El muy honorable Don Montilla promete créditos-salario para los jóvenes 'ni-ni' de 633 euros mensuales
Estos créditos-regalo-cupón-voto-comprado sólo se devolverán sin intereses en el improbable caso de que los receptores obtengan un puesto de trabajo en los próximos seis años cobrando el doble del salario mínimo.
Montilla se ha decantado por este chantaje porque sobre el tema NI-NI está muy puesto: él personalmente NI estudia NI trabaja, NI su mujer tiene tiempo material para atender las ocupaciones de los 15 cargos que ocupa. NI tiene el dinero para cumplir su promesa. NI nadie se lo va a prestar, pues ahora la Generalitat ya está pagando el 9.75% y dentro de un año la cosa estará peor. NI le queda el cartucho del Estatut, NI lo entienden los del mismo pueblo en el que nació y por eso ha tenido que gastarse unos millones en traductores.
Al igual que la solvencia de cualquier persona, empresa o estado se puede medir viendo el interés que está obligado a pagar para que alguien le preste dinero, la probabilidad de que alguien gane unas elecciones se puede adivinar por la imposibilidad de cumplir las promesas que hace en la campaña. A menor probabilidad de ganar, más promesas grandilocuentes e imposibles de cumplir.
Si ZP pagó 400 euros para comprar cada voto, alguien que promete unos 10.000 por cabeza tiene pocas posibilidades. Es una lástima que en este puritano país no se pueda apostar a los candidatos a las elecciones, pues con esas probabilidades sería difícil perder la apuesta.
Esperemos que no tengamos que acabar pagando los bonos de la Generalitat entre todos los españoles al igual que hemos pagado los desmanes de los directivos de la CCM.