Hace tiempo había colocado un post que había llamado “la batalla en internet”. Se basaba en el fenómeno que todos conocemos del trabajo de los grupos de opinión en los distintos foros. Al final, con la pérdida de credibilidad de la prensa, (hace tiempo que ha perdido todo su sentido y su razón de ser), los esfuerzos se han trasladado a foros, twitter y comentarios.
Evidentemente no me acaba de gustar en absoluto que en los foros y comentarios nos encontremos con gente a sueldo de determinados colectivos que no paran de contratar communitty manager por todos lados. No me parece ético, moral, ni decente que partidos políticos, bancos, organizaciones empresariales, sindicatos o lo que sea tengan personas a sueldo poniendo post y puntuando en cada noticia que verse sobre cualquiera de las guerras que mantengan en este momento. Podrá ser legal, pero no deja de ser un engaño presentarse como una persona con una opinión propia, cuando en realidad estás en un trabajo. ¿Qué es tu propia opinión?. No me sirve como excusa porque el hecho de unas funciones es algo que invalida la opinión. En el mejor de los casos tan sólo habrá un sesgo y un engaño, porque se supone (y mucha gente aún piensa) que los comentarios son una expresión de lo que la sociedad cree.
Luego están los que sacan conclusiones de los comentarios, (principalmente políticos), que no son otra cosa que retrasados mentales. El sentir de los comentarios, vendrá determinado por la fuerza de cada una de las partes, y esta vendrá por la cantidad de personas que puedan tener escribiendo, (bien pagadas o incluso a veces no). Pero sacar conclusiones de esto, asumiendo que se representa a la sociedad es de una bajeza intelectual que impresiona.
Asumiendo que nos guste o no, la realidad es la que es, lo que toca es tratar de decidir que se hace. En general la opinión es que la mejor opción es ignorarlos, ya que en realidad una de las tácticas usadas es usar la confrontación. Por tanto puede parecer que enfrentarse a ellos es claramente contraproducente, ya que consiguen el primer efecto. Esta opción en particular nunca me ha gustado demasiado. Desde el primer momento tengo la sensación de que cuando no entro al trapo, en realidad estoy perdiendo. Es decir, alguien quiere lanzar un mensaje engañoso, de acuerdo a unos fines; no tiene problema alguno en hacerlo de la forma más soez que se pueda imaginar. ¿de verdad la mejor opción es callar?. ¿Eso sería una victoria?.
Pensemos que el objetivo de los mensajes, (los de todo el mundo), es que alguien los lea. Por tanto, si no existe contradicción el único mensaje que quedará a disposición de todo el mundo es esta animalada. Con la reiteración continua y en todos lados, lo que queda es directamente una idea de universalidad que provoca muchos y graves problemas. Por lo tanto callarse y esperar a que el tiempo ponga a cada uno en su sitio no es una opción, porque el problema está en que sirven para crear opinión y esta puede ser sesgada en caso de que no exista contrapunto.
Este es el típico ejemplo de los casos de las personas que calientan acciones bajo soberanas tonterías y divagaciones, (o que las quieren hundir). El problema es que lo hacen para que la gente compre en base a eso, y el problema es que personas buscan información y son vulnerables a estas afirmaciones. O se contradice y se obliga a argumentar o simplemente estamos colaborando en que mucha gente se encuentre dentro de un par de años escuchando aquello de “¿no sabías donde te metías?”.
Por tanto, la realidad es que estamos ante el típico ejemplo de que “para que los malos ganen, tan sólo hay que conseguir que los buenos no hagan nada”, (y por favor, ya que estoy citando una frase se entienda, malos y buenos en el sentido amplio y no literal).
La conclusión es clara; no tiene sentido ignorar determinados comentarios o posturas en los foros, no tiene sentido ignorar a los que acabamos llamando Trolls, (con todo lo difuso que sea este término, ya que como aquello de malos y buenos, depende del lugar en que estemos). Todo el que tenga ciertos conocimientos debería participar en lo que pueda en estos temas para tratar de desenmarañar una madeja de dogmas, mentiras y engaños que ocasiona que en estos momentos tengamos un problema real de que nadie tiene muy claro donde estamos.
Por supuesto, nadie debe esperar convencer al oponente en una discusión de estas. De hecho es la mejor forma de desenmascarar estos formadores de opinión. A una persona que se acerca con lo que entendemos como buenas intenciones es posible convencerla. A cualquier persona a sueldo, no. Pero es que el objetivo no ha de ser convencer a determinada persona, sino el dar argumentos para que el lector que se aproxime logre tener los datos suficientes como para llegar a conclusiones. Es así de simple. El objetivo es ofrecer argumentos que sirvan de contrapeso para que otros puedan sacar sus propias ideas.
Siempre he tenido esta idea clara, pero sin embargo tiene un gran problema. Evidentemente los que no estamos a sueldo de esto, o los que estamos en franca minoría, tenemos el problema evidente de la parte débil de la historia. ¿Se puede entrar en todas las discusiones?. La realidad es que no, por lo que como en todos y cada uno de los casos en los que estamos en inferioridad, lo que toca es tratar de hacer lo que se pueda y rezar para que vaya sirviendo de algo. Como plan he de reconocer que no es demasiado elaborado y tampoco tiene demasiadas posibilidades de éxito, (por lo menos hasta que el tiempo ponga a cada uno en su sitio). Pero claro es lo que hay en las situaciones de debilidad, que cualquier cosa que hagas lo que puede hacer es como mucho mitigar la debilidad.
Por esto doy las gracias a todos los que comentan, (en especial a los que comentan en este blog), porque creo que están haciendo una gran labor que quizás no tenga una recompensa directa en forma de ingresos directos, pero que de la misma forma estoy seguro que tendrán una recompensa en un mundo bastante mejor, que les permitirá vivir mucho mejor, (eso sí, como todas las cosas buenas, con mucho esfuerzo, paciencia y largo tiempo de cocción).
Y por cierto, lo que da valor a un foro o espacio de discusión, no es la inexistencia de discusiones; es la calidad de estas. Recordémoslo.