Quizás el titulo sea algo pretencioso, ya que para defender que algo es una teoría tiene que tener cierto empaque, pero en todo caso últimamente nos encontramos con toda una serie de razonamientos que tratan de minimizar los costes para la sociedad bajo el argumento de que un pequeño sacrificio para todo el mundo supone un gran beneficio para el conjunto de la sociedad.
En realidad el proceso es simple y se puede entender con un ejemplo simple; pongamos que yo pido un euro a cada Español. La situación colectiva mejorará, ya que tendremos por un lado un coste despreciable, (¡no sean ustedes cutres que un euro no lleva a ningún sitio!), pero por otro lado tendremos un beneficio, (el mío), muy claro. En definitiva, pidiendo un sacrificio ridículo a los españoles tendríamos un millonario más.
Por mi parte, me comprometo a dedicar parte de este beneficio a crear empleo; concretamente a unos cuantas personas para contar el dinero, y a otras para difundir el mensaje de que esto es bueno para la sociedad y diseñar las campañas de marketing que sean necesarias para que la gente entienda la realidad de la situación y que no es otra cosa que “no les cuesta más que un café al año”. Y si vemos que tal, pues al final haré algo más tangible para que nadie diga que esto no es más que un ejercicio de morro.
La gran ventaja es que dado que hemos tenido una gran burbuja, que entre otras cosas ha provocado que el precio de los cafés se ha disparado de forma que al final el argumento me permite conseguir unos rendimientos muy superiores, con el mismo argumento. Es decir. Si cada Español asume el sacrificio de un café a la semana, cuando estábamos con cafés a 100 ptas, podré conseguir la friolera de 4.800 millones de pesetas a la semana. (unos 28 millones de euros). En cambio si computo un precio de un café en torno al euro, (ya por no abusar), tendré una oportunidad de negocio de 48 millones de euros.
Tengo algunos problemas graves para esta idea. Desde luego el primero es subsanable y de hecho ya he apuntado la solución. Tal y como lo he expuesto, lo cierto es que no me queda demasiado bien vestido y mientras no logre tener un volumen de fondos determinado, no tendré la capacidad para contratar a los formadores de opinión que machaquen continuamente a la sociedad, mediante ingeniosos razonamientos en los que en definitiva se acaba demostrando que empeorando todos, mejoramos.
Este problema es grave, pero subsanable. De hecho, si lograse solucionar el segundo problema, lograría solucionar el primero. El segundo problema es que para que esto funcione necesitaría estar cerca de los órganos de poder. Bien sea porque no me he colocado bien, o bien sea porque mis amigos no se han colocado bien, no estoy en situación de que los gobiernos acepten lo que me venga bien. Como tampoco me ha salido aún la jugada, no tengo la capacidad de gastar para hacer lobby, (y de lo de ir a un banco a pedir financiación para esto lo tengo complicado). En esto dependo básicamente de mis seres queridos; el caso es que si se ponen las pilas, solucionaría el primero, ya que con cierto favorcillo discreto, conseguiría arrancar y luego de conseguir cierto patrimonio, el mero hecho de haber tenido beneficios legitimizaría todo lo que pida.
Ahora que tengo que decir que necesito que mis allegados se espabilen porque un tercer problema es que llego tarde, y a pesar de que no existe aún una teoría económica que respalde este sistema, hace tiempo que se ha venido usando. De esta forma, cuando nos hablan de los pagos de los medicamentos, de la subida trimestral de la electricidad, de los esfuerzos temporales de la subida del IRPF, de las subidas del IVA, de los peajes, de las subidas de la gasolina, de las bajadas de sueldos o de las congelaciones de las pensiones, (y las que se me olviden), tendremos una buena serie de “pequeños sacrificios”, que equivalen a la necesidad de realizar pequeños ajustes que bien podrían ser renunciar a algún número indeterminado de cafés a la semana.
Este problema no es aún definitivo, ya que donde caben 1.000, caben 1.001; y dado que al final no soy tan ambicioso como otros, resulta que podría salir beneficiado. Sin embargo, es importante que las reformas vayan con prisa y mis amigos se coloquen rápido, sobre todo porque resulta que es difícil llevar la cuenta de los cafés que tendría que tomar una persona al día hace unos años, para que hoy después de sacrificar tantos cafés siga estando a positivo.
Es decir; a aquel que tomase un café al día, tan solo se le puede pedir que renuncie a un café al día y cuando se le pide más ya estaríamos en graves problemas. ¡y lo peor es que son problemas matemáticos de los que imponen una realidad determinada!. Vamos, que por mucho que intente convencer, no se podrá renunciar a más. Y dado que me he dado cuenta del truco bastante tarde, (mea culpa), digamos que estamos cerca del límite, (esté donde esté).
Sobre todo teniendo en cuenta que además la situación empeora porque de alguna forma, resulta que las cafeterías están cerrando, (aspecto que no se entiende demasiado, ya que únicamente sacrifican la venta de unos pocos cafés), lo que nos lleva a que aquellos que aún tengan un trabajo o negocio pequeño tienen que asumir “pequeños sacrificios” mayores, que salen de otra ecuación matemática fastidiada. Si quiero conseguir x millones y resulta que más gente no tiene posibles…El que se pueda sacrificar tendrá que hacerlo por un importe superior.
Esto limita un poco las posibilidades de que se acepte, y llegado un punto puede que alguien se pregunte por la idoneidad económica de que por el santo morro, o la actuación de un lobby determinado, tenga que sacrificarse todo el mundo por mí. Y esto de que la gente empiece a sacar conclusiones no es bueno para el negocio.
Por esto mismo, me queda urgir a mis amigos.
Por supuesto todo este post es irónico, pero antes de concluir que es una exageración, yo pensaría en todas las veces en que nos han contado aquello de “leve pago”, “ligero coste que no afectará a nadie”, para pagar servicios que a su vez se privatizan o son privados a toda una serie de personajes que pululan por despachos consiguiendo concesiones legales, concesiones directas, encomiendas de cualquier gestión o similares…