Este post viene a raíz de un comentario que dudaba de la ética de las operaciones propuestas para la ONG de ayuda a los parados. El comentario decía que, si lo hacía mucha gente, se presionaría al alza el precio de alimentos básicos como el trigo y el maíz, y aumentaría el número de personas que no tendrían suficientes recursos para comer.
Quiero aclarar que precisamente ocurre todo lo contrario: los especuladores, además de aportar liquidez a cualquier mercado y con ello posibilitar una mejor formación de precios, en el caso concreto de la operativa con el diferencial entre el trigo y maíz protegen a la gente con pocos recursos.
Por el mero hecho de operar con un diferencial, nunca se presiona al alza el precio de ningún producto en concreto, sino todo lo contrario.
Vamos a poner unos ejemplos:
El precio del trigo está tranquilo y el maíz empieza a subir debido a rumores de su uso para producir combustibles ¿Qué hacemos en la ONG? Compramos trigo y vendemos maíz. Con esta operación, si se llegara a hacer en grandes cantidades, impediríamos una excesiva alza en el precio del maíz con la consiguiente escasez de tortitas (tortillas) en México.
Cuando los especuladores comprenden que la energía fósil necesaria para producir combustible a partir del maíz no aporta ninguna solución coherente, abandonan las compras de maíz y empiezan a presionar el precio del trigo. Ese es el momento en el que empezamos a vender el trigo y con esas ventas impedimos una parte de esa subida, al mismo tiempo que recompramos el maíz que ha dejado de estar de moda.
Si hubiera mucha gente que operara con la ONG, seríamos capaces de suavizar las bruscas oscilaciones en los dos productos básicos por excelencia para la alimentación humana. La ONG cumpliría una doble función: daría de comer a los parados e impediría grandes fluctuaciones en los precios de estos alimentos básicos para el resto de pobres del planeta.
Otra ventaja de ser socio de la ONG es que todos los que logran comer de los beneficios de la operativa no irán a colapsar los comedores de Cáritas y no detraerán recursos necesarios para los que no se han integrado en esta ONG. Al final, la suma total de personas que podrá comer será mayor que la que obtendríamos si no se hubiera fundado esta ONG.
Cualquier venta de volatilidad sobre cualquier producto o diferencial allana los picos y suaviza los movimientos de los precios si se hace en grandes cantidades. Reduce la volatilidad del subyacente, con la consiguiente disminución de coste de cobertura de los fabricantes de alimentos y del precio final de los productos.
Hay que diferenciar entre los pequeños especuladores individuales, que acaban cerrando todas las posiciones en cada vencimiento de futuros, y los grandes manipuladores de precios que ilegalmente manipulan el mercado para alterar los precios de oferta y demanda durante largos periodos de tiempo. También podemos meter en el grupo de los malos a los que presionan y sobornan a los legisladores para conseguir grandes beneficios a costa de los ciudadanos, o a los que sacan leyes para beneficiar a los amiguetes con cargo a los impuestos.
Durante mi larga vida viviendo de la especulación, algunas personas me han dicho que ejercía una profesión inmoral. Siempre les he dicho que me dijeran una profesión que fuera más ética que la mía y nunca encontraron ninguna que pasara un filtro imparcial que pudiera ser etiquetada como más moral y ética que dedicarse a especular en los mercados.
Si alguien encuentra alguna profesión que considere más ética, que la ponga en los comentarios y la evaluaremos imparcial y desapasionadamente. Como es natural, llegando a las últimas consecuencias de cada profesión y no permaneciendo en el brillo de la superficie.
CONCLUSIÓN
Todos los que especulan con el diferencial entre el trigo y el maíz deberían ser llevados a los altares por su labor social y solidaria.