Hoy hemos comprobado en el boe que se conceden 15 ayudas de 40.000 €, (tarifa plana) a diversos autores para la elaboración de guiones de cine. Guiones que luego podrán vender sin problemas.
Esta es la típica ayuda que encierra trampa, porque resulta que si no aprobamos las ayudas a los guiones, es que estamos en contra de la industria de la cultura. Por lo que automáticamente quedas descalificado.
Por lo tanto en lugar de criticar las ayudas, lo que voy a hacer es repetir mis peticiones para los autores de los blogs. ¿Para cuándo las subvenciones, ayudas fiscales, proteger el mercado y apoyarnos en todos lados?. Por supuesto, aclaro que si hay que decir que el gobierno, (o la oposición, depende de quien pague), van a tener que subir un poco la tarifa por el volumen de trabajo que implica.
Por supuesto, ya he puesto en su día que eso, solucionar los problemas de España, la verdad es que no mucho, pero vamos…¡a mi me hace un favor!. (De eso se trata, ¿no?). Ya he dicho que el que se niegue a que me forre a cuenta del menda por la razón de que escribe, con mayor o menor fortuna, (no vamos a entrar en eso), un blog, será desde estas páginas catalogado de terrorista de la libertad de expresión, reaccionario, comunista, (a elegir según el tono de la critica que si viene de la derecha me da derecho a calificarlo de comunista y al revés).
Pero conste que por si acaso no sale lo de las ayudas a los blogs, me he ido a ver las normas de las ayudas para elaborar guiones de películas. En el fondo me da un poco igual, y si tengo que poner diálogos, se ponen, ¡40.000 euros, bien lo merecen!. Además en el fondo igual tengo que hacer la película. Uno de los objetivos de este blog es que los de arriba se enteren de que esto va al desastre, pero el caso es que mediante la escritura, la cosa está complicadita. ¡Casi mejor hacemos la película y que no salga muy pesada para sortear las limitaciones del receptor del mensaje!.
Y cuando he visto la normativa de concesión de las ayudas para elaborar los guiones, me he encontrado una grata sorpresa. Se presentan todos los que quieran, (perdón, queramos), y el gobierno elige.
Por supuesto, el que ha juntado las letras en el boe, nos garantiza la justicia del procedimiento y ha diseñado un sistema que garantiza el anonimato. Con los datos personales, se presenta sólo el titulo del guión, una memoria (entre uno y tres páginas). Y en un sobre cerrado separado de lo anterior, una memoria y un tratamiento secuenciado.
Espero que los guiones presentados sean mejores que las medidas de seguridad implantadas para que los decisores de la subvención no sepan de quien es el guión, por que digamos que alguien de los que elige tiene algún tipo de relación con la persona que escribe el guión, (que supongo que será algo que por lo menos en teoría se puede producir en un entorno de tan pocas personas y que además se pasan la vida por los despachos pidiendo).
¿Creemos que será muy difícil relacionar una cosa con la otra?. Imaginemos la primera: “Atocha 1977”, que ha sido premiado Silvestre García Ortega. Este señor, lo que hará es comentar que su historia se desarrolla en Atocha 1977. Vaya usted a saber, igual el que elige quien se lleva la subvención se encuentra con el grave problema de que hay dos guiones similares, (aunque el resto de los premiados parecen uno que llega a los 140 años, otro de la historia de un sevillano…).
¿Se puede solucionar tal increíble problema?. Pues el caso es que desde que se inventó el mail, el móvil y el teléfono, estoy casi seguro que tendrán fácil salir del marrón y aclararse.
¿son los legisladores tontos?, ¿nos creen tontos?. En mi opinión estamos ante una combinación de ambos. Pero es que parece hasta vacile esto de que te suelten lo del anonimato.
Seamos serios, tal chapuza, sólo nos lleva a la sensación (posiblemente acertada), de que realmente le dan las ayudas a quien les da la gana.
Por supuesto, estos quince guiones, no son un problema grave, ni nadie espera que ahorrar esto sea la solución a todos los problemas. Pero en todo caso hay dos problemas graves, en esta situación. La primera es que es demasiado habitual, y la segunda es que los guionistas, (y empresas), si quieren vivir tienen que tirarse más tiempo en los despachos haciendo relaciones públicas que haciendo lo que se supone que deben hacer. Por supuesto entre la calidad de las relaciones y la calidad del guión, todos sabemos lo que importa.
El consuelo que le queda a este pobre gilipollas que pide aquí en lugar de los despachos es que ahora mismo cualquiera puede saber el nif de Antonio Mercero, y el mío es secreto. Consuelo bastante tonto porque reconozco que por 40.000 euros, pondo mi nif en internet ¡sin problemas!.