Ayer coloqué una recopilación de post para tratar de explicar que en realidad era muy sencillo detectar hace tiempo que lo que se estaba haciendo era hundir a Grecia (y a otros países) para salvar a la banca (sobre todo a la Alemana y Francesa, pero también a la banca en sentido global). De esta forma entendemos fácilmente otras cosas uno de los acuerdos de la Unión Europea en el marco de las nuevas reglas del juego. Me refiero a este punto en el que se obliga a los países a aceptar los rescates. Pensemos un poco que cuando tienes que obligar a alguien en problemas a aceptar un rescate, es probable que no estemos precisamente ante un rescate, sino que estemos ante una situación muy distinta; de hecho esta situación no es tan difícil de ver, y ya he tratado de explicarla en otro post de 2010, a cuenta de Irlanda.
Pero sin embargo ayer comentaba que en el artículo de “el economista” donde se hablaba de que se trataba de salvar bancos a cambio de hundir países, detectaban otro gran problema. Este problema de hecho no era tan difícil de detectar pero sin embargo tampoco acaba de decirlo muy claramente el artículo porque va frontalmente contra toda suerte de mitos y dogmas que hasta ahora se mantenían. El artículo despacha este problemilla con una frase que es la siguiente:
“Además, los nuevos bonos que emitirá Grecia como parte del canje se regirán por la legislación inglesa, en vez de por la griega, lo que concede una mayor protección a los inversores”.
Una pena que no se dignen a explicar cuáles son las diferencias para los inversores, porque en realidad son sencillas de entender; y de hecho Alemania en una de las amenazas ya la había explicado de una forma mucho más explícita. Esta amenaza, tiene mucho que ver con una situación en la que Grecia puede salir del Euro, y por tanto el hecho de que exista un riesgo de divisa. Tras esta frase se esconde un drama mucho mayor que en los recortes o en las obligaciones al país y tiene mucho que ver con un concepto que se ha puesto de moda en todos lados que son los eurobonos.
La gran diferencia es que normalmente la deuda pública se paga en moneda nacional. En definitiva los países emiten títulos que obligan a pagar deuda nacional de tal forma que cuando un inversor compra deuda de un país determinado espera recibir moneda de este país y por tanto tiene un riesgo de tipo de cambio. Si esta moneda se revalúa ganará, mientras que si se devalúa perderá. (piensen en comprar deuda USA, ¿la comprarían si espera que el dólar caiga un 20%?). Esto lo expliqué en un post de 2009, (tampoco era tan difícil saber por dónde iban a ir los tiros).
Pero la situación cambia cuando estamos ante deuda emitida en otro país. Es decir, no es lo mismo que Grecia o España emita deuda al hecho de que sea una entidad determinada, (pongamos el fondo de rescates) el que se endeuda y luego formaliza una operación de préstamo con los distintos países. O sea, la situación de los eurobonos. En este caso, la deuda ya no está definida en moneda nacional, sino que se establece bajo las reglas de otros países. Es decir, si volviésemos a la peseta y tuviésemos un contrato para devolver euros, libras u oro, tendríamos que devolver esta moneda. Esta situación sería especialmente peliaguda si se produjese una devaluación. Por esto en mayo de 2010, dije que era una locura la propuesta de City, (Resulta que como tantas otras veces, nos la han colado de tal forma que los grupos anticapitalistas han acabado pidiendo lo que eran propuestas de los bancos), en un post en el que también entraban los problemas que podría acabar teniendo el BCE, (también de rabiosa actualidad). Al día siguiente, dediqué el post específicamente a hablar de los problemas y limitaciones del eurobono, que básicamente ponían a todos los países en la situación de Argentina para el corralito, cuando en realidad no estaban en la misma situación.
Grecia en su rescate, al igual que Portugal e Irlanda están ahora mismo en esta situación en la que es posible que acabemos todos, (aunque no tan sencillo). Y de hecho resulta que en mayo de 2011, se vió la magnitud del problema claramente en las amenazas de Alemania. Tanto que fue el primer recopilatorio a cuenta de los eurobonos, en base a las declaraciones del ministro alemán de finanzas en las que comunicaba que si Grecia salía del euro su deuda se incrementaría de forma salvaje. Es fácil, si Grecia hubiese salido del euro antes del primer rescate, tendría que pagar su deuda, pero después, si sufría una devaluación del 50% de su moneda tendría que pagar el doble por la deuda del rescate. Con el tiempo la situación empeora, ya que los rescates son mayores y al ser la situación económica peor, la devaluación es cada vez más necesaria.
El grave daño de los rescates es precisamente esta situación, a la que no es ajena Alemania. Mucho se ha hablado del fenómeno de la hiperinflación Alemana del período de entreguerras y de hecho resulta que todo el mundo nos explica que Alemania sigue obsesionada por este fenómeno que en definitiva propició la llegada al poder de Hitler unos cuantos años más tarde y la segunda guerra mundial. Pero debemos recordar que los episodios de hiperinflación necesitan que se den una serie de circunstancias y son imposibles en otras. Esto es lo que he tratado de explicar en la serie de post de “la hiperinflación imposible”. La hiperinflación siempre viene derivada de la inexistencia de un sistema financiero o que se encuentre completamente destrozado y de la existencia de una deuda u obligación de pago en moneda extranjera. Estas eran las condiciones que tenía una Alemania derrotada y entregada tras la primera guerra mundial con unas condiciones de reparaciones de guerra que no eran asumibles. Pues resulta que las dos condiciones se dan en Grecia a partir del primer rescate. Es decir; que tras el primer rescate que en síntesis no era más que un mecanismo ad hoc de eurobonos, (se endeuda el fondo para prestar a Grecia), se han puesto los mecanismos para que la deuda de Grecia sea completamente inasumible de tal forma que para pagarla en una moneda propia la única opción es imprimir masivamente moneda. Dado que es imposible que los bancos griegos soportasen pagar en euros sus deudas, inmediatamente caerían, por lo que se activan todas las condiciones para este fenómeno.
Desde luego no imprimir moneda no sería una opción porque no se puede sacar del país un volumen mayor del pib de moneda sin imprimir, (matemáticamente). Por tanto, las opciones son simples; o default o intentar emitir moneda y pagar hasta llegar al default con un proceso de hiperinflación, tras una deflación salvaje.
Esto es lo que se esconde tras “la mayor protección a los inversores”, lo cual por cierto es completamente mentira, porque la mayor protección a los inversores suele ser el hecho de que puedan cobrar y no toda una suerte de falacias y mentiras en un proceso absurdo, que lo que lleva es a que el deudor no pueda pagar. Porque realmente al final esta es la cuestión: o se puede pagar, o no se puede pagar, y la protección que nos vendan es completamente inútil cuando la respuesta es que “no se puede pagar”. De hecho en definitiva estamos ya hace tiempo en este punto en el que las discusiones no son acerca de si es bueno o malo seguir en el euro, sino que la clave es “podemos o no seguir en el euro”.
Y ya de paso, recordar que estas recopilaciones tienen un objetivo claro respecto a nuestra situación. En otro de los post en los que intentaba parar el reformazo, (mucho que ver con esta historia como expliqué ayer), trataba de desmontar otro mito. Se trata del argumento de “esto no puede pasar” o “no dejarán que ocurra” o similares. A lo largo de estos post de todos estos años, en los comentarios era un argumento recurrente, pero ¿tiene sentido?. Lo cierto es que la historia está llena de cosas que han pasado a pesar de que todos los gobiernos y poderes han hecho lo imposible por qué no pasasen.