En 2007 hubo una famosa pugna por Endesa que se saldó con la venta a la eléctrica ENEL de la compañía eléctrica privatizada. Cuando se privatizan empresas o cuando se autorizan operaciones como las de 2007 siempre se nos cuentan las grandes ventajas en términos de eficiencia, gestión, sinergias y unos cuantos términos más de los que tanto gustan en las escuelas de negocios.
Ahora lo que toca es hablar de poner en valor, reorganización empresarial, eficiencia financiera y algo más para referirse a lo siguiente:
Por un lado, Enel va a adquirir a Endesa todos sus activos en Latinoamérica por un importe de 8.252,9 millones de euros. De la misma forma, Endesa va a pagar un dividendo extraordinario de 8.252,9 millones de euros, de los cuales una parte importante va a Enel ¿Cómo queda todo el mundo?.
Pues Endesa pierde todos los activos en Latinoamérica. Lo que pierde estaba valorado en 4.316 millones de euros en 2013, (en la página 37 del informe financiero depositado en la cnmv del año 2013 constan los 2.558 millones del valor en libros de la participación en Endesa Latinoamérica y los 1.758 millones de valor en libros de Enersys). La pérdida es incluso superior, ya que el patrimonio neto de Enersys es bastante superior (según consta en el mismo documento).
Para el patrimonio de Endesa las conclusiones son claras: Una plusvalía de cerca de 4.000 millones (vende por 8.252,9 lo que le costó 4.316) y un gasto de 8.252,9 milones. Para los accionistas, está claro que estamos hablando de un dividendo de alrededor de 7,5 euros sobre una acción que cuesta en torno a los 30 €.
Conclusión: Endesa queda con patrimonio negativo, a cambio de un 25% del valor de la acción para los accionistas minoritarios y que Enel ya recupera la inversión que hizo en 2007.
Pero esto no acaba aquí, y según el confidencial, se va a aprobar un nuevo dividendo extraordinario de 7.500 millones, que se va a financiar mediante la suscripción de un préstamo por parte de Endesa. Otra vez las conclusiones son sencillas; Endesa profundiza lo negativo de sus fondos propios, a la vez que queda sensiblemente endeudada y sin activos; los minoritarios se llevan otro dividendo en torno a otro 20% del valor de su acción y la italiana recupera otra vez íntegramente la inversión manteniendo la empresa.
Finalmente, toca una ampliación de capital que tendrá que ser con una prima de emisión elevada para restablecer el equilibrio patrimonial con poco coste para la italiana que, a su vez, podrá contabilizar una gran plusvalía derivada del 70% que mantendrá de Endesa.
Bueno, hasta aquí vemos que todo el mundo gana. Es cierto que Endesa queda en una situación mucho peor, pero se supone que esto les tendrá que preocupar a los dueños de Endesa, que son los que ganan. O sea que parece que no hay perdedores.
Endesa subirá sus costes, en primer lugar por la subida de los intereses a pagar. Un préstamo de 7.500 millones supone (pongamos que al 5%) un pago de 375 millones anuales. Además habrá que pagar el principal. Aquí encontramos otros grandes beneficiarios de todo este vodevil (los bancos). No pasaría nada si estuviésemos en un sector común y normal. Si las cuentas no están bien hechas se supone que todo el mundo implicado en esta historia asumirá las consecuencias; Pero claro, resulta que los gastos de Endesa son “el coste real” de la energía que es una partida que deberemos afrontar. Es decir, en los recibos de la electricidad hemos de pagar lo que sea necesario para que Endesa asuma los intereses y la devolución del préstamo que ha solicitado. Hemos de afrontar los pagos necesarios para que todos los accionistas sigan manteniendo sus ingresos, para lo que hemos de entender que ahora Endesa tendrá menos actividad, menos generación de electricidad y más accionistas entre los que repartir.
Dicho de otra forma no se identifica al perdedor de todo este baile, porque los perdedores somos todos los ciudadanos que ven atónitos como se expolia una empresa estratégica española a la que tenemos que cubrir todas sus pérdidas, mientras arreglamos la deuda de la empresa Italiana.
Y por si alguien tiene la tentación de recomendar ahora la nacionalización de Endesa, se encontrará con la sorpresa de que estaremos nacionalizando una empresa sin activos y con un volumen de deuda importante porque los beneficios ya se los ha llevado su socio. Este hecho precisamente tiene su importancia a la hora de entender qué razones pueden llevar a Enel a realizar esta operación. Es posible que exista el temor a que puedan existir procedimientos de nacionalización. Supongo que todo el mundo relacionará esto con la situación política; es posible, por tanto que este saqueo se relacione con el ascenso de Podemos; pero también es posible encontrarnos con otro motivo por el que se espera la nacionalización. Más allá de futuribles sobre situaciones políticas no es nada infrecuente hoy en día que se nacionalicen empresas en quiebra por que han servido para repartir ingentes beneficios entre todo el mundo y que ahora sólo tienen deudas, casi apenas activos y que necesitarían unos precios que la sociedad no puede pagar.