que el Gobierno permita este sistema (los Gobiernos actuales lo consideran un delito prohibido), existen muchas clases de dinero de oro emitido por diferentes productores privados de dinero y todo ese dinero convive con otras clases de dinero, como dinero fiat generado por el gobierno, caracolas marinas o semillas de abedul.
En un sistema así, los depositarios de ese dinero, emiten certificados de depósito (billetes de banco) pero esos billetes de banco no son dinero, del mismo modo que una cartilla de una caja de ahorros tampoco es dinero. En este sistema, los billetes de banco como las cartillas de ahorro no son dinero sino certificados de que alguien ha depositado cierta cantidad de dinero que tiene derecho a recuperar.
El coeficiente de caja puede ser del 100% o menor del 100%. Esto es algo que solo depende del emisor de esos billetes. El banco "A" podría admitir depósitos de 60 toneladas y emitir certificados de depósito que permiten retirar 60 toneladas de oro y el banco "B" podría admitir 60 toneladas en depósitos y emitir certificados por 140 toneladas.
El sistema basado en el patrón oro no dice cuál debe ser el coeficiente de caja. Cada depositario y emisor puede emplear un sistema fraccionario o no, del mismo modo que cada banco puede tener una gestión desde muy prudente hasta muy temeraria.
Sin que haya una ley que indique cuál debe ser el coeficiente de caja, el sistema evoluciona por sí mismo a un coeficiente de caja del 100% y permanece por siempre en ese 100% (hace falta el intervencionismo del Gobierno y el uso de la fuerza para imponer un coeficiente fraccionario).
Entender esto requiere cierto detalle.
El banco "A" podría emitir certificados por 100 kilos de oro por cada 100 kilos de oro depositados, mientras que el banco "B" utilizando un sistema de banca fraccionaria, podría emitir 450 kilos de certificados de depósito por cada 100 kilos depositados. Como los ahorradores prefieren el sistema "A" que es mucho más solvente, el banco "B" tiene que pagar un cierto interés por los depósitos que admite (y que a su vez presta).
Todo este puede pasar perfectamente en un sistema basado en el patrón oro, ahora bien, ni los certificados de depósito (billetes de banco) que emite "A" ni los que emite "B" son dinero. Los billetes que emite "A" son certificados de depósito de dinero convertibles en dinero (pero no son dinero). Los billetes que emite el banco "B" ni son dinero ni son certificados de depósito de dinero.
Hay que aclarar que aunque muchas cosas pueden convertirse en dinero, por ejemplo una moto que puede venderse por 5.000 euros, no todo lo que puede convertirse en dinero es dinero.
Un ahorrador puede entregar dinero (oro) a un banco por muchas razones y el banco puede entregarle un papel de muchos tipos a cambio, sin embargo eso no convierte en dinero ese papel que emite el banco a cambio del oro.
Por ejemplo: Un ahorrador podría depositar en el banco 200 monedas de oro y el banco entregarle un certificado de depósito (un billete de banco) por 200 monedas de oro (Esto es lo que significa "El Banco Guipuzcoano o el Banco de España entregarán al portador 100 pesetas" Tanto el Banco Guipuzcoano como el Banco de España podían emitir billetes de banco pero no podían emitir pesetas. No es posible emitir pesetas o dólares como no es posible emitir litros de gasolina, lo que se puede emitir es un certificado de depósito de 100 pesetas o un vale por 30 litros de gasolina).
En el otro caso, un ahorrador podría entregar al banco 200 monedas de oro. El banco prestar a otro cliente esas 200 monedas para que se compre un piso a cambio de un interés del 7%. El banco entregaría al ahorrador un bono hipotecario con un interés del 6%.
En el primer ejemplo, el billete de banco que emite el banco es un certificado de depósito de dinero, de 200 monedas de oro. Cuando se emite este certificado la masa monetaria no crece, no es que se creen 400 unidades de dinero, 200 en forma de billetes y 200 en forma de monedas de oro a partir de las 200 monedas de oro iniciales. Solo hay 200 unidades de dinero que son las monedas depositadas en el banco, los billetes no son dinero. En este caso, el ahorrador tiene dinero, 200 monedas de oro solo que las tiene guardadas en el banco. Los billetes que le he entregado el banco no son dinero sino solo un salvoconducto para recuperar su dinero.
En el segundo caso del ahorrador que cambia su dinero por un bono hipotecario, este ahorrador deja de tener dinero porque su dinero pasa al deudor que compra una casa. Ese bono hipotecario no es dinero y ni siquiera es un certificado de depósito de dinero (ese ahorrador no tiene dinero, ni en su casa ni tampoco en el banco)
Si un banco decide optar por una reserva fraccionaria, está prestando el dinero de sus depositantes a otros clientes. Los papeles que emite son una mezcla de billetes de banco y bonos de deuda y si quiere que alguien los acepte o deben pagar un interés o deben venderse por un precio menor que su nominal.
En un sistema así, cada agente de la economía decide emplear los billetes de banco del fabricante de billetes que prefiera del mismo modo que compra un coche de la marca que prefiera. La libre competencia fuerza a que aparezca una oferta de dinero de calidad producido por el sector privado.
El "oro devaluado" no existe. Si el banco "B" le debe al "A" 200 kilos de oro puede pagarle entregándole 200 kilos de oro. El oro (dinero) del banco "B" es tan bueno como el del banco "A"
Además de saldar la deuda con una entrega de dinero (oro físico), el banco "B" puede saldar la deuda entregando muchas clases de papeles, ninguna de las cuales son dinero. Todos esos instrumentos o activos financieros pueden venderse y cambiarse por dinero (oro) y es el mercado el que establece las relaciones de esa conversión.
Por ejemplo, actualmente un bono alemán que venza en Marzo de 2013 valdrá 1.000 euros en Marzo de 2013. Un bono griego que venza en Marzo de 2013 valdrá también 1.000 euros en 2013. Esto no significa que puedan cambiarse 20 bonos de los primeros por los segundos o que puedan saldarse la deuda de 40 bonos alemanes entregando 40 bonos griegos.
Un billete del banco "A" podría llevar la inscripción "El banco A pagará al portador 100 dólares". Un billete del banco B podría llevar escrito "El banco B pagará al portador 100 dólares"
En la calle, en el mercado, los billetes de 100 dólares del banco A (que no son dinero) podrían venderse por 99.8 dólares mientras que los billetes de 100 dólares del banco B podrían venderse por 86 dólares.
Si el banco B debe al banco A un millón de dólares puede saldar la deuda entregando un millón de dólares, o bien entregando billetes del banco A por un nominal de 1.001.000 dólares o bien, si el banco A lo acepta, billetes del banco B por un valor nominal de 1.163.000 dolares.
La clave está en que todo el dinero está formado por oro aunque haya en el sistema muchas clase de papeles que no son dinero y que pueden emplearse para hacer pagos si el que paga lo desea y el que cobra acepta ese papel con cierto valor expresado en oro.
Un papel que contenga la promesa de cierto pago en oro no tiene la misma capacidad de compra que la cantidad de oro prometida y la diferencia depende de lo fiable que sea quien hace esa promesa.
En un sistema en el que al mismo tiempo hay emisores de billetes de banco con cobertura del 100% y otros con cobertura fraccionaria, el mercado establece qué equivalencia hay entre un papel y otro, lo mismo que el mercado establece cuántos bonos basura corporativos de 1000 dólares hay que entregar para conseguir un bono de 1.000 dólares del Gobierno Federal.
En un sistema así, hay en circulación billetes de banco de diferentes calidades con diferentes riesgos asociados y que, naturalmente se compran con diferentes descuentos con relación a su valor nominal en oro. Lo mismo que actualmente hay diferentes depósitos bancarios con diferentes riesgos y diferentes rendimientos.
Cada agente elige si quiere utilizar o aceptar billetes de alta o baja calidad pero ninguno de esos billetes es dinero.
Las notas bancarias no son dinero, aunque la gente siempre es libre de aceptar cualquier cosa como pago a las deudas. Si cierto grupo de gente terminase aceptado conchas de almeja como dinero, las conchas de almeja se convertirían en dinero.
El problema es que no creo en la espontaneidad de este "se acabaría usando". Si el sistema, de manera natural tiende a un dinero fiat hecho puramente de papel, entonces ¿Por qué el estado impone por la fuerza este dinero y persigue como delito cualquier alternativa? ¿Por qué es un delito perseguido por la ley el fabricar y usar dinero privado?
Las notas bancarias "con rendimiento" son instrumentos de crédito y de deuda. El dinero no paga nunca un interés. Naturalmente, en un sistema basado en el oro, un ahorrador que tenga su ahorro en forma de dinero (oro), puede decidir convertir ese ahorro en depósitos bancarios, bonos o acciones de bolsa. Puede emplear acciones de bolsa o bonos corporativos como forma de pago si la otra parte lo acepta pero ni las acciones, ni los depósitos a plazo ni los bonos son dinero.
Y aquí es donde el "moral hazard" entra en la ecuación. El dinero (oro) no paga un interés pero no incluye un riesgo de impago. Todos esos instrumentos de riesgo pagan un interés pero incluyen un riesgo de impago.
En una economía libre, el ahorrador A podría conservar su ahorro como dinero (oro) depositado en un banco con coeficiente del 100%. El ahorrador B podría conservar su ahorro no como dinero (oro) sino como la promesa de "X" de pagarle ese dinero (oro) en el futuro. Esta promesa podría tener la forma de un bono, de un billete bancario con coeficiente de caja del 10% o un billete de lotería.
Cuando las cosas se ponen feas, "X" no cumple la promesa de entregar 2.000 unidades de dinero al ahorrador "B" sino que solo le entrega 400. Esto deja de hacer cierta la ecuación de que "la promesa de "X" de pagar 2.000 unidades de dinero" = 2.000 unidades de dinero.
Este tipo de pequeños escarmientos son lo que usa el mercado para evitar que la gente llegue a confundir la promesa de "X" de hacer cierto pago con ese pago "en metálico"
Y aquí es donde interviene el Estado con su "moral hazard". El Estado roba al ahorrador prudente "A" la mitad de su ahorro y con ese dinero (oro) cubre las pérdidas del ahorrador temerario "B"
A partir del "moral hazard" producido por ese saqueo Estatal a los ahorradores prudentes y el subsidio a los temerarios, la prudencia no compensa y termina por imponerse la temeridad. La temeridad, o el uso de instrumentos de deuda consistentes en promesas que no pueden cumplirse como si fuesen dinero no se impone de forma natural sino que es impuesta por el Estado a través del saqueo y del uso de la fuerza.
Puede que en un sistema basado en el patrón oro el oro haga de "cama" pero esa reserva libre de oro no es redundante ni puede ser sustituida por una "MONEDA FIJA"
En un sistema basado en el patrón oro, el oro sirve para determinar el valor relativo de todas las monedas y del resto de los bienes porque hay un mercado minúsculo pero activo de arbitraje con el oro. Un bono emitido por el ayuntamiento de San Francisco, puede comprarse pagándolo en oro y puede venderse a cambio de oro. El oro, tiene un valor, el que sea, en cada momento dependiendo de la demanda y la oferta de oro en ese momento.
Como cualquier cosa del mundo y en cualquier lugar del mundo puede comprarse con oro o venderse a cambio de oro, el valor del oro depende, refleja, el valor de todo lo que hay en la economía del mundo.
En el caso de esa "moneda fija" ¿Qué cosas podrían comprarse con esa moneda? ¿Quien tendría en sus manos esa moneda o cómo podría conseguirse? ¿Como convencerías a un australiano que aceptase un pago en esa moneda fija? ¿Cómo podría funcionar un arbitraje con esa moneda fija?
Los arbitrajes pueden ser extremadamente efectivos incluso aunque su volumen sea muy pequeño porque la simple amenaza de arbitraje evita que los precios cambien hasta crear una oportunidad de arbitraje. Un ejemplo puede verse con estos ETF de oro, indices de bolsa o bonos. Solo una cantidad infinitesimal de quienes tienen un ETF de oro deciden cobrarlo en lingotes de oro en lugar de vender el ETF en un mercado de acciones. Sin embargo ese minúsculo volumen de arbitraje o incluso la mera amenaza de que pueda darse ese arbitraje evita que la cotización de esos ETF varíe y se mantenga casi absolutamente constante. (cuando esa cotización se expresa en dinero de verdad hecho de oro, por supuesto)
Solo el mercado puede regular al sistema financiero, la gente debe aprender a cuidar de sí misma porque el Estado no cuidará de ellos. El Estado nunca ha cuidado de ellos porque el Estado existe para cuidar del Estado.
Es absurdo garantizar primero a los bancos que cualquier pérdida que tengan en sus apuestas será transferida a los contribuyentes, sobre todo si las pérdidas son enormes y debidas a apuestas tan temerarias que hagan peligrar la economía y justifiquen un salvamento, y luego tratar de ser muy astutos eligiendo un regulador que procure que los bancos no tengan pérdidas.
Es como entregar a un niño de 4 años un mechero y un puñado de petardos y luego encerrarlo en un polvorín pero explicándole primero que no debe encender el mechero.
Y luego, cuando el polvorín salta por los aires, la gente propone que lo mejor para evitar que vuelva a suceder una desgracia consistiría en que, la próxima vez, hay que explicarle mejor al niño que no debe encender el mechero.
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El timo de la presión fiscal sobre PIB y la deuda sobre PIB
¿ Qué es un Mercado? Según Luisito2
PATRÓN ORO
Aunque todas las reservas de oro de una economía con un patrón oro se volviesen radiactivas, esto no afectaría al sistema. En un sistema basado en un patrón oro no se usan lingotes o monedas de oro sino "dinero de papel".
Este "dinero de papel" tiene dos formas en un sistema basado en el patrón oro: hay, por un lado, billetes de banco y por otro letras de cambio.
Las letras de cambio son mucho más importantes como "dinero papel" en un sistema de patrón oro que los billetes de banco. Estas dos formas de "dinero papel" están asociadas a dos formas diferentes de crédito: el capital y el crédito comercial.
El dinero basado en billetes de banco, corresponde al crédito-capital, que es un crédito utilizado para la inversión en capital (llamado también "capital fijo"), es gestionado por los "bancos de inversión" que arbitran la conversión de billetes de banco - oro basándose en el "tipo de interés". Este dinero está basado en la deuda utilizada para financiar la producción.
El dinero en letras de cambio, corresponde al crédito comercial, que es un crédito utilizado para la financiación del "capital circulante", que es gestionado por los bancos comerciales que arbitran la conversión de letras de cambio - oro basándose en un "tipo de descuento". Este dinero está basado en la deuda utilizada para financiar el consumo.
(Todo el dinero, incluso el que está hecho de oro, está compuesto por deuda)
En las economías que utilizan dinero de verdad (patrón oro) hay un arbitraje crucial entre el tipo de interés y el tipo de descuento, que es esencial para el equilibrio de la economía. Los bancos centrales actuales siguen teniendo una ventanilla de créditos a cierto tipo de interés decretado por el banquero central y otra ventanilla de descuento a cierto tipo de descuento.
Cuando la Fed y otros bancos centrales fueron creados, se dio por sentado que solo intervendrían utilizando su ventanilla de descuento (de letras de cambio) y distorsionando el "tipo de descuento", no emitiendo papel moneda ni alterando el tipo de interés.
El patrón oro no es deflacionario. Las economías basadas en el patrón oro, al contrario que las basadas en dinero del Gobierno, crecen. Como estas economías tienden a crecer más de lo que crece la cantidad de oro disponible, los precios tienden a reducirse sistemáticamente a largo plazo pero esta reducción de precios no es deflación. Deflación es una contracción del crédito disponible y, en las economías con patrón oro, el crédito disponible crece porque crece la economía aunque la masa monetaria sea cada día más pequeña con respecto al tamaño de la economía y aunque los precios caigan. Esto es así porque lo que mide el "tamaño" del crédito disponible es su valor económico no la cantidad equivalente de gramos de oro. (Si los precios caen, la misma cantidad de oro puede representar más crédito (crédito por más valor)).
Es importante ver que el "tamaño" de la masa monetaria es irrelevante. Por ejemplo la masa monetaria en una ciudad típica japonesa es unas 100 veces mayor que en una ciudad típica española, lo que hace que los precios sean unas 100 veces mayores. Esto, por supuesto, no supone un cambio económico fundamental sino solo un cambio convencional contable.
(El "dinero" del que hablan los keynesianos no es dinero, ni siquiera es un objeto económico sino que es un objeto contable. (El keynesianismo no es una teoría económica sino una teoría contable, no trata de la realidad ni de los fenómenos reales)).
La principal ventaja de un patrón oro está precisamente en que garantiza una disminución de precios sistemática. Esto es algo que obliga a que la deuda tenga que ser empleada de forma productiva para crear riqueza real que pueda sostener el servicio de ese endeudamiento. Se evitan de esta forma las burbujas de activos que no son más que apuestas especulativas bajistas sobre el valor futuro del dinero. Como la cantidad de oro en el sistema no puede crecer arbitrariamente, las apuestas bajistas sobre el valor futuro del dinero, que son la esencia de las burbujas de activos, son apuestas sin sentido.
En los sistemas basados en un patrón oro, la masa monetaria crece más lentamente que la economía lo que hace que la capacidad de compra del dinero aumente con el tiempo.
Por ejemplo, podríamos tener una economía que dispone de 100 monedas (de 1 gramo cada una) y fabrica 1.000 camisas cada año. Al cabo de un tiempo, esa economía podría fabricar 1.200 camisas por año y disponer de 105 monedas (de 1 gramo). Como el número de camisas ha crecido más que el número de monedas, los precios tienden a bajar.
Esto de que una economía basada en el oro crece más que su masa monetaria no es, ni mucho menos una obviedad, y requiere una justificación que es muy larga.
La "capacidad de compra" del dinero puede variar según cambien los precios pero el que el dinero pueda emplearse para realizar compras no es debido a lo que "valga" ese dinero. El valor económico del dinero, aunque esté hecho de oro, es siempre cero (salvo que uno sea numismático)
La "velocidad del dinero" es una variable ficticia keynesiana que no existe en el mundo real (Es una variable que no es independiente ni refleja ningún fenómeno real).
En cualquier caso, la cantidad de crédito y de flujo de pagos que puede manejar un sistema basado en el patrón oro es mucho mayor que un sistema basado en "dinero del Gobierno". Un sistema monetario basado en el patrón oro necesita muy poco oro para funcionar porque la inmensa mayoría de pagos o créditos no se hacen en oro (o en papel moneda).
La inmensa mayoría de los flujos comerciales se financian con "letras de cambio", no con dinero. Las letras de cambio cumplen un papel crucial en un sistema basado en el patrón oro, algo que no ocurre en nuestras economías. En ese sistema, el oro y los pagos en oro, solo sirven como ajuste en las transacciones. Si 1.000 letras de cambio van desde Italia al resto del mundo y 998 letras de cambio desde el resto del mundo a Italia, los pagos en oro solo sirven para cubrir esas 2 unidades de diferencia. (El oro de estos pagos en oro no se mueve de sitio sino que permanece todo el tiempo en una cámara acorazada en Londres).
Los "assignats", un dinero basado en tierras de cultivo, son un ejemplo de fracaso estrepitoso.
Las acciones, los bonos o las participaciones en fondos de activos, son certificados sobre una parte de un objeto valioso, como una tierra de cultivo o una empresa y, por eso, no pueden funcionar como dinero.
El dinero no tiene valor económico y por eso debe ser producido con el menor coste posible. El oro fue elegido como material para fabricar el dinero en la antigüedad en este intento de reducir los costos de la fabricación del dinero. Se usaba oro porque era, a la vez, un metal extremadamente abundante y sin ningún valor económico (Hoy en día, el oro sigue siendo el metal más abundante y sigue sin tener casi valor).
El material que se utilice para construir un patrón monetario es sacrificado en ese uso. Como el dinero producido tiene un valor económico cero, el valor que tuviese ese material patrón es destruido (porque como recurso no puede emplearse para otros usos).
Si el patrón que se usa es al planeta tierra o una "cesta de materias primas" se produce una destrucción de valor porque las materias primas o el planeta tierra tienen valor económico mientras que el oro o el dinero no.
No es suficiente con que haya una reserva de oro para que un sistema funcione eficazmente como un sistema basado en patrón oro. Deben estar contenidos los mecanismos de creación de inflación, como las reservas fraccionarias y debe existir un mercado de liquidación de letras de cambio (crédito comercial).
Crear un sistema monetario requiere elegir un patrón porque un sistema monetario no es más que un mecanismo contable que "recuerda" transacciones. La alternativa a un patrón como el oro es un patrón basado en la arbitrariedad del Gobierno. No hay sistemas monetarios sin patrón lo mismo que no hay sistemas de medidas sin unidades de medida.
El sistema monetario basado en oro es una máquina infinitamente más refinada, flexible y elaborada que nada que un grupo de keynesianos al servicio del Gobierno lograrían inventar en un millón de años.
Creo que mi forma de entender todo esto está tan radicalmente alejada del punto de vista "convencional" que es difícil mantener una discusión por falta de acuerdo en el significado de los términos más elementales.
El "sistema basado en un patrón oro" no define cómo debe estar hecho o cómo debe funcionar el dinero que use una sociedad. Es cómo definir "el sistema de transporte en bicicleta" que solo propone las ventajas, inconvenientes o el mejor método para usar una bici para ir a los sitios pero no define si debe haber trenes o aeropuertos.
Un sistema monetario de mercado basado en el patrón oro es un sistema en el que la totalidad del dinero está fabricado físicamente en oro. En una economía en la que el Gobierno permita este sistema (los Gobiernos actuales lo consideran un delito prohibido), existen muchas clases de dinero de oro emitido por diferentes productores privados de dinero y todo ese dinero convive con otras clases de dinero, como dinero fiat generado por el gobierno, caracolas marinas o semillas de abedul.
En un sistema así, los depositarios de ese dinero, emiten certificados de depósito (billetes de banco) pero esos billetes de banco no son dinero, del mismo modo que una cartilla de una caja de ahorros tampoco es dinero. En este sistema, los billetes de banco como las cartillas de ahorro no son dinero sino certificados de que alguien ha depositado cierta cantidad de dinero que tiene derecho a recuperar.
El coeficiente de caja puede ser del 100% o menor del 100%. Esto es algo que solo depende del emisor de esos billetes. El banco "A" podría admitir depósitos de 60 toneladas y emitir certificados de depósito que permiten retirar 60 toneladas de oro y el banco "B" podría admitir 60 toneladas en depósitos y emitir certificados por 140 toneladas.
El sistema basado en el patrón oro no dice cuál debe ser el coeficiente de caja. Cada depositario y emisor puede emplear un sistema fraccionario o no, del mismo modo que cada banco puede tener una gestión desde muy prudente hasta muy temeraria.
Sin que haya una ley que indique cuál debe ser el coeficiente de caja, el sistema evoluciona por sí mismo a un coeficiente de caja del 100% y permanece por siempre en ese 100% (hace falta el intervencionismo del Gobierno y el uso de la fuerza para imponer un coeficiente fraccionario).
Entender esto requiere cierto detalle.
El banco "A" podría emitir certificados por 100 kilos de oro por cada 100 kilos de oro depositados, mientras que el banco "B" utilizando un sistema de banca fraccionaria, podría emitir 450 kilos de certificados de depósito por cada 100 kilos depositados. Como los ahorradores prefieren el sistema "A" que es mucho más solvente, el banco "B" tiene que pagar un cierto interés por los depósitos que admite (y que a su vez presta).
Todo este puede pasar perfectamente en un sistema basado en el patrón oro, ahora bien, ni los certificados de depósito (billetes de banco) que emite "A" ni los que emite "B" son dinero. Los billetes que emite "A" son certificados de depósito de dinero convertibles en dinero (pero no son dinero). Los billetes que emite el banco "B" ni son dinero ni son certificados de depósito de dinero.
Hay que aclarar que aunque muchas cosas pueden convertirse en dinero, por ejemplo una moto que puede venderse por 5.000 euros, no todo lo que puede convertirse en dinero es dinero.
Un ahorrador puede entregar dinero (oro) a un banco por muchas razones y el banco puede entregarle un papel de muchos tipos a cambio, sin embargo eso no convierte en dinero ese papel que emite el banco a cambio del oro.
Por ejemplo: Un ahorrador podría depositar en el banco 200 monedas de oro y el banco entregarle un certificado de depósito (un billete de banco) por 200 monedas de oro (Esto es lo que significa "El Banco Guipuzcoano o el Banco de España entregarán al portador 100 pesetas" Tanto el Banco Guipuzcoano como el Banco de España podían emitir billetes de banco pero no podían emitir pesetas. No es posible emitir pesetas o dólares como no es posible emitir litros de gasolina, lo que se puede emitir es un certificado de depósito de 100 pesetas o un vale por 30 litros de gasolina).
En el otro caso, un ahorrador podría entregar al banco 200 monedas de oro. El banco prestar a otro cliente esas 200 monedas para que se compre un piso a cambio de un interés del 7%. El banco entregaría al ahorrador un bono hipotecario con un interés del 6%.
En el primer ejemplo, el billete de banco que emite el banco es un certificado de depósito de dinero, de 200 monedas de oro. Cuando se emite este certificado la masa monetaria no crece, no es que se creen 400 unidades de dinero, 200 en forma de billetes y 200 en forma de monedas de oro a partir de las 200 monedas de oro iniciales. Solo hay 200 unidades de dinero que son las monedas depositadas en el banco, los billetes no son dinero. En este caso, el ahorrador tiene dinero, 200 monedas de oro solo que las tiene guardadas en el banco. Los billetes que le he entregado el banco no son dinero sino solo un salvoconducto para recuperar su dinero.
En el segundo caso del ahorrador que cambia su dinero por un bono hipotecario, este ahorrador deja de tener dinero porque su dinero pasa al deudor que compra una casa. Ese bono hipotecario no es dinero y ni siquiera es un certificado de depósito de dinero (ese ahorrador no tiene dinero, ni en su casa ni tampoco en el banco)
Si un banco decide optar por una reserva fraccionaria, está prestando el dinero de sus depositantes a otros clientes. Los papeles que emite son una mezcla de billetes de banco y bonos de deuda y si quiere que alguien los acepte o deben pagar un interés o deben venderse por un precio menor que su nominal.
En un sistema así, cada agente de la economía decide emplear los billetes de banco del fabricante de billetes que prefiera del mismo modo que compra un coche de la marca que prefiera. La libre competencia fuerza a que aparezca una oferta de dinero de calidad producido por el sector privado.
El "oro devaluado" no existe. Si el banco "B" le debe al "A" 200 kilos de oro puede pagarle entregándole 200 kilos de oro. El oro (dinero) del banco "B" es tan bueno como el del banco "A"
Además de saldar la deuda con una entrega de dinero (oro físico), el banco "B" puede saldar la deuda entregando muchas clases de papeles, ninguna de las cuales son dinero. Todos esos instrumentos o activos financieros pueden venderse y cambiarse por dinero (oro) y es el mercado el que establece las relaciones de esa conversión.
Por ejemplo, actualmente un bono alemán que venza en Marzo de 2013 valdrá 1.000 euros en Marzo de 2013. Un bono griego que venza en Marzo de 2013 valdrá también 1.000 euros en 2013. Esto no significa que puedan cambiarse 20 bonos de los primeros por los segundos o que puedan saldarse la deuda de 40 bonos alemanes entregando 40 bonos griegos.
Un billete del banco "A" podría llevar la inscripción "El banco A pagará al portador 100 dólares". Un billete del banco B podría llevar escrito "El banco B pagará al portador 100 dólares"
En la calle, en el mercado, los billetes de 100 dólares del banco A (que no son dinero) podrían venderse por 99.8 dólares mientras que los billetes de 100 dólares del banco B podrían venderse por 86 dólares.
Si el banco B debe al banco A un millón de dólares puede saldar la deuda entregando un millón de dólares, o bien entregando billetes del banco A por un nominal de 1.001.000 dólares o bien, si el banco A lo acepta, billetes del banco B por un valor nominal de 1.163.000 dolares.
La clave está en que todo el dinero está formado por oro aunque haya en el sistema muchas clase de papeles que no son dinero y que pueden emplearse para hacer pagos si el que paga lo desea y el que cobra acepta ese papel con cierto valor expresado en oro.
Un papel que contenga la promesa de cierto pago en oro no tiene la misma capacidad de compra que la cantidad de oro prometida y la diferencia depende de lo fiable que sea quien hace esa promesa.
En un sistema en el que al mismo tiempo hay emisores de billetes de banco con cobertura del 100% y otros con cobertura fraccionaria, el mercado establece qué equivalencia hay entre un papel y otro, lo mismo que el mercado establece cuántos bonos basura corporativos de 1000 dólares hay que entregar para conseguir un bono de 1.000 dólares del Gobierno Federal.
En un sistema así, hay en circulación billetes de banco de diferentes calidades con diferentes riesgos asociados y que, naturalmente se compran con diferentes descuentos con relación a su valor nominal en oro. Lo mismo que actualmente hay diferentes depósitos bancarios con diferentes riesgos y diferentes rendimientos.
Cada agente elige si quiere utilizar o aceptar billetes de alta o baja calidad pero ninguno de esos billetes es dinero.
Las notas bancarias no son dinero, aunque la gente siempre es libre de aceptar cualquier cosa como pago a las deudas. Si cierto grupo de gente terminase aceptado conchas de almeja como dinero, las conchas de almeja se convertirían en dinero.
El problema es que no creo en la espontaneidad de este "se acabaría usando". Si el sistema, de manera natural tiende a un dinero fiat hecho puramente de papel, entonces ¿Por qué el estado impone por la fuerza este dinero y persigue como delito cualquier alternativa? ¿Por qué es un delito perseguido por la ley el fabricar y usar dinero privado?
Las notas bancarias "con rendimiento" son instrumentos de crédito y de deuda. El dinero no paga nunca un interés. Naturalmente, en un sistema basado en el oro, un ahorrador que tenga su ahorro en forma de dinero (oro), puede decidir convertir ese ahorro en depósitos bancarios, bonos o acciones de bolsa. Puede emplear acciones de bolsa o bonos corporativos como forma de pago si la otra parte lo acepta pero ni las acciones, ni los depósitos a plazo ni los bonos son dinero.
Y aquí es donde el "moral hazard" entra en la ecuación. El dinero (oro) no paga un interés pero no incluye un riesgo de impago. Todos esos instrumentos de riesgo pagan un interés pero incluyen un riesgo de impago.
En una economía libre, el ahorrador A podría conservar su ahorro como dinero (oro) depositado en un banco con coeficiente del 100%. El ahorrador B podría conservar su ahorro no como dinero (oro) sino como la promesa de "X" de pagarle ese dinero (oro) en el futuro. Esta promesa podría tener la forma de un bono, de un billete bancario con coeficiente de caja del 10% o un billete de lotería.
Cuando las cosas se ponen feas, "X" no cumple la promesa de entregar 2.000 unidades de dinero al ahorrador "B" sino que solo le entrega 400. Esto deja de hacer cierta la ecuación de que "la promesa de "X" de pagar 2.000 unidades de dinero" = 2.000 unidades de dinero.
Este tipo de pequeños escarmientos son lo que usa el mercado para evitar que la gente llegue a confundir la promesa de "X" de hacer cierto pago con ese pago "en metálico"
Y aquí es donde interviene el Estado con su "moral hazard". El Estado roba al ahorrador prudente "A" la mitad de su ahorro y con ese dinero (oro) cubre las pérdidas del ahorrador temerario "B"
A partir del "moral hazard" producido por ese saqueo Estatal a los ahorradores prudentes y el subsidio a los temerarios, la prudencia no compensa y termina por imponerse la temeridad. La temeridad, o el uso de instrumentos de deuda consistentes en promesas que no pueden cumplirse como si fuesen dinero no se impone de forma natural sino que es impuesta por el Estado a través del saqueo y del uso de la fuerza.
Puede que en un sistema basado en el patrón oro el oro haga de "cama" pero esa reserva libre de oro no es redundante ni puede ser sustituida por una "MONEDA FIJA"
En un sistema basado en el patrón oro, el oro sirve para determinar el valor relativo de todas las monedas y del resto de los bienes porque hay un mercado minúsculo pero activo de arbitraje con el oro. Un bono emitido por el ayuntamiento de San Francisco, puede comprarse pagándolo en oro y puede venderse a cambio de oro. El oro, tiene un valor, el que sea, en cada momento dependiendo de la demanda y la oferta de oro en ese momento.
Como cualquier cosa del mundo y en cualquier lugar del mundo puede comprarse con oro o venderse a cambio de oro, el valor del oro depende, refleja, el valor de todo lo que hay en la economía del mundo.
En el caso de esa "moneda fija" ¿Qué cosas podrían comprarse con esa moneda? ¿Quien tendría en sus manos esa moneda o cómo podría conseguirse? ¿Como convencerías a un australiano que aceptase un pago en esa moneda fija? ¿Cómo podría funcionar un arbitraje con esa moneda fija?
Los arbitrajes pueden ser extremadamente efectivos incluso aunque su volumen sea muy pequeño porque la simple amenaza de arbitraje evita que los precios cambien hasta crear una oportunidad de arbitraje. Un ejemplo puede verse con estos ETF de oro, indices de bolsa o bonos. Solo una cantidad infinitesimal de quienes tienen un ETF de oro deciden cobrarlo en lingotes de oro en lugar de vender el ETF en un mercado de acciones. Sin embargo ese minúsculo volumen de arbitraje o incluso la mera amenaza de que pueda darse ese arbitraje evita que la cotización de esos ETF varíe y se mantenga casi absolutamente constante. (cuando esa cotización se expresa en dinero de verdad hecho de oro, por supuesto)
Solo el mercado puede regular al sistema financiero, la gente debe aprender a cuidar de sí misma porque el Estado no cuidará de ellos. El Estado nunca ha cuidado de ellos porque el Estado existe para cuidar del Estado.
Es absurdo garantizar primero a los bancos que cualquier pérdida que tengan en sus apuestas será transferida a los contribuyentes, sobre todo si las pérdidas son enormes y debidas a apuestas tan temerarias que hagan peligrar la economía y justifiquen un salvamento, y luego tratar de ser muy astutos eligiendo un regulador que procure que los bancos no tengan pérdidas.
Es como entregar a un niño de 4 años un mechero y un puñado de petardos y luego encerrarlo en un polvorín pero explicándole primero que no debe encender el mechero.
Y luego, cuando el polvorín salta por los aires, la gente propone que lo mejor para evitar que vuelva a suceder una desgracia consistiría en que, la próxima vez, hay que explicarle mejor al niño que no debe encender el mechero.
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