Hoy toca uno de estos post que son tan obvios que creía que no habría que hacer, pero que también de forma muy obvia me veo obligado a poner, porque permiten dejar de forma muy obvia, los intereses y las limitaciones de todo el mundo. (espero que el concepto obvio, haya quedado claro).
Ya hace tiempo hablaba de los problemas y limitaciones de los eurobonos, que en realidad sólo ofrecían ventajas para los acreedores extranjeros de nuestra deuda pública, (entiéndase, la banca internacional), en un proceso que supondría un alivio temporal de la situación a costa de empeorar la situación final y real del país. También en su día, a cuenta de la reforma de la constitución exponía que quedábamos a merced del Banco Central Europeo en ese momento y que el siguiente paso serían los eurobonos.
El otro día en una conversación me han recordado esto, y me han dicho que es evidente que me he equivocado y que además está muy claro que a Alemania no le interesa tal instrumento, que además está bloqueando con todas sus fuerzas. Son múltiples las noticias y análisis que confirman que Alemania ha bloqueado los intentos por implantar los eurobonos, lo que desmentiría claramente lo que yo trataba de anticipar. De hecho incluso hace un tiempo que no se habla de Eurobonos, sino que se usa aquello de “algún tipo de mutualización de la de deuda”.
Sin embargo, quizás deberíamos tener en cuenta un par de cositas tontas. ¿Qué son los eurobonos o el “algún tipo de mutualización”?. Pues es sencillo; se trataba de que un ente de la Unión Europea, emita deuda con la garantía de todos los países de la eurozona para que luego preste a su vez, (mediante préstamos denominados en euro y no en moneda nacional de los distintos países), estos fondos a los distintos países de la eurozona.
Pues ahora me gustaría que se comparase lo que se pedía, con lo que se ha conseguido. Tenemos a la Unión Europea, emitiendo bonos, que garantizan todos los países de la eurozona de acuerdo a su participación, que a su vez presta a los distintos países.
Está claro que independientemente de los nombres, lo que está claro es que se pedían unos determinados instrumentos, que son exactamente los que hay. Es tan obvio que incluso Alemania en una rara declaración ha llegado a decir que los eurobonos no son necesarios, porque los fondos de los rescates son exactamente esto. Por supuesto, tenemos las presiones que llegan de Alemania para que los distintos países soliciten el fondo de rescate y también tenemos al Banco Central Europeo que está tomando y dejando de tomar medidas, para al final llegar a la misma situación.
La realidad es que a día de hoy está claro que no hay demasiadas posibilidades de esquivar la intervención, (tan sólo queda una que es la salida del euro, antes de firmar), lo que en definitiva, supone que sigo manteniendo lo que decía.
Lo realmente curioso es que tras las discusiones sobre cómo llegamos a esta situación no tiene tanto que ver con el instrumento elegido para dar una patada para adelante, sino para otro concepto que subyace a todas estas disquisiciones; aquel que se ha venido a llamar la cesión de soberanía. Cuando hablamos de eurobonos, hablamos de la cesión de soberanía a la unión europea, que en definitiva es un órgano en el que nominalmente estamos representados.
Vale que en Bruselas los intereses de España, (y otros cuantos países), cuentan bastante poco, de tal forma que se diseñan todas unas políticas que en realidad interesan a otros agentes, (tal y como el BCE se ha encargado de aclararnos en palabras, y las distintas instituciones europeas a golpe de recomendación/obligación dirigida desde Lobbies), pero en realidad el sistema de eurobonos podría conducir a un sistema en el que existiría alguna posibilidad de que aunque solo fuese nominalmente los distintos países tendríamos voz y voto.
En cambio, con el sistema de rescate, estamos todos asistiendo a lo que en realidad significa la transferencia de soberanía. Si nos damos cuenta, llegamos al mismo sitio, pero sin embargo hemos transferido la soberanía a Alemania, lo cual se acaba manifestando en tantos detalles que es difícil no darse cuenta.
En definitiva, lo que tenemos es la peor de las situaciones, en las que directamente nos encontraremos con los eurobonos, debiendo dinero en moneda extranjera, limitando nuestras opciones de salir de esta situación, en un entorno en el que no tenemos absoluto control sobre la política monetaria, tampoco sobre la economía fiscal y todo esto será entregado a una estructura que no tiene el mínimo pudor en ejercer el poder más allá de todo límite de acuerdo a sus propios intereses.
Luego diremos que estaremos arruinados porque somos poco competitivos o un desastre, pero en este juego es imposible que ganemos, mientras resulta que Alemania consigue que todos los países rescaten sus bancos, a un coste increíblemente absurdo, mientras genera para sus fondos negocios tan rentables (y ruinosos para el resto de los páises), como los de renovables en España o como la gestión privada de numerosos servicios en los países periféricos.
Y cuando no podamos más, nos encontraremos escuchando aquello que se le ha dicho a Grecia, después de aceptar el rescate: ¡no podeis abandonar el euro y devaluar porque vuestra deuda pública se multiplicará!.
Vamos, que se le llama rescate a un conjunto de medidas que hunden a los países, pero en realidad son los eurobonos, entendido europa como un conjunto de países que toman las medidas que benefician a Alemania, (para que luego todo el mundo se sorprenda de que un país va bien y los otros de pena).