De repente nos encontramos con una “corrección” en la cotización del oro, y en este escenario lo inevitable es que aparezcan explicaciones más o menos esotéricas acerca de este fenómeno, que traten de justificar lo que ayer se justificaba que no podía pasar. El hecho de que tengan sentido o no, suele ser un punto no demasiado importante.
Un ejemplo de esto lo encontramos en un artículo de “el economista”, basado en otro de “New Yorker”, que nos da 6 razones, (algunas especialmente tontas), para explicar las caídas de la cotización del oro.
La primera razón es lo más absurdo que he leído en mucho tiempo y hace referencia a que la inflación ha muerto o que no es un problema. La explicación nos dice que:
“Una de las razones más simples con las que se ha argumentado a favor de las subidas es la inflación, especialmente con unos bancos centrales imprimiendo dinero, lo que en teoría debería disparar los precios en algún momento y destruyendo el valor de muchos activos.
En ese panorama, el oro, habitualmente un refugio para los temerosos de la inflación, sería uno de los pocos activos que mantendría su valor. Sin embargo, hasta ahora no ha llegado esa temida inflación, a pesar de que ya van cuatro largos años desde que comenzaron las medidas extraordinarias de los bancos centrales”
Es fácil entender que estos dos párrafos son una loa a la tontería; por un lado, va a ser la primera vez que el hecho de que se disparen los precios destruya el valor de los activos. De hecho la inflación, que es precisamente la subida de precios lo que provoca es que los activos generalmente suban de valor. En definitiva; en un contexto de inflación, lo que se destruye es el valor del dinero, (no el de los activos que sube en relación al del dinero); esto era precisamente lo que se argumentaba cuando se aseguraba que el oro servía como alternativa al dinero. También es fácil entender que las inyecciones monetarias no estaban, (ni iban a generar inflación) en ningún momento y ya de paso que aquello de que los bancos centrales imprimiendo dinero y usándolo para sostener los mercados financieros iban a provocar que los precios de los activos negociados en estos se iban a disparar, (por ejemplo: el oro).
La segunda razón es que parece que ha acabado el pánico generado de 2008-2009. En este caso, vuelven a considerar el oro como un activo para protegerse del riesgo, y por tanto, y dado que los problemas parecen solucionados, pues nos encontramos con la caída del oro. Claro que esto no es coherente con una crisis en la eurozona, medidas desesperadas desde el Banco Central de Japón, caídas en los mercados de petróleo… Por otra parte, resulta que en un alarde de justificar, nos cuentan que en la crisis del petróleo (de los años 70), resulta que se disparó el precio del oro en la crisis, para relajarse después de la crisis. En todo caso el que escribe esto sabe que es un cuento, porque si realmente quisiese establecer estas relaciones y asumiendo que está haciendo referencia al período 2008-2009, entendería que en este período el oro se comportó de forma exactamente contraria a como nos cuentan. Por lo tanto, resulta que el pánico sirve para explicar las caídas y las subidas, lo cual no es coherente, y menos cuando nos olvidamos de una parte.
Es curioso que la cuarta razón que dan es precisamente la desaceleración de China, que es muy interesante sobre todo si la consideramos conjuntamente con esta segunda; ¿no estamos hablando de que la recuperación es mala para el precio del oro?. En cambio ahora nos cuentan que el oro cae por los problemas en China; y por otra parte, ¿no serían los problemas derivados de que el “aterrizaje suave” de China sea como todos los “aterrizajes suaves” un grave obstáculo para poner en duda aquello de la recuperación mundial?. Tengamos en cuenta que además China voló muy alto.
La quinta habla de Goldman Sachs, y sus informes. Evidentemente esta entidad maneja a la perfección el mercado, pero como en el mismo artículo se reconoce, (nadie va a acusar directamente a la entidad de nada), se trata de que anticipa movimientos, (y lo que no dice el artículo es que en parte los desencadena, engañando a los clientes para operar en contra). Es decir, esta entidad primero toma posiciones en función del sentido en que pueden mover un mercado, luego informan y cuando consideran que esto ha llegado al límite, toman posiciones en el contrario, para posteriormente informar del cambio de opinión, desencadenando o ayudando a desencadenar el movimiento contrario. Esto lo debemos tener en cuenta porque las relaciones causales siempre van en un sentido y no en el otro.
La sexta razón vuelve a pecar de la tontería en el sentido de los carros y los bueyes; se nos cuenta que el oro cae por el surgimiento del Bitcoin, pero sin embargo, por tradición, por activos, por mercado y por todas las razones que se nos pueda ocurrir, lo que está claro es que el desarrollo de Bitcoin viene derivado de la caída del oro, (como explicaba el otro día) y no al revés.
Parece que me he saltado la tercera causa que expone el artículo, y que directamente es negarlo todo. No ha habido un desplome, sino que estamos ante una corrección. Lo que viene a ser el “no es lo que parece” típico de las infidelidades.
Y todo ello, con tal de no reconocer que el oro es una burbuja, que puede que haya pinchado, y que por mucho que “sea lo que parece”, hasta los peores tropezones se pueden arreglar, (o no). Y en este caso es más que evidente que los Bancos Centrales son los mayores interesados en arreglarlo, tanto por mantener los mercados financieros, como sus propios balances en los que el oro tiene un peso demasiado elevado como para que se devalúe y entren en fondos propios negativos, tras años comprando oro, mientras se decía que lo vendían.
En todo caso, me gustaría aclarar que en caso de querer adivinar cuál es el detonante de esta situación, aconsejo que se mire las aclaraciones de los defensores del oro. La explicación que creo que han intentado rebatir es la venta de oro de Chipre que según se está intentando transmitir no va a tirar el mercado, porque se entregará directamente a los estados acreedores. Esto sería verdad, si no fuese porque para que el oro suba se necesita que los estados y los bancos centrales compren oro. Ni tan siquiera llega con que lo mantengan. Da un poco igual si Chipre entrega el oro a los estados o lo vende en el mercado. Lo que ocurre es que hay menos entidades comprando el material, porque los países lo recibirán de otra forma en un contexto en el que puede caer; (al final resulta que el oro también podía caer), por lo que tratarán de salvar la situación.
Respecto a que sea una manipulación de la reserva federal para tirar el precio del oro, es no entender muy bien que la caída del oro se lleva por delante a todas las entidades que lo tengan en sus balances, entre ellos los bancos centrales y unos cuantos fondos. Que la reserva federal manipule no es desde luego algo a descartar, pero ¿para cargarse su balance, el de los demás bancos centrales y pongamos pegar una dentellada de un 10% a un mercado que dicen que mueve en torno a 4 billones de dólares?. En realidad estamos en lo de siempre; los bancos centrales van a tratar de mantener el precio como sea, pero la duda es ¿podrán?. Ya sé que siempre dicen que “será suficiente”, pero hay veces que no lo es.