Nadie sabe cuál era su hacienda y sus meritos son escasos, sus ambiciones corrían hasta más allá de conseguir, con astucia y picardía a partes iguales, toda una suerte de glorias tan falsas y engañosas como irrebatibles.
Debe el lector saber, que esta historia no trata acerca de aventuras, batallas y cuentos dignos de entretener en cortes. Más debe conocerse que existe una ignominiosa historia de triunfo, aunque ha de estar avisado que no encontrará honor ni heroicidad.
Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso,que no eran muchos, se daba a la lectura, a la ensoñación y entre tantas calenturas llegó a verse imaginado en una idílica existencia en la que las prosperidad le permitiría conseguir una cierta tranquilidad.
Hubo de soportar burlas, chances, chulerías y todo tipo de escarnios, que contribuyeron a gravar las enseñanzas que la mejor universidad de la vida puede enseñar. Y con todo, quizás fuera por su falta de atención, o por su falta de interés o por la sobra de picardía, siendo el menos formado remató siendo el más hábil manipulador en el reino de los manipuladores.
Fuera porque la ignorancia es atrevida, fuese porque controlaba los verbos que circulaban por el reino, al final vino a rematar el juicio de los ciudadanos, que no acabaron nunca de entender jamás los pensamientos que nos dio en su loco mundo.
De tal guisa, advirtió que las gentes del lugar tienden a creer las palabras seguras y sinceras, aprovechando tal circunstancia para construir un mundo completamente irreal.
Según cuentan las lenguas, tomó como suyo el lenguaje de un tal Orwell, de tal forma que lograba ocultar la realidad en sus afilados verbos.
De todos es sabida su gran capacidad para la dialéctica, usando con absoluta maestría todos los recursos que el neolenguaje. Puede el lector admirar los verbos que ha escrito en esta suerte de cuaderno digital que un día se llamará cuadernodepepeblanco.com.
Como es de justicia mostrar ejemplos de tales recursos, es de razón ofrecer al lector prueba de tales proezas. De esta guisa, nos escribe:
“Ni Pepe Blanco tiene vocación de Quijote, ni los controladores son gigantes disfrazados de molinos de viento.”
“No he querido meter en cintura a nadie. Ni echar al público en contra de nadie. Ni mucho menos desatar un conflicto. El mundo se divide entre quienes se dedican mayormente a crear problemas y quienes se dedican a resolverlos. Modestamente, aspiro a estar entre los segundos.”
Debe reconocer el lector, la maestría de la jugada, al conseguir en una jugada magistral, convertirse en el más laureado de los ministros, derrotar sin paliativos a los temidos controladores aéreos, que han sido calificados de gigantes disfrazados de molinos de viento, y en el mismo trance logra que los pregoneros del lugar relacionen al hidalgo gallego, con aquel ilustre D. Alonso de Quijano, que ocupará siempre un lugar en la historia.
En sus andanzas, este ingenioso hidalgo no esquiva las lides, porque cualquier pillo sabe que cuando el rey es débil, el hábil cortesano es aquel capaz de hablar como Orwell, para venderse como un moderno Quijote, manteniendo un discurso que va modificándose poco a poco, tirando de las enseñanzas de Maquiavelo, que nos cuenta como de repente es importante asumir el liderazgo como valor importante, para gobernar, sacrificando incluso la verdad y la justicia, con el fin de evitar mostrar el peor defecto que pueda tener un gobernante: la debilidad.
Poco a poco el discurso y la forma de hablar irá cambiando sin que nos demos cuenta, alternando un poco las viejas técnicas y las nuevas, encontrándonos con la paradoja de que es muy posible que ni tan siquiera nos enteremos de que la forma de contar el mensaje ha ido cambiando.
De repente, se sube el IVA para beneficiar a los que se suben los impuestos, de tal forma que quién no esté de acuerdo con la medida, simplemente está en contra de la sociedad. No del gobierno. (Pensémoslo), sino de la sociedad.
Se sigue bajando por decreto los sueldos de los funcionarios y los pensionistas, (curioso que nadie recuerde que “este gobierno no hace decretazos”), y ahora resulta que a los funcionarios no se les baja el sueldo, sino que se les restablece el poder adquisitivo que han ganado a lo largo de estos años, (por supuesto mentira las dos cosas); Y el mismo día se logra colar el plan para expoliar al sector público, (con su famoso plan), a la vez que nos cuela el antiguo favor a las concesionarias como la medida de ajuste.
Todos tenemos claros que los inversor valúe, han activado todas las gráficas y que es de vital importancia para los road show que los CEO y ejecutivos de las empresas españolas realicen entre los inversores institucionales. Por otra parte, todos sabemos que es importante que no se deterioren los covenants de los préstamos de la banca a las cotizadas, o que no se deterioren los rating de la deuda soberana, (en síntesis son similares).
En una situación de aversión al riesgo máximo, lo que trata cualquier analista es identificar aquellas empresas que tengan una capacidad de generación de efectivo relevante, porque son las que en un entorno de restricción severa de la líquidez, son las más valoradas. Curiosamente, Aena, las concesiones garantizadas y aquellas destinadas a la gestión privada de servicios públicos son empresas que cumplen estos requisitos, sobre todo en un entorno de un consumo débil.
Pero desde luego lo que más mola de este tio es que en los últimos seis años se ha comportado exactamente igual que el partido socialista. Han comenzado con el rollo del talante y de la función social, luego se ha pasado a los cantos de sirena de los mercados y de vez en cuando se le va la olla y le sale la vena de hooligan empeñado en hacerle la oposición a la oposición, ¡a la vez que se lleva de vicio con ellos!.
Pero digan lo que digan y lo digan como lo digan, a estas alturas del partido nosotros ya deberíamos tener claro que se puede hablar de talente con un discurso social, o se puede hablar de finanzas con un discurso de los mercados financieros, o se puede mezclar, pero la realidad es que lo que al final importa son las medidas que se toman y en este sentido este gobierno no ha variado demasiado en los últimos años.