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Al final parece que se confirma que Fomento se ha entregado a las grandes constructoras y concesionarias y se ha plegado a lo que pedía Abertis. Como en tantas ocasiones en las que las grandes empresas piden, no es ninguna sorpresa que nuestros representantes se dediquen con todas sus fuerzas a justificar que esto es lo que nos conviene a nosotros, cuando en realidad es mentira.

Cuando Abertis propuso lo del pago por todas las vías de gran capacidad, ya expuse mi opinión al respecto; y lo cierto es que es muy sencillo entender que esta medida no es más que la excusa para generar negocio a unos cuantos a costa de llevarse por delante el sentido común, la justicia, la traída y manida competitividad y unas cuantas cosas más.

El hecho de que Fomento lo lleve a cabo  entra perfectamente en lo que se podría definir como un acto de traición. Puede que (desgraciadamente) no se pueda usar tal definición desde el ámbito legal, pero sin embargo es difícil encontrar un caso en el que se sacrifique tanto por beneficiar a unos pocos, lo cual entra, en mi opinión, en lo que debería ser la definición de tal concepto.

A cambio de facilitar unos ingresos a unas empresas privadas, (cuando tienen beneficios, porque cuando tienen perdidas son empresas públicas), tendremos unos cuantos efectos que parece que son sistemáticamente ignorados.

Lo que va a ocurrir cuando se apruebe tal animalada es que directamente circular por autovías será más caro. ¿Obvio?. Pues lo siguiente más obvio, (y para esto no hace falta más que recordar lo que ha ocurrido en Portugal), es que habrá muchas personas que opten por las carreteras. Y esto va a significar invariablemente una mayor siniestrabilidad, unos mayores costes y una mayor pérdida de tiempo. Sobre todo teniendo en cuenta que el director de general de la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte, lamente en público la existencia de alternativas a las autopistas.

La mayor siniestralidad traerá muertes, que serán achacadas por la Dirección General de Tráfico a imprudencias, excesos y como siempre a los ciudadanos, que pasaremos de vivir por encima de nuestras posibilidades a morir por imprudencias propias o ajenas. Pero ¿Y si un familiar mío muere por chocar contra alguien que normalmente estaría en una autovía?. ¿De quién será la culpa?. ¿Nos dirán también que la imposición de los pagos en las autovías serán para mejorar la seguridad?.

Y asumiendo que alguien va a tirar este argumento de demagógico, la realidad es que no lo es en absoluto. Es simple: la siniestralidad y las muertes en carretera tienen mucho que ver con las vías; traspasando el tráfico de las vías de menos siniestralidad a donde se concentran las víctimas sólo puede existir un resultado y es muertes. Y ahora, que pongan los argumentos que les den la gana; pero la realidad es que no importarán con tal de generar beneficios.

Pero los que no mueran, lo que tendrán es que asumir que volvemos a los años donde no había este tipo de infraestructuras, con el agravante de las alternativas. Es decir, cuando no había autovías, por lo menos se trataba de mantener las carreteras con mejor o peor éxito; sin embargo en estos momentos, lo que nos encontramos es que se penaliza de todas las formas posibles las alternativas a las vías de pago, (para generar euros a favor de estos grupos), lo cual nos dejará en una peor situación.

En definitiva, lo que tendremos son los otros efectos que antes comentaba, y son los incrementos de costes. Tanto los que pasen por el aro, y sigan usando las autovías, (para mayor gloría de las concesionarias), como los que no, tendrán que asumir un coste mayor por todo lo que signifique desplazamientos. En unos casos serán los peajes  y en otros casos serán los retrasos, las averías y los riesgos de todo tipo. El secretario general de infraestructuras, nos cuenta que a nadie se le ocurre no pagar por el uso de una piscina, pero sin embargo, este personaje de tres al cuarto, (en mi opinión también con unas actitudes que encajan en mi concepto de traición), olvida que estamos olvidando de que estamos hablando de algo estratégico. Es decir, directamente todo el que y todo lo que use las infraestructuras será más caro y costoso. Además tanto más caro y más costoso cuanto más use las infraestructuras.

Está claro que el que escribe, que se encuentra en una punta de la península tendrá que asumir un coste mucho mayor que el que se encuentre en el centro de la península. Es decir; a un Madrileño le será mucho mayor coste el hecho de viajar a Galicia, o a Cadiz o a Francia; pero a un Gallego le supondrá mucho mayor coste el hecho de viajar a cualquier sitio que a un Madrileño. Lo mismo sucederá al revés de forma que de entrada tendremos un efecto que están notando en Portugal desde que han implantado esta medida: el turismo se ha reducido por los costes e incomodidades que supone la medida. Por lo tanto, lo mismo para unas cosas como para las otras tendremos una pérdida de competitividad más que evidente.

Pero aún asumiendo que cada cual va a estar quieto en su sitio, (¡manda huevos con esto de la libertad de movimientos y la integración), aún nos quedarían las cosas. Es decir, todo el mundo está con el santo grial de las exportaciones y buscando la forma de abaratar las exportaciones, pero luego resulta que lo que se hace es encarecer el transporte de los productos. En este sentido estamos exactamente igual. Cuanto mayor sea la distancia, mayor será el coste, de forma que volvemos otra vez al tema de la competitividad. Volviendo a Galicia, nos encontraremos con el coste de traer las piezas y los bienes que se usan en Galicia y luego el coste de sacar lo que se haga. Es decir, doble pérdida de competitividad.

Las cuentas las podemos hacer, pero no es lo importante. La forma de hacerlo es muy fácil; si gracias a esto alguien recauda mil millones de euros, tendremos que se detrae de la economía un total de mil millones directamente, a los que habría que sumar todos los gastos que no se suman, (muertes, pérdidas de horas, averías, pérdidas de turistas, pérdidas de empresas…)

Y claro, luego resulta que alguien se acordará de esto, y por supuesto buscará una forma de compensar a las regiones periféricas. De esta forma, desde la unión europea buscarán por tanto invertir en estas regiones. En este caso también nos vendrá todos con buenas palabras, y estoy seguro que habrá quien critique que tampoco esté de acuerdo con esto; pero… ¿se puede estar de acuerdo con que al final resulta que tenga que pagar por lo que he pagado, y que la compensación es que al final se constituya un fondo que voy a tener que pagar también para que se construya otra infraestructura que tendré que pagar y que no podré usar?.

Es una traición porque gente morirá y más gente tendrá mayores problemas actualmente, para rescatar a unos grupos privados, que aún por encima serán los realmente compensados por los problemas.

 

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  1. en respuesta a Skeptical
    -
    #8
    20/06/12 02:41

    Es cierto que nos toman por gili..po..llas, y que la gente traga. Pero la tuerca del aguante tiene un limite, que es el que están testando, pero cuando ese limite salte...la tuerca ya no vale para nada.
    Hacer una tuerca nueva que sujete el tinglado no se hace en pocos días; es una tuerca muy difícil de fabricar, lleva su tiempo y durante ese tiempo todo al garete. La mecánica es lo que tiene, que nadie se acuerda de ella, hasta que rompe.

  2. #7
    19/06/12 20:28

    Buen post, como de costumbre. Pero yo me pregunto: ¡Cómo cojo... los españoles podemos ser tan borregos y no hacer nada sino lamentarnos! Si esto ocurre en cualquier otro país democrático el Parlamento, los partidos políticos y los diputados estarían sumergidos por toneladas de protestas, y las asociaciones de automovilistas, usuarios (i.e., transportistas, etc.) estarían organizando YA demostraciones en las calles. YA ESTÁ BIEN COÑ. !! Espabilemos y dejémonos de pamplinas, pues está claro que nuestros "gobernantes" nos toman por gili..llas !!

  3. #6
    19/06/12 19:25

    Si es que tenemos unos lumbreras al frente que "válgame Dios".

    Decían que ZP improvisaba y al lado de estos era Maquiavelo.

    Llevan ya una semanita o algo más de campaña de acoso y derribo para "enseñar" a la plebe lo malas y perniciosas que son las carreteras secundarias, y es que no saben ni disimular, ponen la diana y a saco..... que asquito da todo....

  4. #5
    19/06/12 17:46

    Bueno, creo que podemos prepararnos para el nuevo mantra: "hemos circulado por encima de nuestras posibilidades....". Esto roza ya el sainete.

  5. #4
    19/06/12 14:09

    Se deben parar la construcción de alta velocidad, es un transporte muy caro deficitario que no nos debemos permitir. Mejor mejorar los de mercancías.

  6. en respuesta a Pagano
    -
    Top 100
    #3
    19/06/12 09:28

    ya. Este post estaba hecho de antes y lo he colocado precisamente por esta noticia, con el otro del día...

    https://www.rankia.com/blog/nuevasreglaseconomia/1330102-bajada-limite-velocidad-carreteras-90

  7. #2
    19/06/12 09:15

    Estimado Tomas:

    Enhorabuena por el articulo, quizas falte la guinda.

    Para hacer más atractivo el pago, se sube la velocidad en las autovias a 130, y se baja en las carrteras a 90. En arras de la seguridad.

    Como vemos nada se hace al azar esta todo muy bien calculado.

    Un saludo

  8. #1
    18/06/12 23:37

    Con el tema de la influencia de las empresas de autopistas hay más para una película que el que había con las multinacionales farmacéuticas.
    Viene de antiguo. La mano de las autopistas es alargada.


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