Una de las preguntas que nos debemos hacer es si la reserva federal, está buscando deliberadamente una situación de inflación elevada o de hiperinflación. A priori, todo parece indicar que la respuesta es afirmativa, incluso las propias declaraciones del presidente de la reserva federal, conocido por otra parte por su conocimiento de la crisis del 29.
Esta duda no es en absoluto nueva, y se mantiene desde que allá por marzo de 2008, para recuperarse de las turbulencias creadas por Bearn, inició una loca carrera por la expansión monetaria que difícilmente puede tener precedentes.
Lo primero que debemos tener claro es que si llevamos más de dos años defendiendo que la FED está intentando generar inflación, y esta no ha aparecido; lo que debemos concluir es que la reserva federal ha fallado, o como poco su éxito es más bien discreto.
Curiosamente, a pesar de tanto fallo, resulta que los mercados financieros han conseguido un rally, el colapso se ha evitado, (o más bien retrasado) y la gran banca de inversión ha pasado de una situación de quiebra absoluta en septiembre de 2008, hasta unos niveles de beneficios que ahora mismo empiezan a flaquear.
Dicho de otra forma, para ser un fracaso, se han conseguido unos éxitos que son bastante sospechosos; tanto como para empezar a sospechar de que el objetivo de la reserva federal sea crear una inflación elevada. Sobre todo porque tras todo este tiempo, y ante la evidencia de que no hemos tenido una inflación elevada, lo lógico hubiera sido cambiar de táctica y no reeditarla; ¿casualmente?, cuando la banca de inversión comienza a flaquear.
Desde luego, la hipótesis más plausible es que los bancos centrales están salvando a la banca de inversión, ya sólo desde el momento en que cuando las medidas son efectivas para salvar a estas entidades se reeditan, mientras que se innova cuando las medidas tomadas no son efectivas para salvar a la banca de inversión.
¿Las referencias a la inflación?. Pues una combinación muy interesante de necesidad y de coartada. Coartada es porque actualmente sería difícilmente vendible cualquier político o banquero central que salga a decir: “Estamos salvando bancos; ¿Qué pasa?”; y en este sentido la amenaza de la deflación es algo permite sustituir la palabra “bancos” por “economía”, y aprobar lo que les venga en gana.
Por otra parte, las expectativas de inflación, (nótese que he usado la frase “expectativas de inflación”), son elemento imprescindible para que el sistema no se derrumbe sin remisión. Pensemos en que las acciones de las empresas dependen de la inflación, mientras que en un escenario de deflación no se puede esperar otra cosa que un derrumbe; (recordar el efecto sobre las empresas);
Por otra parte resulta que los mercados de commodities, no son otra cosa que mercados donde se negocian ahora materias primas del futuro; es más que evidente que necesitamos esperar subidas de precios futuras para que ahora se invierta, lo cual es necesario para que ahora suban de precio, condición necesaria a su vez para que la banca de inversión consiga beneficios. ¿Si esperamos caídas de precio futuras, que pasaría con los precios de las commodities?.
Si nos fijamos en los mercados de renta fija, nos encontramos ante empresas y gobiernos tremendamente endeudados, no quedan demasiadas opciones salvo la inflación, para determinar que dichas deudas no van a tener problemas. En el caso de las obligaciones de empresas estas dependen de que logren subir los precios, y en el caso de los gobiernos de que logren la consolidación fiscal, que es completamente incompatible con épocas sin crecimiento y mucho menos si los ingresos nominales de los agentes económicos caen, (los impuestos son una parte de los ingresos de cada uno).
Por tanto, la idea de que estamos ante un periodo de inflación es completamente necesaria para mantener los distintos mercados financieros en pie. O viceversa; solo la expectativa de deflación tumba todo el sistema financiero.
Teniendo claro que la expectativa de la inflación es necesaria, el razonamiento obvio es que la idea de la hiperinflación no le viene nada mal a los mercados financieros actualmente. Y por supuesto, esto nos lleva a otra pregunta: Si la perspectiva de hiperinflación es buena para los mercados financieros; ¿es posible que se busque la hiperinflación en el futuro?; o para que quede clara la pregunta; ¿Busca la FED la hiperinflación o sólo la sensación actual de esta situación?.
Para esto, lo que debemos tener en cuenta es que la hiperinflación es una especie de reset del sistema; (explicado en un post en su día). Si tenemos subidas incontroladas de precios, tanto las deudas, como el valor de los ahorros se reducen en relación a los precios. Imaginemos que de repente todos los precios y sueldos se multiplicasen, lo que significaría que a su vez los impuestos se multiplicarían, y en consecuencia, las deudas de todo el mundo serían mucho menores.
El lado contrario está en los titulares de cuentas y fondos, que se encontrarían también con un reset. El dinero, ahorros y demás no valdría absolutamente nada.
Podemos entender que en una sociedad endeudada, los efectos serían en conjunto positivos, (al eliminar las deudas y la riqueza); pero este conjunto o esta media, ocultaría una realidad dramática; que es la de aquellas personas que perderían todos sus ahorros, fondos para estudios o incluso los fondos sanitarios.
¿Alguien puede imaginar la situación en la que las pensiones que se han capitalizado en el pasado y que se están pagando ahora mismo se sigan pagando al mismo valor nominal, (o ligeramente superior), al mismo tiempo que los precios suben de forma incontrolada.
Si una familia logra ahorrar hoy para un fondo para los estudios de sus hijos, o bien para un fondo de pensiones una parte de su sueldo y el año que viene los precios se disparan; ¡lo habrá perdido todo!.
En las circunstancias actuales la hiperinflación arruinaría a Estados Unidos irremediablemente, y Bernanke lo tiene que saber; ¿Cómo deduzco que lo sabe?. Pues muy sencillo; estamos así porque cuando se desplomaron las punto.com, hubo que recuperar rápidamente los mercados financieros para recuperar los fondos; esto nos llevó a la búsqueda de una y otra burbujas monetarias, porque Estados Unidos no puede permitirse la caída de los mercados financieros, debido a que condenan a la completa indigencia a una amplia capa de su sociedad. En realidad, lo curioso es que el poder que tiene el sector financiero, teniendo en sus manos el futuro de la sociedad en Estados Unidos, es lo que bloquea todas las salidas.
¿Por qué bloquea todas las salidas?; fácil. Si el mercado necesita la idea de que va a existir inflación es por las razones antes expuestas, y son ciertas. Esto significa que podemos seguir una temporada arreglando el presente apoyándonos en una inflación futura, que no puede llegar por tener efectos dramáticos. Pero al final el largo plazo llega, y la realidad es que Estados Unidos tiene ahora una difícil elección; o asume la deflación y se hunde, o asume la inflación y se hunde. O bien, queda una tercera opción que es cambiar completamente todo su sistema económico.
¿El resto del mundo?. Pues en caso de que Estados Unidos siga por esa vía, nos queda desvincularnos, que es lo que están haciendo los países emergentes.