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Te ofrecemos una rentabilidad del 7,5% el primer año, el mejor producto de renta fija en estos momentos, por encima de todos los depósitos y los fondos de inversión más seguros

Esta es la frase, atribuida a una empleada del Banco Santander que aparece en un artículo aparecido en expansión el 21 de septiembre de 2007 en un artículo en el que trataban de explicar las ventajas y desventajas de una emisión de valores convertibles de Banco Santander, comercializada de forma mayoritaria en oficinas y mediante el uso de medios de publicidad masivas. Aunque realmente al final sólo han explicado las ventajas ya que todo el artículo inducía a que pensásemos en un producto “sin riesgo”. De hecho la comparación con los depósitos y productos de renta fija, (de aquellas también considerados sin riesgo), es una de las tácticas más efectivas.

Como desventaja, únicamente nos cuentan el improbable caso de que la acción de Santander no tenga un buen comportamiento. Pero en fin, vamos a ir por partes y comentar un poco lo que ha ocurrido y que es lo que ha pasado con este producto.

Como supongo que bastante gente recordará, los valores convertibles de Banco Santander, fueron unos instrumentos por los que el Santander emitía deuda, (se le presta al Santander), por un importe que inicialmente iba a ser por 4.000 millones, luego por 5.000 millones y que acabó ascendiendo finalmente a un importe de 7.000 millones de euros.

Banco Santander ofrecía una remuneración del 7,30%, (aunque en el artículo y en todos lados se hablaba del 7,50 T.A.E.) para el primer año, y a partir de octubre de 2008, la remuneración sería del Euribor a tres meses más el 2,75%.  Estos valores pueden ser convertidos en distintas ventanas anuales, y de forma obligatoria en octubre de 2012. El canje de estas operaciones está finalmente en poco más de 16 euros por acción  14,13 euros por acción, (gracias por las aclaraciones en los comentarios y por tanto subsano error)

El canje significa que por cada 16 14,13 euros que se haya invertido en las obligaciones se obtendrá una acción de Santander. En  todo caso, se nos avisa en el tríptico, (no en el artículo de prensa, y tampoco creo que lo hayan mencionado demasiado en las oficinas), que puede no existir remuneración en el caso de que no haya beneficios distribuibles suficientes, o que la operación que supuestamente se pretendía financiar no se llevase a cabo (era la adquisición del banco ABN AMRO).

Pues la realidad es que a pesar de todos los beneplácitos de todo el mundo, lo que está claro es que 129.000 personas invirtieron en este producto. ¿Cómo ha sido y como puede acabar?.

Pues la realidad es que el primer punto de riesgo, (aunque ligero), no ha supuesto problema, y la adquisición de ABN AMRO, se ha llevado a cabo, aunque parece curioso que se haya lanzado una operación a cinco años para una operación que ha consistido en adquirir un banco, desguazarlo y venderlo con grandes plusvalías en cuestión de días. Pero técnicamente se cumplió el objetivo de la emisión de valores y el dinero captado quedó para otras cuestiones.

Por lo que respecta a la remuneración, la situación para los inversores tampoco es que se haya ajustado probablemente a lo que esperaban. Un año más tarde, el Banco Central Europeo, se veía obligado a bajar los tipos de interés a la velocidad de la luz, y estas obligaciones no están siquiera vinculadas a Euribor a un año, (el de las hipotecas), sino que están referenciadas a un tipo que es sensiblemente inferior. Este indicador bajó del 1% ya en el 2009, por lo que la remuneración del activo fue inferior a la de los depósitos en casi toda la vida del instrumento. De hecho, tan sólo la insistencia de Salgado, las tensiones de liquidez y la subida de tipos de Trichet, pueden llevar a que en el tramo final tengan una remuneración ligeramente superior a la de un depósito.

Pero desde luego, el mayor quebranto para los inversores en este instrumento viene de la conversión en acciones. Hoy Santander cotiza a menos de 6 euros, por lo que si en 2012 cotizase al nivel de hoy, los inversores obtendrían acciones valoradas en el 37,5% del importe que han invertido. Es técnicamente posible que los tenedores de estas obligaciones recuperen íntegramente la inversión, (a menos que las hayan vendido ya con pérdidas o que hayan acudido voluntariamente a alguna conversión), si las acciones de Santander casi se triplicasen en el año que resta. Pero por supuesto, técnicamente posible es que al final incrementen las pérdidas o que incluso pierdan la totalidad de la inversión, porque Santander, es una entidad financiera que, (como todas), está sujeta a riesgo de quiebra, (riesgo ni tan siquiera considerado en el artículo, ni en casi ningún lado porque “los bancos no quiebran”).

Desde luego el negocio ha sido absolutamente ruinoso para todas las personas que han invertido en este producto, que recordemos se comparaba con otros productos libres de riesgo, (o poco arriesgados), y desde luego si alguien hubiese dicho lo que iba a ocurrir en el momento de estas emisiones lo hubiesen tomado como loco.

Por supuesto, todos podemos entender que nadie podía imaginar lo que se venía encima, (a pesar de que la emisión de los valores se acordó un mes antes de la implosión de las subprime y que se emitió después, ya con el BCE inmerso en sus programas de liquidez para las entidades financieras).

Pero lo que tenemos que tener claro es que de la misma forma que todos podemos entender que lo sucedido posteriormente no podía ser previsto, y aunque cada uno es libre de entender lo que quiera, en mi opinión todos debemos, (en lugar de podemos), preguntarnos acerca de una curiosa situación que se ha dado.

Tenemos que tener en cuenta que las pérdidas inesperadas se producen cuando se produce una situación inesperada, y en este caso tenemos que las pérdidas han caído todas de un lado y curiosamente desde el otro lado la entidad no ha obtenido más que ingentes beneficios de la situación generada.

Es inquietante pensar que si una entidad esperase una situación de graves problemas, (tal y como se produjo), hubiese diseñado exactamente este tipo de activo para tratar de obtener beneficios de la situación. Porque tenemos que tener en cuenta que el Banco de Santander ha logrado incrementar sus fondos propios computables en 7.000 millones de euros. Además ha conseguido llevar a cabo una ampliación de capital que en la práctica nunca existió. En  2007, no existía ampliación de capital, ni efecto dilución porque el 2012 era entonces un horizonte lejano difícilmente considerado en los mercados financieros. En 2012, tampoco será una ampliación contable, porque simplemente no aparecerá en ningún lugar, salvo en una nota a la cnmv y a lo mejor en un artículo escondido en algún medio especializado.

Por supuesto, nadie espera hoy un efecto dilución para las acciones de Santander, lo cual es un poco inconsistente teniendo en cuenta que se va a incrementar el capital social en más de un 20,  5%.

Desde luego, esta operación más que destinada a financiar la adquisición de ABN AMRO, (recordemos que ha sido una operación que fue fugaz y breve), parece mucho más destinada a conseguir una ampliación de capital fantasma.

Pero es que además si se esperaban turbulencias financieras, era previsible contar con una caída de la cotización de la entidad. Toda caída de la cotización, está claro que es una pérdida para los inversores, pero por una simple regla de tres esto es beneficio para la entidad, que consigue fondos ajenos por 7.000 millones, entregando a cambio una proporción de capital, que no supone coste, pero si beneficio en tanto entrega la proporción de capital con tanto descuento como caída de la cotización.

Y si además se esperaba que los tipos cayesen, lo que tenía la entidad era que mientras se completaba la operación, lo que tenía que pagar por la deuda, al estar vinculada a Euribor a tres meses, (ni tan siquiera al de un año), es que el coste sería muy reducido.

De la misma forma que se puede entender que los que compraron este producto, han sufrido pérdidas inesperadas porque no esperaban la situación, debe asumirse que se debe investigar si los beneficios inesperados, (exactamente igual a las pérdidas de todos los inversores), que ha obtenido y obtendrá la entidad con este producto, responden a una casualidad que rompería todas las leyes de la estadística o si en definitiva desde la entidad se esperaba una situación determinada, y se ha diseñado y vendido con argumentos falsos un producto que finalmente le han proporcionado unos beneficios ingentes.

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  1. en respuesta a Manolok
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    #21
    04/04/24 20:54
    Alguien que tenga o haya tenido estos Bonos?

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