Siempre hubo una frase de Einstein que me ha encantado: “sólo hay dos cosas infinitas; la estupidez y el universo; aunque del segundo no estoy seguro”. Es curioso que una frase histórica se adecue como un guante a lo que se espera, se pide o a lo que los bancos centrales pueden ofrecer.
Últimamente los mercados, (en boca de numerosos analistas), están reclamando que el Banco Central Europeo actúe con contundencia. El mensaje es simple; Esta entidad puede actuar, ya que no tiene límites teóricos. Para dar cierta contundencia al mensaje, lo que se impone ahora es la frase de usar el bazooka.
En realidad lo que se está pidiendo es que el Banco Central Europeo, haga uso de su poder casi ilimitado como ha hecho la reserva federal, a la cual por cierto, también se le reclama un nuevo programa QE, que no es más que la intervención masiva inyectando fondos en los mercados financieros.
Por supuesto, en medio de todo este frenesí, los limites y los efectos de las actuaciones que se piden a los bancos centrales, (y que estos acaban haciendo sin remisión), simplemente no se ven. Lo peor es que al final Einstein va a tener razón; solo hay dos cosas con límites y los bancos centrales no están entre ellas. De una simple deducción, comprobamos por tanto que la estupidez campa a sus anchas.
¿Cómo se puede denominar una situación en la que se pide a los bancos centrales lo que han hecho y no ha resultado?. Desde hace bastante tiempo llevamos acciones que unos llaman inyecciones de liquidez, otros expansiones cuantitativas, otros expansión cualitativa, programas de recompra de bonos, intervenciones a favor de la moneda,…; pero en realidad las acciones han sido en esencia las mismas.
Lo que han tratado de hacer todos los bancos centrales es en definitiva mantener el valor de todo aquello que sea o haya sido un activo en manos de los bancos. Y esto lo han hecho mediante la manipulación, la mentira, unas medidas absolutamente demenciales y ocupándose de que a los mercados financieros no les falte dinero.
¿y que han conseguido?. Pues básicamente tiempo, para que todos lleguemos a un punto en el que ni tan siquiera es fácil saber dónde estamos.
Un ejemplo perfecto ha sido esta semana que comienza el lunes con una noticia que parece no llamar demasiado la atención y que enlaza con un post que escribí en abril de 2010, en el que pedía que se dejase de vacilar, a cuenta de una información en la que la FED alertaba que las entidades financieras ocultaban su endeudamiento real.
Esta noticia era absurdo desde todo punto de vista, porque no se podía entender que la reserva federal no fuese consciente del endeudamiento de las entidades financieras, cuando era la que prestaba el dinero, aparte de ser accionista de muchas de las entidades.
No creo que haya que ser demasiado espabilado para entender que la reserva federal no estaba contando la realidad de lo que estaba ocurriendo o que por lo menos no estaba contando todo lo que estaba ocurriendo.
Sin embargo, poco a poco van saliendo datos, y de repente nos hemos encontrado con la noticia de que tras perder un juicio donde obligaban a facilitar la información de los préstamos solicitados, nos hemos encontrado con que hizo préstamos de emergencia para evitar el colapso por importe de 7,7 billones europeos de dólares. También nos hemos encontrado en la lista a los dos grandes bancos españoles que, a pesar de decir en todo momento que no habían recibido fondos públicos, ahí están.
Por descontado todo ello con un gran secretismo y escondidos bajo el programa de inyección de 700.000 millones de euros, (sólo en una situación como esta nos encontramos con que 700.000 millones esconden 7,7 billones de la FED). Desde luego es difícil entender como hace un año y poco, la FED alertaba de que las deudas de los bancos eran mucho mayores que lo declarado, y ahora nos enteramos de que ha tenido que ser un juez el que haya obligado a hacer estos datos, (que tenía la FED), públicos.
Pero más allá de esto, lo curioso es que hemos estado todo este tiempo asistiendo a análisis en los que de acuerdo al manual del estilo típico se negaba la manipulación explicando las subidas de acuerdo a las más variopintas razones. En el artículo de El Economista, hacen referencia al record de inyecciones en un día, (superiores al billón de dólares), que provocó una subida del 3% en un día. Eso el mismo día en que todos los índices suben en este porcentaje, sin que nadie se plantee absolutamente nada.
La FED para explicar esta situación ha aclarado que gracias a esto, las entidades financieras han ganado, el tesoro de Estados Unidos ha ganado y la FED ha ganado. Lo malo es que no se dan cuenta de que se han olvidado de quien ha perdido.
Todos los beneficios tanto de las entidades, como de la FED, como del tesoro han salido de un lado y esto hemos sido nosotros. Soy consciente de que todo el mundo se sorprende ahora de que la situación de las personas es peor. Al igual que en el caso de todos los análisis que obviaban la manipulación, en estos argumentos se olvidan los grandes perjudicados.
Los primeros y más directos, los inversores que no tenemos acceso a esta información. Podemos intuir que es lo que ha pasado, pero no podemos saber cuando los bancos centrales van a intervenir en secreto inyectando fondos a las entidades financieras. En cambio las entidades financieras probablemente dispondrán de esta información con carácter previo a las inyecciones, pero en todo caso con total seguridad lo saben en el momento en que se producen estas, (aunque solo sea por que reciben el dinero). Por tanto, está claro que aquí existen unas gravísimas diferencias en el tratamiento de la información, que supone beneficios y pérdidas según la situación. Es casi imposible perder dinero conociendo de antemano la información relevante y casi imposible ganarlo sin conocerla.
Pero los indirectos son mucho más importantes, ya que destrozan la economía mediante estas liquideces. En su díalo he explicado en el post explicando la diferencia entre inyectar dinero y usar el helicóptero, (como se dice erróneamente también que hace la FED), pero en síntesis, estamos ante un proceso en el que las pérdidas de las entidades financieras se enjugan con pérdidas del resto de agentes. Para esto se usa la especulación en todos los bienes básicos, en un proceso que nos arruina a todos, traspasando la renta a las entidades financieras. En definitiva lo que hizo la FED, (y el resto de bancos centrales) es dar en secreto y en público la munición para que las entidades financieras disparen a discreción destrozándolo todo.
Y este es el límite que tienen los bancos centrales. A medida que actúan destrozan la economía de los distintos países para salvar a bancos, en un proceso que acabará cuando no quede nada que destrozar, momento en el que encontraremos el límite.