A lo largo de todos estos años he tratado muchos temas en este blog. Un buen número de estos post van encaminados a denunciar ciertas actuaciones de grandes empresas, bajo el amparo de los sucesivos gobiernos. Por poner ejemplos cercanos me gustaría recordar el asunto de Castor (en el que se aprueba que los consumidores de gas paguemos 1.400 millones más los intereses que correspondan en los recibos del gas para cubrir una inversión ruinosa de ACS) o la salida a bolsa de AENA (que no es más que la colocación de un monopolio entre empresas privadas).
También he repetido en muchas ocasiones mi “extrañeza” ante el hecho de que toda una serie de prácticas anticompetitivas nunca eran criticadas por los “expertos”. En definitiva, si un banco realiza malas prácticas, y cobra 1.000 millones de más, está creando riqueza. Si ACS consigue un beneficio de 1.400 millones a cuenta del Castor está creando riqueza y si resulta que todos tenemos que pagar un dinero, a costa de asumir perjuicios para que AENA (y sus socios) ganen volveremos a decir lo de “se está creando riqueza”.
El problema es, como se puede adivinar, aquello de “se está creando riqueza”, que muchas veces se refiere a “alguien se está quedando riqueza”. Y el “alguien se está quedando riqueza” supone al final que “se crea pobreza”.
Por ejemplo veamos el caso de ACS; inicialmente la entidad iba a construir una infraestructura de 500 millones que pagaríamos con los recibos del gas. Finalmente hemos construido una que nos costará 1.400 millones y que previsiblemente no nos servirá para nada. ¿Se ha creado más riqueza al final que al principio?. Pues si atendemos a las cuentas de ACS y nos olvidamos de los costes que vamos a tener que asumir los ciudadanos tendremos que contestar que sí.
Sin embargo, lo que no aparece por ningún lado es la asunción de los costes, entre otras cosas porque suelen estar repartidos y a lo largo de los años. Es decir, estos 1.400 millones (más intereses) los asumiremos millones de personas en 30 años lo que significa que muchas personas tendremos que hacer un pequeño sacrificio (casi imperceptible) durante mucho tiempo. Como esto no se acaba de ver y como los analistas no se preocupan de estas cosas, no sea que molesten al beneficiado, las conclusiones serán obvias.
La realidad es que no existe demasiado problema para justificar la situación actual de la economía en base a los recortes a partir de mayo de 2010, cuando Zapatero exageró la tendencia que ya llevábamos. Es decir, todo el mundo entiende hoy que cuando se le quita dinero a la gente en su conjunto (bien sea a través de subidas de impuestos, de repagos o a través de bajadas de prestaciones o sueldos) existe menos dinero en la economía y por tanto esta se paraliza, creando pobreza de forma instantánea.
Pues esto va también cuando se le da a una empresa el poder suficiente para que se lleve un dinero extra. Es decir, cuando los bancos no compiten por los depósitos y pagan menos que lo que el mercado dice, cuando las eléctricas no compiten, cuando tenemos que pagar los despropósitos de las constructoras, cuando hay que alterar las normas laborales para que las cotizadas ganen más o cuando se machaca a los consumidores, encontraremos los mismos efectos, (o incluso más que con los recortes famosos).
El otro día me decían que las ayudas a la gran empresa eran una buena noticia por su efecto de “generación de riqueza”, pero en realidad lo que están haciendo estas ayudas es detraer recursos de otras cosas (lo que vamos a pagar por Castor lo quitaremos de otras cosas) lo cual significará que otros empresarios tendrán un mercado al que acudir mucho menor, aunque en realidad esto parece que no le importa a nadie; de hecho parece que ni tan siquiera le importa a los que están perdiendo sus empresas porque no logran vender y que se conforman con incentivos de carácter fiscal.
Tras todo este discurso de generación de riqueza derivado de apretar a los ciudadanos con toda suerte de normas, (lo que en su día criticaba en el post de “¿reformas necesarias para el crecimiento y el empleo?”) están precisamente las razones de la pobreza generalizada. Lo que se está haciendo es concentrar el beneficio a costa de esparcir los costes entre la sociedad alterando, entre otras cosas, la propensión marginal a consumir; esto afecta al sistema económico, y por esta razón en 2010 escribía un post en el que explicaba las razones por las que las medidas tomadas en aquel momento (y luego exageradas por el Partido Popular) llevaban a una situación en la que el consumo se iba a desplomar, el déficit iba a incrementarse y la economía se iba a derrumbar.
Y aquí seguimos aún hoy. Con los mismos discursitos, las mismas medidas y sorprendiéndonos de que los resultados salgan mal.