Quizás no demasiados conozcan las Fragas do Eume. Tan sólo decir que es uno de los parajes más espectaculares de Galicia, y para mí una particular pasión. Hoy toca escribir sobre esto porque desde el sábado por la tarde están ardiendo, de tal forma que es posible que se esté destruyendo una parte muy importante del patrimonio de Galicia, de hecho, una de las partes más importantes del patrimonio de esta tierra.
No somos demasiado ricos, no se sabe si vamos o volvemos, y quizás en ocasiones nos pasemos con la retranca, pero en esta tierra tenemos un lujo de los que pocos pueden presumir. A 30 minutos de mi casa tengo mil parajes donde perderme; donde encontrar paisajes, agua, ríos, montaña, vegetación y una tranquilidad que es imposible de transmitir.
Por mucho que quiera no puedo describir, la relajación que nos encontramos cuando quieres olvidarte de las tonterías de la vida diaria, (también del absurdo del mundo económico), y te metes por los caminos y senderos de Galicia. Sin embargo, lo realmente grave es que de alguna forma parece que este mundo no existe.
No tengo ni idea de los daños de lo que está ocurriendo en este paraje, (lo cual no dice demasiado de la política de comunicación de la Xunta); y tampoco soy capaz de afirmar las causas del incendio, pero tengo que decir que estoy convencido que hay dos cosas que se deben hacer para tratar de evitar los incendios, y es recuperar la sensación de lo que tenemos.
Es muy triste caminar por los caminos y no encontrar a nadie, ir pisando las hojas secas del otoño que no son más que una gigantesca tea; es muy triste comprobar que tenemos absolutamente abandonada una fuente de riqueza tremenda. A los visitantes de Kaos que vinieron a Galicia pongo por testigos de que cuando vinieron estuvimos recogiendo castañas de las que cuestan una pasta en los mercados del suelo. La gente tiene que volver al monte, recuperar estos caminos, pasear y descubrir estas zonas. Tan sólo esto sirve para evitar que se deteriore; además de la función de alarma cuando caminamos por las zonas.
Además las instituciones tienen que entender que realmente es algo que nos puede generar riqueza y preocuparse. Hace un año paseando por otro sitio encontré un pequeño foco de fuego (claramente intencionado). Llame a los bomberos, a la policía y absolutamente nadie fue por allí. El fuego tenía una superficie de unos pocos metros cuadrados y logré apagarlo, pero aún así hay que enfriarlo y vigilarlo. Al final no ocurrió nada, pero la falta de recursos es espectacular y no se puede permitir. Ya sé que estamos con la tontería de recortar, pero digo yo que será mejor contratar a algunas personas para mantener los montes, que a una concesionaria de autopistas que montó un pelotazo que no usa nada.
Por lo que me toca, me gustaría animar a todo el mundo a pasarse por Galicia, y descubrir toda la riqueza que tenemos, (también por supuesto a los políticos gallegos, con Rajoy a la cabeza) para que no dejen destrozarse esta riqueza que tenemos. Y para esto me gustaría presentaros mi visión de las Fragas del Eume a través de fotografías de una calidad pésima, (con el móvil). Sé que no soy buen fotógrafo, ni tenía medios, ni tampoco podré explicar jamás las sensaciones, si la gente no viene, pero al final hay que intentarlo, ¿no?.
En las fragas hay una ruta de unos 15 kilometros, a la que se llega por una carretera angosta. Los coches no pueden pasar a partir de un punto al principio, (lo cual creo que es un grave error, debido a que las restricciones en este caso no creo que compensen los beneficios); a partir de este punto hay las opciones de caminar, (recomendable), o un autobús (que en realidad es la razón por la que se prohibe acercarse a los coches, gracias a una concesión para Mombús).
A partir de ahí caminando nos vamos encontrando con un río precioso en medio del bosque:
Nos encontraremos en medio de la vegetación construcciones de antaño para los molinos:
hasta que llegamos al camino antiguo que lleva hasta un monasterio del siglo X, perdido en medio del monte, (el que sale movido es el que más disfruta):
hasta llegar al monasterio en un sitio espectacular:
Con unas vistas que no se pueden describir, (y que es lo que se está perdiendo):
Luego toca comenzar el camino de vuelta, con unos colores preciosos, un río verde, puentes preciosos...
Siento el arranque de hoy, y desde luego el hecho de que haya puesto unas fotografías de más que dudosa calidad en lugar de gráficos, pero debemos recordar que esto es la realidad y esto es la riqueza. Esto es lo que hay que proteger, recuperar, disfrutar y dar a conocer. Sólo espero que no se pongan más restricciones, porque salvo en fechas muy señaladas la realidad es que el problema no es que tengamos demasiado uso. El problema es que perdiendote por estos parajes no encuentras a casi nadie y esto es lo que más se puede asemejar a la definición que yo doy a la palabra pecado.
Pd. Acabo de encontrar un video de V televisión, (la televisión de "la voz de galicia"), que ya han accedido a parte de lo quemado; es simplemente dantesco: