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La armonización fiscal internacional en el Impuesto de Sociedades – IV: El caso de Países Bajos y Luxemburgo

 

 
       En esta sociedad líquida, casi gaseosa, en la que muchas veces nada es lo que parece, con mucho postureo, hipocresía y brindis al sol, con una ciudadanía normalmente poco participativa y resignada en muchos aspectos,  muy abducida tecnológicamente y por otros “panem et circenses”, recientemente se ha proclamado eufóricamente,  por parte del Ministro de Finanzas del Reino Unido en el G7,  que se ha producido un gran acuerdo en la armonización financiero-fiscal internacional al establecer un tipo impositivo mínimo en el impuesto sobre beneficios empresariales del 15 por 100. Pues bien, es una mera declaración de intenciones que puede llegar muchos años a concretarse y ser operativa, además de que se necesitan muchas más adhesiones y por unanimidad, como la del G20 en julio de 2021 y la OCDE en octubre de este año. 
            Pero además, y sobre todo, es que hablar de armonización financiero-fiscal internacional, sólo hablando de presión fiscal representándola por tipos nominales, como ese 15 por 100,  sin definir bien la base imponible, las sociedades afectadas y todo lo relacionado a deducciones, exenciones y bonificaciones es un auténtico y colosal brindis al sol, por no hablar de los oficialmente denominados paraísos fiscales con presión fiscal prácticamente cero. Veamos el caso de Países Bajos y Luxemburgo con tipos nominales superiores al mínimo, en el entorno del 25 por 100 como España,  y que teóricamente ya cumplen con el acuerdo del G7 por lo que podrían “sacar pecho” indicando que están además por encima de la media de la Unión Europea y de la OCDE. Luxemburgo y Países Bajos no son oficialmente “paraísos fiscales”, pero sí que lo son de hecho, una auténtica vergüenza consentida sistemática y repetidamente por la Unión Europea, la Zona Euro, la OCDE etc. Luxemburgo y Países Bajos, que pertenecen a la UE, están entre los más grandes paraísos fiscales de todo el mundo según Tax Justice Network, nominado este 2021 para el Nobel de la Paz, causando 20.000 millones de euros en pérdidas fiscales, que supone aproximadamente el 10 por 100 del total mundial. 

            Luxemburgo, junto con Andorra, Chipre, Irlanda, República Checa  podrían o deberían  muy pronto ser declarados oficialmente “paraísos fiscales”, al menos para España,  ya que según Gestha nos ocasionan una pérdida por impuesto de sociedades del orden del 14 por 100 de los ingresos anuales. 

            Luis Ferruz Agudo / Escritor y economista 
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  1. #2
    16/06/21 18:49
    De todas formas tampoco uno se puede escapar de los bancos centrales que con sus aumentos de la oferta montaría digamos que es lo mismo que una subida de impuestos encubierta.
  2. #1
    15/06/21 19:16
    Muy bien a todo pero, ¿qué tal si hablamos de infiernos fiscales? o ¿acaso esos países no son soberanos y pueden aplicar la fiscalidad que les apetezca?.

    No tengo intereses en ninguno de esos países ni residencia fiscal, pero me dan una envidia...