El consenso nos dice que se ha tocado fondo, y que gracias a los recortes hemos conseguido tener unos fundamentos buenos. Sin embargo, nos advierten que serán necesarias más reformas y ajustes para seguir con el camino.
Si nos fijamos en el timing de las circunstancias, y además lo tenemos en cuenta para todos y cada uno de los países, nos encontramos con unas curiosas coincidencias temporales. Lo primero que tenemos es siempre una caída en los mercados financieros; Esta caída de los mercados financieros, acaba activando la necesidad imperiosa de hacer algo. Este algo normalmente consiste en una serie de reformas que vienen bien a estos mercados, acompañados de alguna medida que viene bien a estos mercados y por supuesto de inyecciones de fondos y moral a estos mercados.
Tras esto, nos encontramos con cierta estabilización en los mercados financieros, o mejor dicho un rally; y nos encontramos con una debacle económica. Vale que por un lado se dice que los mercados financieros anticipan la situación económica, (por los mismos que dicen que no tiene nada que ver), pero no deja de ser curioso que nadie se pregunte por una relación causa-efecto entre unas reformas que hacen empeorar a todo el mundo y el deterioro económico posterior.
Llegado a un punto, las reformas y recortes a las personas son cada vez más difíciles, o bien (normalmente por cortesía de los bancos centrales), se logra una etapa tranquila en los mercados financieros. Por tanto tenemos la famosa relajación; hasta que de repente nos encontremos otra vez con la necesidad de implantar una serie de medidas que vuelvan a alterar las condiciones generales para volver a beneficiar a los mercados financieros a costa de los ciudadanos.
Pues regularmente nos encontramos con los brotes verdes, los indicios de recuperación, los síntomas de estabilización, los frenos en la caída o similares; y es evidente que a estas alturas del partido ya llevamos unas cuantas veces en las que al final resulta que todo se vino abajo, y por supuesto llevamos unas cuantas veces en las que “la recuperación será a partir del próximo semestre” no ha resultado ser cierta.
Sin embargo, todo es muy simple; no hay posibilidad de un desarrollo económico sin la clase media, por lo tanto, cada vez que se da un golpe a la clase media, nos alejamos del desarrollo económico; como a su vez el sector financiero tiene su función de ser en financiar la actividad económica; la conclusión es sencilla: cada vez que salvamos el sector financiero a costa de lo demás, nos encontraremos con una etapa de optimismo en el sector financiero, (y depresión en lo que no es sector financiero), que se acabará derrumbando porque es muy obvio que no es real. En este momento volveremos a encontrarnos con otro escalón y por tanto otra decisión; si tocan otra serie de reformas para salvar al sistema financiero, hundiendo las rentas de la sociedad, será otra bajada.
¿Cuándo tocaremos fondo?. Cuando los ciudadanos Españoles dejemos de sufrir golpes. Así de simple.