Oficialmente el Libor ha sido manipulado durante muchos años. Tras unos cuantos años de investigación, resulta que ahora también se impone una multa multimillonaria a UBS, que sigue los pasos a la impuesta a Barclays. En ambos casos, se habla de muchas personas que colaboraron en una trama para manipular en beneficio propio un índice que acaba afectando a millones de personas. Cuando hablamos de la Eurozona resulta que ni tan siquiera tenemos ninguna investigación, lo cual no deja de ser curioso, porque dado que el euribor sigue el mismo esquema, participantes y equivalentes intereses, como poco habría que entender que es posible que a lo mejor pudiera haber existido el riesgo de que hubiese existido manipulación. Pues ni tan siquiera esto tenemos. Y eso que las evidencias de manipulación son tan evidentes que hace falta un esfuerzo ingente para no mirar.
Evidentemente, la proliferación de estas prácticas en el pasado y la inactividad de cualquier cosa que se esconde bajo el eufemismo de “reguladores”, está detrás de la situación actual, que se comprueba bajo un sencillo mecanismo en el caso de las cosas probadas. Es decir, UBS y Barclays, (por ahora y confirmado), han manipulado el índice de referencia de los tipos de interés, lo cual ha tenido efectos tanto en todas aquellas personas que operaban en los mercados financieros como en las que no. Unas personas habrán ganado y otras habrán perdido, de tal forma que en global, (suma de ganancias menos las pérdidas), los resultados para la sociedad, (entendida como el todo de las partes), son claramente negativos, lo que a la postre explica estas sanciones.
Pues teniendo en cuenta esto, podemos discutir si la sociedad en su conjunto ha sido debidamente reparada o no; discusión un poco absurda ya que los costes de una acción son superiores a los beneficios obtenidos y estos a su vez son mayores que la sanción, lo que nos llevaría a que cualquier multa aceptada (y lo son todas) es por definición inferior a los daños. Pero aún teniendo en cuenta esto, lo que no tiene sentido es que se haya olvidado, incluso en los sitios donde se ha investigado, olvidamos los efectos sobre los daños individuales. Es decir; el hecho de que se manipule un determinado índice o precio de algún bien ocasiona un perjuicio a nivel general y numerosos perjuicios a nivel particular. Dicho de otra forma, el hecho de que el gobierno Estadounidense consiga una compensación por la manipulación de un determinado índice o precio, no significa absolutamente nada para cualquier persona que se haya visto perjudicada, (y se cuentan por millones), por dichas prácticas.
Por descontado, existen casos de grandes inversores, o de personas con unas condiciones muy particulares y excepcionales que podrían iniciar procedimientos legales, que con todos los riesgos, dificultades, riesgos y retrasos del mundo podrían lograr la satisfacción de los intereses particulares.
Otro ejemplo, también de estos días está en la sanción de cinco millones de dólares impuesta a Morgan Stanley por manipular la información en la salida a Bolsa de Facebook; es decir, millones de personas engañadas, (la inmensa mayoría sin saberlo, obra y gracia de los fondos de inversión, de pensiones y otros que han invertido sin que a fecha de hoy los beneficiarios lo sepan), para una operación de 17.000 millones supone una sanción de 5.000.000, que no es más que el mejor ejemplo de publicidad barata de esta entidad; (aunque totalmente innecesaria). Quien tenga pensado sacar una compañía a bolsa, sabe ahora mismo que lo mejor que puede hacer es contratar a esta empresa, que dice que cumple la legalidad y la ética pero que en realidad lo que hace es conseguir empaquetar lo que tengamos (tenga o no valor) a un precio disparatado, y todo esto certificado por los reguladores con un coste ridículo.
O el Banco de España que se acuerda ahora de introducir unas novedades en cuanto a las tasaciones, para introducir rigor, transparencia y estas cosas bonitas, sin que exista ningún tipo de sanción a pesar de que la única causa por la que no se ha probado ninguna acción de alteración de los precios de mercado es porque directamente no se ha investigado absolutamente nada.
La situación es tan absurda que ahora Guidos, anuncia que se apunta al criterio de la xunta de Galicia, en el sentido de imponer arbitrajes para Bankia, (como siempre nos quedan las preferentes y otros similares de entidades no quebradas que parece no preocupan a nadie), con la aclaración de que los CASOS MÁS FLAGRANTES de engaño recuperarán el 100% de la inversión, (al igual que en Galicia). Pero ¿qué clase de solución es esta en la que se medio soluciona la situación para aquellos casos más exagerados de lo que es una clarísima estafa?. Esto no es más que la expresión máxima de morro, por que los engaños han de suponer cárcel, indemnizaciones, cálculos de perjuicios y responsabilidades; tanto para el euribor, como el libor, como las salidas a bolsa escandalosas, como tasaciones, como comercialización de preferentes, (lo cometa quien lo cometa).
Y el criterio para investigar no puede ser jamás el “cuánto de flagrante” son los hechos, sino si existen o no indicios de que pueda haber engaño. La diferencia es de tal calibre que De Guindos acaba de reconocer oficialmente, que aquí se soluciona el problema cuando es tan evidente que no hay forma humana de esconderlo, pasando absolutamente de todo lo demás.
Y esto es demencial.