Nadie se dedica a la recogida de basuras si no le pagan por ello. Con el oro y la plata está ocurriendo lo mismo. Los bancos quieren que te lleves su oro y, como nadie lo quiere, no les queda más remedio que pagar para que alguien se lo quite de encima.
Cuando hace cuatro años y medio dije que habíamos entrado en tendencia primaria bajista, me compararon en los comentarios con la bruja Lola. En esos momentos, no estaba haciendo vaticinios de futuro, sino señalando una prolongación del pasado que se proyecta hacia el futuro. A eso se le llama análisis técnico.
Los que conocen la historia saben que la multitud no acierta nunca. La última proeza de la plebe ha sido comprar francos suizos como si estuvieran de oferta. La vorágine compradora llevó al EUR/CHF a mínimos históricos de la paridad
Cuando la gente lee que los grandes capitales se están refugiando en determinados productos, se imagina a unos señores con un coche descapotable, con un rolex de oro y fumando un puro que le ordenan a su banco que invierta sus montañas de dinero en tal o cual sitio.
Hay muchas razones por las que el oro sigue siendo nuestro favorito, desde los temores de inflación y las preocupaciones de la deuda soberana a los problemas económicos más profundos y sistémicos.
A lo largo de la historia de nuestras economías industrializadas, el oro y la plata han representado típicamente entre el 5% y el 10% de la cartera de un inversor medio. Hay que tener en cuenta que, históricamente, esta proporción ha aumentado generalmente en tiempos de crisis financiera o simplemente en momentos de alta inflación.
Después de décadas de que todos los países tuvieran el oro depositado en manos de los Banksters y por las noches durmieran de un tirón, parece que han empezado a ponerse nerviosos.
No quiero crear falsas expectativas hablando de un próspero año 2012, me parecería de muy mal gusto. En los buenos tiempos ser optimista es positivo para la salud, pues refuerza el sistema inmunitario del organismo. Cuando van a llover cuchillos afilados es conveniente ser realista y cobijarse, aunque sea debajo de la tapadera de una alcantarilla.
¿Cuando alguien asegura su casa contra incendio espera ganar dinero? No. Está dispuesto a perder una cantidad determinada a cambio de evitar que un accidente ponga en peligro la estabilidad financiera de su familia.
El pasado día 6 a las 10 de la mañana hora local dijeron que iban a empalar a todos los que habían estado comprando francos suizos como divisa refugio. Los pardillos de todo el mundo leen el mismo manual, que explica que, ante una situación de quiebra mundial, hay tres activos refugio: el oro, la plata y el Franco Suizo.
Para aquellos de nosotros que hemos "encontrado" los metales preciosos, sus propiedades para asegurar nuestro patrimonio son manifiestas. De hecho, aparte de explicar la herencia de 5.000 años del oro y la plata como los primeros activos financieros en nuestra civilización, la mayoría de los argumentos a favor del oro y la plata son simple aritmética.
Hace dos años y medio recomendé hacer este spread de comprar 100 onzas de platino y vender 100 de oro.
La batalla a celebrar esta tarde, nos va a servir para medir las fuerzas actuales del bando que va a perder la guerra a largo plazo: los banksters manipuladores. Si dan muestras de debilidad, permitiendo que los precios de los metales les infrinjan fuertes pérdidas, los hedge funds olerán a sangre y se lanzarán a una lucha despiadada en la que se repartirán sus despojos.
El informe de 90 páginas que pongo debajo es un trabajo muy completo e interesante que he encontrado. Entre otras cosas, propone una vuelta al dinero sonante (patrón oro). Tiene montones de gráficos, ratios y toda clase de comparaciones desde muchos ángulos.
Este joven de 68 años, entre otras cosas, dice:
Ya han gastado la munición en los últimos estímulos, y, como no pueden cuadruplicar la deuda, la próxima vez será peor. Según él nunca se podrá pagar la deuda.
Dice que Bernanke no ha acertado ni una en todo el tiempo que lleva. Espera que no haga el QE3, pero eso e imprimir dinero es todo lo que sabe hacer