Esta novela histórica, con más dimensiones que la propiamente de novela histórica, como la fantasía, misterios, magia, leyendas y el surrealismo filosófico histórico, también un guiño a la sostenibilidad y el buen gobierno, se desarrolla en la segunda mitad del siglo XI fundamentalmente desde finales del 1059 hasta finales de septiembre de 1065 con epicentro en el actual despoblado de Aruej, enclave del señorío de Aruej y del valle de Aruej en la Edad Media, actual valle del Aragón.
Tiene lugar y se menciona el origen y primeras expansiones del reino de Aragón con Ramiro I y Sancho Ramírez. Papel destacado tiene la figura histórica clave del conde Sancho Galíndez, que se conecta familiarmente con el personaje fabulado Herminio Rompares, dueño y señor de Aruej, miembro de la pequeña nobleza del reino de Aragón. No podía faltar por supuesto el Monasterio de San Juán de la Peña y el Santo Grial, que son nombrados y descritos con algunas referencias históricas fundamentales y cierta fabulación histórica para compactarla con las fabulaciones de la novela.
Entre otras “pinceladas históricas” se recrea y fabula con cierto detalle la muerte de Ramiro I en el asalto a Graus, importante plaza del Islam, un enclave estratégico en la Marca Superior de Al-Ándalus con la imponente atalaya en lo alto de la Peña del Morral desde la que divisaron nítidamente la llegada de las tropas de Ramiro I. El trágico desenlace final de la muerte de Ramiro I se produce “al atardecer de un día de finales de la primavera de 1063” , así como la notable falta de unidad de los ejércitos cristianos en este caso “Los musulmanes iban a preparar una defensa formidable ya que sabían que la toma de Graus y Barbastro desencadenaría de manera casi inminente la aproximación cristiana a la zona de Huesca, siendo el siguiente objetivo Zaragoza. Por eso Al-Muqtadir de la Taifa de Zaragoza contaba también como aliadas a tropas castellanas de Sancho de Castilla, todavía no coronado rey, entre las que se encontraba Rodrigo Díaz de Viva, conocido posteriormente como El Cid Campeador. Extraña alianza que se explica porque los castellanos cobraban parias de Al-Muqtadir y El Cid comenzaba sus veleidades y a aliarse con el mejor postor.”
Actualmente Aruej es una zona despoblada y bastante desconocida, incluso en la propia comarca de la Jacetania cuya sede comarcal es la ciudad de Jaca, antiguo enclave como capital del Reino de Aragón, siendo trasladada posteriormente la capital del reino a Huesca y más tarde a Zaragoza en sincronía con los avances cristianos en su reconquista de los territorios ocupados por la invasión musulmana.
Luis Ferruz Agudo / Escritor y economista /