Estos días he estado desconectado del blog, de rankia y en parte del mundo en general. Además lo he hecho sin avisar, y por tanto me toca pedir perdón, dar una pequeña explicación hasta donde pueda y sobre todo las gracias por algunos correos en los que me ha preguntado alguna gente que me ocurría.
La explicación pasa por tres puntos; dos de ellos que han actuado como catalizadores y uno de fondo. El problema táctico, ha sido encontrarme un problema inesperado en la serie de los impuestos de los bancos. Resulta que en uno de los casos, me encontrado con un aspecto curioso que afectaba al análisis, (derivado que la información que daba en unos ejercicios no coincidía con la información que para el mismo dato y ejercicio daba para el año que viene). Es decir; en las memorias y en las cuentas anuales consta un dato para un ejercicio, y para la comparación consta el dato para el ejercicio anterior. Pues en una entidad, los datos no coinciden; tiene su explicación y complica un poco la explicación, y me obligó a revisar toda la serie de todos los bancos (no demasiado), por lo que tuve que frenar en seco.
En ese mismo momento, se cruzaba el segundo punto, que es un cambio en mi vida personal, (absolutamente inesperado). Tan sólo por tranquilizar, quiero aclarar que me quedo corto si lo califico como bueno; Pero como casi todo lo bueno, tiene dos efectos secundarios, (o externalidades cómo se definen en el mundo económico); por un lado reduce mi tiempo libre, y por otro lado resulta que incluye a una persona del gremio con un gran criterio, (aunque cueste creerlo, los economistas no somos malvados o inútiles por naturaleza), lo cual entre otras cosas obliga a mejorar mucho. Este cambio me obligará a gestionar de otra forma mi tiempo, pero estoy seguro que me ayudará en este blog, y por lo de pronto, de alguna forma ha servido como catalizador al tercer punto.
El tercer punto tiene ya mucho que ver con este blog. Se gestó entre 2008 y 2009, donde fue el momento en que me puse en serio. El objetivo confeso (me gustaría que se releyese el primer post) de este blog era tratar de hacer algo frente a la difusión de toda una serie de dogmas absurdos, para tratar de evitar unos efectos que eran más que previsibles. Desde el primer momento fui consciente de que no iba a cambiar absolutamente nada, pero no me importaba.
Hoy las condiciones y el entorno no es el mismo que en aquella época. Las cosas han ido cambiando. Es cierto que algunas cosas siguen exactamente igual, (e incluso exageradas); los análisis que nos venden siguen siendo disparatados, pero hoy sólo los que tienen muchas ganas de creerlos se los creen. Se sigue rescatando de toda manera posible a unos mercados financieros que no tienen ninguna posibilidad, y la sociedad, (y por tanto la economía), sigue en caída libre. Por supuesto, se sigue construyendo opinión a golpe de dogma absurdo, y cada vez de forma más furibunda. Pero hoy afirmar que el informe de un banco, del fmi o del bce es absurdo no es ninguna novedad. Los dogmas se han derrumbado y las declaraciones que antes los cimentaban hoy son motivo de escarnio.
Hoy tampoco tiene demasiado sentido tratar de, (a la desesperada o no), evitar el colapso; por la sencilla razón de que independientemente de los análisis de todos los lugares, el colapso es más que evidente. No tiene sentido hoy tratar de evitar el derrumbe porque este ya se ha producido.
Si el entorno y los objetivos han cambiado, algo he de cambiar; y ahí surge el tercer punto. En este sentido estos días estoy dando vueltas a este concepto; es necesaria una decisión acerca de qué hacer, como hacerlo y para qué.
Por tratar de resumir en 2008 se ha llegado a una situación en la que todas las patadas hacia adelante previa llegaron a un límite. En esos años, las patadas para adelante se cargaron la economía, la justicia y lo poco quedaba de aspectos como la democracia. Hoy la situación es mucho más peligrosa, pero ya no en términos estrictamente económicos, y las patadas para adelante vendrán definidas por decisiones que son impensables. La situación ha estallado, (en silencio), pero ahora quedan los acontecimientos históricos. Las patadas hacía adelante ahora tendrán limitado impacto económico pero un gran impacto; y a partir de ahora muchos dirigentes empezaran a decidir entre alternativas impensables porque a la desesperada puede compensar una pérdida brutal si se gana.
La necesidad de discusión, información, difusión es cada vez mayor; entiendo que ahora más que nunca, cada uno de nosotros ha de buscar y rebuscar lo que puede hacer, lo que nos jugamos es mucho y es tanto como buscar la forma de salir de esta situación, que dista mucho de ser estable. No estamos ahora para evitar un colapso económico; ahora el juego está entre una salida en la que todos mejoremos, (asumiendo unas pérdidas brutales) o meternos en un agujero inmenso que pueda venir en forma de guerras, populismos, fascismos o un retroceso salvaje.
Una vez destrozada la economía, hay que encontrar la forma de salvar a las personas, los derechos de la gente y las instituciones, porque sin esto no hay posibilidad en lo económico, y en definitiva en lo financiero.
Quedan momentos muy duros, y espero que sirvan para que mejoremos, pero no va a ser por generación espontánea. Y este es el punto que me tiene muy atascado. Se resume en mi tradicional ¿Qué hago?, pero ahora con mayor motivo.
Por supuesto, es el momento de sugerencias, propuestas, ideas u opiniones, aunque sean disparatadas, que me vendrán muy bien.