De los brotes verdes de la era Zapatero, hemos pasado a los signos esperanzadores de hace unos meses, y de ahí a la clara mejoría respecto a la situación de hace 12 meses que es el último absurdo que nos ha soltado Rajoy.
La burrada es de tal calibre que hace falta un enorme acto de fe para creer tan siquiera en la posibilidad de que esto sea una ligera aproximación a la realidad. De hecho, creo que está meridianamente claro que, al igual que cuando en la época de Zapatero se hablaba de la Champions League o después de los brotes verdes, en realidad no es más que intentar convencer a todo el mundo de que las cosas van bien. De hecho la insistencia en los mensajes es proporcional a la necesidad de convencer.
Pero en fin, nos dan una serie de datos para tratar de exponer dichas afirmaciones, olvidando por completo toda la serie de datos que indican que la situación se ha degenerado. Es fácil entender que existe un ánimo de generar trampa, (y la propia existencia de esta), si entendemos que si queremos transmitir claridad sobre la situación tendremos que tener en cuenta todos los datos, y por supuesto explicar los datos que puede parecer que van en contra de lo que manifestamos. Es decir, si afirmamos que la situación ha mejorado, se deben explicar todas aquellas circunstancias que indicarían empeoramiento. Y estas son muchas, ya que lo único positivo que se podría esperar de una situación que ha colapsado es que todo el mundo tuviese claro que se ha colapsado porque se manifiesta de mil formas. En particular, siempre me ha hecho gracia que se usen las demandas de electricidad para explicar las incidencias de las huelgas generales y se pase normalmente de este indicador para tratar de estimar la actividad económica de un país. Pero la lista de estadísticas, caídas e indicadores de la situación que nos indican una situación desastrosa es ingente, y aun así se ignora.
Como supongo que pasa lo mismo al revés, tendré que recordar las explicaciones a los “datos positivos”, que nos están facilitando para defender la idea de que en realidad estamos mucho mejor que el año pasado. El primer aspecto que se menciona de forma recurrente, (y el primero que se mostró el lunes para acreditar la clara mejoría respecto al año pasado), es el de la balanza comercial, que está vez se acompaña de la mejora de la deuda exterior, dato que por cierto sale precisamente de la balanza comercial en lo que es una pura fórmula aritmética.
El hecho de que estemos incrementando el saldo exterior, puede tener muchas lecturas, pero sin embargo, absolutamente todo el mundo sabe que este indicador mejora mucho en las épocas de recesión; a tal fin, me gustaría recordar el post en el que recogí los datos de tal variable para España desde 1971, (que es muy revelador) o el que recogí la evolución de las balanzas comerciales de distintos países en la situación actual, (también muy revelador). Ambos post son de febrero, cuando se comenzaba a hablar del tema y han originado un post en el que trataba de explicar las razones de estos datos que coloqué también en 2013. En este post, introducía asimismo las razones de este proceso, y a su vez de otro proceso que es el de la existencia de deflación. Aspecto importante porque alude al otro gran ¡triunfo!, que nos cuenta Rajoy, que es el de la moderación del IPC.
Para explicar la caída del IPC, tendremos que recordar, como siempre que el IPC son los precios al consumo, y que por tanto recoge tan sólo una parte de los precios y además con ciertas características. Si eliminamos del IPC, un par de monopolios u oligopolios que suben los precios en base pura y dura a diversas manipulaciones, (energía e hidrocarburos) y el impacto de las medidas que se han aprobado para favorecer a las farmacéuticas, (otro gran regalo), y las subidas de impuestos indirectos, se comprueba perfectamente que los precios están bajando en casi todos los sectores, en una situación en la que además existen caídas de actividad salvajes. Es decir, los precios de todo tipo de productos están cayendo pero aun así no lo suficiente como para encontrar vendedores, lo cual indica y mucho, la situación de la economía. Si entendemos el problema es la deflación escondida, (y provocada), por la subida de precios básicos y regulados y no el IPC elevado, quizás tengamos la explicación a tal aspecto supuestamente positivo.
Pero además nos encontramos con el efecto de la bajada del paro registrado. Dicho índice lleva unos cuantos meses bajando, y todo el mundo usa la frase: “es una buena noticia”, para luego referirse a ciertos peros que ensombrecen el dato. En realidad, lo que todos tenemos que tener claro es que el paro registrado puede bajar por dos motivos, (por esto es conveniente, aunque no suficiente contrastar los datos con la EPA y con la afiliación); O bien personas encuentran trabajo, o bien salen de las listas, (ya sea porque se les saca con cualquier motivo estadístico o que directamente renuncian a estar en las listas). Es este fenómeno el que también va a afectar a la EPA probablemente en el futuro, de tal forma que previsiblemente comience a bajar el paro, en los dos índices, pero esto podrá significar dos cosas, y por ahora todo indica que la gente abandona, o bien la búsqueda de empleo o bien el país directamente.
Curiosamente, hace un par de años, (el 4 de julio de 2011), se publicaba en todos los medios una bajada, que entonces era significativa del paro, acompañada de una bajada del IPC, que no se recogía en la seguridad social. En aquellos momentos, publicaba un post en el que trataba de explicar que estas cosas distaban mucho de reflejar lo que la secretaria de estado del momento afirmaba: “Mari-Luz Rodríguez, secretaria de estado de empleo, calificando tal dato como de “buena noticia”, y animan al gobierno a seguir trabajando porque cada vez más personas están trabajando y menos buscando empleo”.
¡Que cosas!, datos muy parecidos, declaraciones muy parecidas, gobiernos muy parecidos, (incluso en afirmar que son muy diferentes entre sí),… aunque curiosamente un poco después de aquellas declaraciones tuvimos el desplome del verano de 2011, que pasó desapercibido, porque, al igual que ahora y como ya decía de aquellas, resulta que en lugar de diagnosticar, algunos se dedican a buscar brotes verdes para vendernos.