Lo de Rallo empieza a ser digno de estudio; ahora dedica parte de sus esfuerzos a defender a las SICAV con argumentos que un Doctor en economía tan guapo debería tener algo más claros. En fin....
Esto viene derivado de un artículo en el economista en el que afirma que el sistema de las SICAV no es discriminatorio (pero que a lo mejor sí), que en realidad pagan muchos impuestos, que son necesarias para la inversión en España y que además no tiene sentido que paguen y que la recaudación sería muy reducida. De paso duda de todas las estadísticas disponibles que afirman que las clases altas se están beneficiando de todas las medidas aprobadas. En mi opinión su artículo lo podemos explicar perfectamente con una jerga utilizada para cierta actividad que ahora computa en el PIB: ¡un completo!.
Vamos a ir por partes. Primero nos dice que el patrimonio invertido en las SICAVS se incrementó un 50% desde 2011. ¿Esto significa que se ha incrementado el 50% la inversión en España desde el 2011? A lo mejor Rallo se olvidó de aclarar lo obvio, pues la respuesta sería: En ningún caso.
A este respecto debería tenerse en cuenta que el patrimonio invertido de las SICAVS está sujeto a la valoración. Es decir, si una SICAV tenía 100 acciones de una empresa valoradas a 100€, tenía un patrimonio de 10.000 €; si, por lo que sea, el precio de las acciones sube a 150€; el patrimonio sube a 15.000 €. La consecuencia, toda su introducción es un poco estúpida; ya que además no se fija en el pequeño detalle de que todas las políticas han ido destinadas a incrementar el valor de los activos financieros.
Si quería sugerir que gracias a las SICAV entró mucho dinero tendría que hacérselo mirar. Pero aún olvidando este pequeño detalle quedan un par de dudas que Rallo parece que no tiene. La llegada de dinero a las SICAV radicadas en España, ¿significa que se invierte en España? Soy consciente de que todo el mundo entiende, erróneamente, que sí. De hecho, la propia amenaza velada de que las SICAV se trasladarían inmediatamente descarta esto. Las SICAV son unos vehículos que invierten en todo tipo de instrumentos cotizados. Una SICAV radicada en Valladolid puede dedicarse a comprar acciones de una empresa que cotice en Wall Street; y por otro lado, infraestructuras como autopistas pueden ser propiedad de fondos que tengan su sede en Luxemburgo. Si mañana una SICAV se traslada a otro país (por las razones que sean), el dinero seguirá donde quiera que esté porque son dos decisiones distintas. Por un lado, se decide donde está la sede y, por otro, donde está el dinero. Perogrullada, ¿no?
Pues aún nos queda una nueva. Las SICAVS invierten en activos sujetos a cotización; pero esto no significa en ningún caso que se cree riqueza para la sociedad. Es decir, hay una diferencia entre invertir 500 millones para crear algo e invertir 500 millones en un activo financiero esperando que se revalorice.
Pero sigamos con las falacias del artículo. He de aclarar que en su momento (2009) ya había hecho una serie de post acerca de todas estas falacias. Esto me sirve para enlazar post anteriores y sobre todo para contextualizar el artículo de Rallo.
Rallo nos dice que no hay discriminación, ya que las SICAV tributan al mismo tipo de los fondos de inversión. Completamente cierto. En realidad, las SICAV son un tipo de inversión colectiva, pero en la que se “acepta deportivamente” la existencia de mariachis (personas destinadas a figurar cómo participes ficticios) para que se entiendan colectivas. Esto es tan viejo como la lucha entre la agencia tributaria y la CNMV por el control de estas instituciones.
Rallo dice que todos podemos contratar un fondo de inversión y este fondo pagaría el 1%, exactamente igual que los partícipes de una SICAV. Con esto no ve la discriminación por ninguna parte. En fin, en los doctorados de la Juan Carlos I no tendrán en cuenta que hay una diferencia clave. ¿Hay alguna diferencia entre contratar un fondo de inversión y confeccionar una cartera de inversión? Es tan sencillo como esto: yo puedo contratar un fondo o decidir mis inversiones y planear comprar acciones de la cotizada X. Si esta cotizada sube de valor, yo tendré unas plusvalías por las que pagaré un importe. Para solucionar el enojoso problema que me supone pagar impuestos, tendré que montar una SICAV. Por tanto, la discriminación es clara.
De hecho, el propio Rallo después de razonar que no existe discriminación acaba el post con un “Si es que existe alguna discriminación a favor de las sicavs, la solución no pasa por penalizar todavía más el ahorro, sino por extender ese régimen fiscal al resto de españoles: urge que cualquier persona pueda crearse su propia sicav sin límite de inversiones iniciales o de partícipes. “. O sea que, o existe esa discriminación, o no se entiende la recomendación de permitir a todos que tengamos nuestra propia SICAV. Y ya puestos, un economista de referencia tendría que saber que, por lo menos en la teoría y en la ley, nadie tiene “su” SICAV. Sobre todo porque se supone que son instituciones de inversión colectiva. Que nadie espere que las SICAV sean un instrumento de inversión colectiva es otro aspecto que hay que hacérselo mirar. Lo digo por lo de otra discriminación; a pocas personas se les permitiría usar un instrumento de forma tan perversa que todos los expertos, entidades financieras y sociedad en general entienden claramente que lo de inversión colectiva es sólo un cuento chino para esconder a la SICAV de perico de los palotes.
Con todo esto, Rallo nos dice que no es cierto que las SICAV no paguen impuestos. En su día había explicado esto respondiendo a otro consultor liberal (o libertino.. no lo tengo claro). Rallo nos dice que si Don “Montando Instrumentos” constituye una SICAV para invertir en una empresa que gana tanto dinero, resulta que la empresa ha pagado ya impuestos. Después “Montando Instrumentos” pagará IRPF por los beneficios repartidos; total, una burrada de impuestos. Menos mal que no ha seguido, porque llegaría a la conclusión de que cuando este señor destinase el dinero a comprar gasolina para su coche pagaría el IVA y el Impuesto de Hidrocarburos. Pero claro la gasolinera pagará beneficios (aunque su dinero lo obtenga de rentas que han pagado impuestos). Pagará también a la refinería que a su vez pagarán impuestos por sus beneficios, y también los empleados de todo el mundo que además de haber pagado por su nómina pagarán por el IVA de sus consumos. Los vendedores de estos también pagarán… ¡menuda locura!. Tan sólo se podría entender si existiese algo así como un flujo circular de la renta.
En fin, en su día ya explicaba que la tontería de que las SICAV no pagaban impuestos era una campaña de formación de opinión absurda. No había más que buscar información y comprobar que las entidades financieras de banca privada y los medios de comunicación ofrecían estos instrumentos a las rentas altas con el único objetivo de ahorrar el pago de impuestos.
En realidad, es muy sencillo entender. Si una empresa vende acciones de una entidad financiera a un precio superior a su compra deberá pagar beneficios por esta actividad. De hecho para algunos es su trabajo y, por tanto, su fuente de renta. Si se hace a través de una SICAV esto significará unos pagos mucho menores, tanto por su tipo impositivo como por unas reglas que permiten que la base imponible sea inferior. Aunque el banco hubiese pagado beneficios (que no es demasiado real), es importante entender que negociar con las acciones de un banco es una actividad distinta que proporciona una renta y que ha de estar sujeta a imposición de la misma forma que alguien que convierte acero en coches (por mucho que la productora de acero también hubiese pagado beneficios).
Por lo tanto, si se entiende que alguien que se dedica a negociar con activos financieros debe pagar impuestos por sus beneficios (lo que defenderá todo el mundo salvo los que tengan demasiado morro entre el colectivo de los que se dedican a negociar activos financieros) se entiende también que lo defendido por Rallo en su ejemplo es una tontería. Claro que la tontería se incrementa en el ejemplo con otra pequeña tontería. ¿Qué ocurre si una SICAV invierte en deuda pública de un país determinado? Porque resulta que no todos los activos financieros cotizados son empresas que han pagado impuestos previamente.
En todo caso reitero que se debería leer el post de 2009 en el que explicaba esto.
En el artículo también nos dice Rallo que si pagasen “lo habitual” supondría una recaudación minúscula en relación con el déficit. Muy bien; resulta que, por 600 o 700 millones al año, no tiene sentido que paguen; sobre todo porque se pueden ir a otro país. Lo que me lleva a sugerir que debemos conseguir que yo no pague impuestos. Seamos serios. Lo que yo no pague no va a sugerir ningún agravio para el conjunto de España. ¿Por qué me hacen pagar?
Pues yo creo que un doctor, aunque fuese en medicina, debería conocer las razones. Además de que está en la Constitución (tan defendida, tan ignorada), es justicia básica necesaria para que un sistema económico funcione.
Por no hablar de la tontería de aceptar los chantajes. Detectado cierto chantaje en el sentido de que si hacemos pagar a sus dueños (oficiosos, y por tanto que no deberían existir si hacemos una interpretación medio normal de las normas) las SICAVS se irán, debemos tener en cuenta que bajo ningún concepto se debe ceder a un chantaje por muy racional que sea.
Y menos en este caso. Si se quedan las SICAV tendremos una serie de sociedades que no pagarán impuestos y que invierten en donde les de la gana. Si se van no pagarán en España (lo cual sería amenaza si pagasen) e invertirán en el mismo sitio.
Cómo resulta que además pueden imponer las normas y los países rescatan todas las instituciones financieras radicadas en su dominio; me gustaría que se entendiese un matiz curioso: Si personas de otros países constituyen aquí un instrumento del sector financiero, los beneficios serán para otro país, mientras que los rescates los tenemos que asumir nosotros.
¿Me puede explicar alguien los beneficios de que una SICAV esté radicada en España frente al hecho de que esté emplazada en otro país? Por descontado más allá de los impuestos que no pagan y de “paletadas” en forma de informes, diciendo que somos unos cracks por tener en nuestro territorio instrumentos financieros que mantienen un patrimonio determinado que está invertido por medio mundo.
¡Ah! Olvidaba el motivo principal de este post. Hay que tener un C.I. muy reducido o mucho morro y poca ética para quejarse de la demogogia en torno a las SICAVs con todos estos tópicos y acabar con aquello de la defensa de los ahorradores. Queda muy bien usar la palabra “ahorradores” para los orgullosos propietarios de un instrumento (repito: se supone colectivo) destinado a no pagar impuestos por las plusvalías de inversiones en instrumentos financieros.