Los Pirineos y en particular los valles pirenaicos sufren una intensa y brutal asfixia económica, financiera, empresarial y social, con graves consecuencias para el paro, como consecuencia de la pandemia y las duras restricciones aplicadas, algunas de ellas bastante discutibles y muy contestadas socialmente por el sector turístico con todo su gran tejido empresarial y su otrora pujante comercio.
La parálisis turística es colosal y devastadora en el sector de la nieve donde el ejecutivo aragonés, junto con Ibercaja Banco es propietaria de cinco estaciones de esquí del Pirineo. La provincia de Huesca es la más afectada y sólo “se salva de la quema” la estación de Astún, a medio gas por decirlo eufemísticamente, y porque no depende del ejecutivo aragonés, que es juez y parte en el proceso de toma de decisiones. Evidentemente, el cierre de más del 80% de las infraestructuras del sector de la nieve con sus estaciones de esquí lleva una correlación y consecuencias inmediatas para todo el conjunto turístico del Pirineo de Huesca ya que sin esquiadores, y la mayoría son de fuera de Aragón, los negocios languidecen y se hunden en una asfixia económica y financiera para comercios, restaurantes, bares, hoteles, rutas turísticas culturales, de naturaleza, etc.
¡Vuelve en cuanto puedas a los Pirineos, vuelve a sus valles, ríos, montañas, rutas de todo tipo, vuelve al Valle del Aragón, Valle de Aruej en la Edad Media!
Luis Ferruz Agudo
Escritor y economista
Escritor y economista